Guadalupe: Ruta de los Molinos

La ruta está basada en el track de Keducc, con alguna pequeña variación.

Iniciamos la andadura en los aparcamientos que se encuentran al noroeste del pueblo. Existe bastante sitio para aparcar aunque, si no vamos temprano, puede que nos cueste trabajo encontrar un lugar.
Empezamos a andar y nos dirigimos al centro de Guadalupe (o Puebla de Guadalupe) para rodear su espectacular Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad.

Pasamos por el Parador Nacional y bordeamos el Monasterio por una callejuela que nos depara el paso por tres hermosas fuentes. Circulamos cerca del polideportivo municipal y enseguida salimos de la villa por una pista cementada que pasa al lado de un depósito de agua. El camino se convierte en una pista de tierra que discurre entre olivares con olivos repletos de aceitunas.

Nos vamos alejando del pueblo y, si echamos la vista atrás, disfrutamos de las vistas del mismo. Los olivos acaban y dan paso a un enorme castañar. Los colores de los castaños son espectaculares en esta época otoñal. De vez en cuando, también nos encontramos con algún que otro roble.

Vemos a lo lejos, inmerso en el frondoso bosque, el Palacio de la Granja de Mirabel, que sirvió en su momento de residencia a los Reyes Católicos.

Pasamos por las entradas de varias fincas, desde la última de las cuales podemos divisar el Embalse de la Presa de Ruta de los Molinos. Enfrente, también podemos ver las moles del Pico Villuercas.
Damos un giro de ciento ochenta grados para acercarnos al embalse siguiendo el curso del río Guadalupejo. El camino va bordeando las aguas del pantano. Podemos divisar a lo lejos en la otra orilla una hermosa garza blanca. Llegamos a la presa y nos hacemos las fotos de rigor. El entorno está precioso con los otoñales colores de los árboles.

Pasada la presa seguimos por el camino, siendo ahora la vegetación de ribera la que predomina. Existen incluso numerosas hayas en los márgenes del arroyo. Se trata de un espectacular lugar. Nos encontramos en el camino un bello ejemplar de salamandra. Seguimos por el camino, llamado de la Solana, siempre a la orilla del río hasta llegar al Molino del Batán, rehabilitado y precioso. A partir de aquí el camino está repleto a la izquierda de ruinas de antiguas edificaciones hasta llegar a la carretera. Un poco más allá se encuentra el Molino del Martinete, pero no llegamos hasta él, ya que la lluvia que nos ha acompañado intermitentemente durante toda la ruta arrecia ahora. Así que optamos por dirigirnos al pueblo por la carretera. Avanzamos durante más o menos un kilómetro y medio hasta llegar al punto de inicio, disfrutando de bonitas vistas del pueblo durante la subida.

Se trata de una bonita ruta para todos los públicos, sin ninguna dificultad. Preciosa en otoño y muy tranquila y solitaria en un día lluvioso como el que hemos tenido.

Recomendable también el disfrutar de una visita por las interesantes callejas del conjunto de La Puebla.

IBP index: 37

Época recomendada: primavera, verano, otoño e invierno.

Hora Inicio: 10:44 2 nov. 2019
Hora Fin: 14:34 2 nov. 2019
Distancia recorrida: 11,8 km (03:50)
Tiempo en movimiento: 02:59
Velocidad media: 3,06 km/h
Vel. en Mov.: 3,93 km/h
Velocidad Máxima: 6,86 km/h
Altura Mínima: 563 m
Altura Máxima: 784 m
Velocidad Ascenso: 204,7 m/h
Velocidad Descenso: -148,4 m/h
Ganancia Altitud: 325 m
Pérdida Altitud: -330 m
Tiempo Ascenso: 01:35
Tiempo Descenso: 02:13