Guatiza - Arrieta: Los Calderones - Valle de Abajo - Temisa 15072023

Partí desde el Jardín de Cactus y me fui por la calle Achicoria (pista de tierra, justo frente al Jardín) adentrándome en Hoya Honda (zona de tuneras), para desviarme a la derecha (la calle continúa a la izquierda) y coger una pista que atraviesa una zona con algunos montículos de picón y de materiales de construcción. Tras ellos aparecen antiguas fincas en desuso atravesadas por una pista que sigo. Hay un pequeño muro que saltar (otros ya han saltado antes y el derribo de piedras facilita el transito) y que nos permite acceder a otra finca (sin uso, también) que nos da paso tranquilo hasta otra pista de tierra (diseminado de Mala, en el Maps). Continúo por ella unos metros hasta acceder a las fincas que voy encontrando a mi derecha (Vega de Guatiza) y atravesarlas (campo a través, no hay vereda) al encuentro de la pista que marcha paralela a la carretera LZ-1 en dirección al puente que salva esta carretera y permite acceso al cementerio de Guatiza.
Me voy por la carretera hacia el cementerio y en esta ocasión en vez de subir por el barranco de La Campana me voy por la vereda que parte de la esquina del mismo, continúa por su parte trasera y va bordeando el Risco de Valdivia hasta alcanzar la zona de Temeje.
Al pie de la montaña de Temeje busco el camino que viene de El Lomo Bayón y desde él me desvío campo a través en dirección al barranco de Los Calderones.
Un rato por las antiguas fincas agrícolas y alcanzo la boca del barranco y la vereda que lo recorre por su cauce. Voy avanzando paralelo al cauce del barranco, hay tiempo para observar los diques de contención levantados para controlar el paso del agua y hasta para admirar “Los Calderones”, las concavidades abarrancadas que se nos presentan a nuestra derecha y que están coronadas por Las Peñas Negras y por los molinos de viento del Parque Eólico en sus proximidades.
Llega un momento en que la vereda se divide en dos, una a la derecha que va pegada al cauce y otra, a la izquierda, que va ascendiendo por la ladera. Las dos vuelven a confluir un poco mas adelante, así que no hay perdida. La estampa de la palmera solitaria por encima de la caseta en ruinas y bajo el abrigo del saliente rocoso que está un poco separado de las Peñas de Bonilla domina la mirada a la izquierda, a nuestra derecha, como no, Los Calderones que dan nombre al barranco.
Continúo por la vereda de la derecha, mas próxima al cauce del barranco y como consecuencia hay que salvar algunas pendientes a medida que avanzamos y ascendemos (la de la izquierda es mas tranquila de recorrer). En algunos tramos me salí de la vereda para acercarme a los diques y contemplarlos de cerca, entre dique y dique las gavias servían (me imagino) para cultivar. Un trabajo ingente porque algunas de las rocas son de considerable tamaño, y tuvieron que transportarla a esta ubicación.
Al llegar casi a la parte mas estrecha, cerca del naciente, se complica un poco porque hay que salvar algo de pendiente zigzagueando, pero es un tramo corto que nos pondrá sobre una vereda “tranquila” que asciende sin dificultades por la ladera. Conviene parar un poco y mirar hacia el “vértice”, hacia el naciente del barranco: Las Huertas del Serón. Infinidad de diques amurallados para contener el paso del agua que dan idea de lo mucho que curraron aquellos Conejeros que habitaban por estos lugares hace bastantes años.
La vereda continua por la ladera sur, ahora sin ningún tipo de contratiempo, marcha recta un buen tramo para luego zigzaguear un poco en el último tramo ya mas de ascenso.
Llego a la caseta, contemplo un rato las vistas del valle con Guatiza al fondo, y sigo por la vereda. Ahora estamos un poco mas a la sombra, el moral que hay junto a la caseta está lleno de verde pero no luce ni una mora.
Sin salirme de la vereda continuo hasta alcanzar el pie de Las Peñas de Bonilla, ya sobre la pista que asciende desde Guenia y comunica con Los Valles, cojo resuello antes de proseguir.
Toca seguir lo planificado y por la pista me acerco al Mirador del Valle para coger la carretera local y descender al Valle de Arriba y entrar en el pueblo por la calle San Isidro Labrador.
Por esa calle continue hasta la altura de una antigua pista que asciende por la ladera hasta lo alto de El Lomo de Enmedio. En principio la pista parece dar acceso a una vivienda que hay en la ladera para continuar, ya muy deteriorada, hasta lo alto del lomo.
Llego arriba y toca orientarse hacia la ladera de El Valle de Abajo.
La última (la única) vez que estuve en esta ladera hice la travesía hasta El Alcaidero (cabecera ó rincón donde se inicia el Valle de Abajo) por la parte alta de la misma, hoy quería hacerlo algo mas abajo.
Desde la pista que recorre todo el Lomo de Enmedio me desplace hacia la ladera en dirección descendente al Valle de abajo buscando alguna vereda que me ayudara en el avance.
Localice una que marcha por las terrazas abandonadas y que se va acercando al cauce, paso por encima de las pocas viviendas que conforman el núcleo poblacional de El Rincón ubicado en el lecho del barranco, fincas cuidadas y en uso, y continuo al frente a poco metros del cauce.
Avanzo entre terrazas y alcanzo la zona de Las Hoyas, aquí destacan los diques de contención para regular el flujo del agua, otra obra ingente levantada por los lugareños en su afán de sobrevivir.
Llego al lecho del barranco y me sitúo enfrente de esos diques, la vereda parece continuar sobre ellos pero la idea que yo traía era la de llegar al final y ascender hasta el naciente, no venía preparado para “escalar”, así que previendo dificultades decidí ascender por la ladera que tengo a mi derecha y acercarme al Alcaidero algo mas cómodamente. El ascenso no fue fácil pero tampoco fue un gran esfuerzo, aproveche las zonas de paso entre terrazas, alguna algo derruidas, para poco a poco ir tomando altura y alcanzar la vereda por la que me conduje la otra vez.
Por la vereda recorrí el último tramo hasta alcanzar la parte alta del Alcaidero, el rincón que hace de naciente del barranco.
Una vez hecha las reposiciones pertinentes continue ascendiendo hasta el camino de acceso a las fincas de la zona desde la carretera que une Los Valles con la Ermita de Las Nieves.
Desde la carretera me fui al Lomo de Los Cardos para ubicarme en la pista que recorre Los Llanos de La Montaña para, desde ella, dirigirme a la carretera de Las Nieves.
Por el asfalto recorrí La Montaña para dirigirme hacia La Cuesta del Malpaso, descendí por la vereda de la GR-131 hasta el último tramo. En vez de seguir por el camino Elvira Sánchez, que continua hasta Haria, me fui por la carretera al encuentro del cruce con la carretera LZ-207 que sigue por el Valle de Temisa.
Descendí al Valle por la ladera de la degollada que separa El Filo del Cuchillo de la montaña de Faja, recorrí todo el valle por la pista hasta alcanzar Tabayesco para continuar por el cauce del barranco hasta alcanzar la zona del barranco de Tegaso y por él acercarme a Arrieta.