Guatiza: Barranco de Los Calderones y Guenia, circular 13042024

Jornada organizada por los chicos/as de Senderismo Lanzarote (https://senderismolanzarote.com/programa/) bajo la tutela de Blas Fernández; una mañana que empezó nublada, casi fresquita, y que cambió radical en cuanto el sol impuso su dominio en el devenir del día.
Partimos desde el aparcamiento ubicado en el cementerio de Guatiza, nos pasamos al barranco de La Campana para cruzarlo y continuar por la ladera de la Montañeta Temeje, cruzando el barranco que baja de ella, para dirigirnos al Risco de Valdivia. Seguimos, por la zona de Temeje, bordeando todo el Risco de cara al Tenegüime hasta alcanzar el Salto del Negro donde descendimos al barranco de Los Calderones, en el punto donde se desagua en el barranco de Tenegüime. Subimos al otro lado para acceder a una vereda que nos llevó por la ladera de Tomás Merino hasta la boca del Barranco de Los Calderones, nuestro objetivo del día.
Vamos siguiendo el cauce del barranco por nuestra derecha hasta que pudimos aprovechar uno de los diques levantados en el cauce para pasar al otro lado y continuar adentrándonos en el valle por la izquierda. Vamos avanzando y admirando los calderones (barranquillos casi verticales) que caen desde Las Peñas Negras, en la meseta de Tomás Merino, y todo el trabajo realizado en su entorno para doblegar las corrientes de agua que en épocas de lluvias corrían por sus cuencas.
Hay varias opciones de avanzar siguiendo la curva del barranco, las terrazas levantadas ayudan a ello, y Blas escogió una distinta a las que he utilizado en ocasiones anteriores.
Dejamos la vereda que continua hacia el vértice del barranco, Las Huertas del Serón, y nos pusimos a zigzaguear por las terrazas que teníamos a nuestra izquierda. Avanzamos por ellas hasta que volvimos a incorporarnos a la vereda de siempre, el objetivo era evitar una pequeña complicación en un tramo que hay en esa vereda y de esta manera se solventaba aunque fuera un poco mas largo el paseo.
Alcanzamos la vivienda ubicada en la ladera bajo Las Peñas de Bonilla y al abrigo de una hermosa palmera que luce majestuosa, hicimos un pequeño receso donde Blas nos contó que esa vivienda data de la época de las erupciones de Timanfaya (1730-1735) y que fue levantada por una familia que emigró de la zona para buscar un “hechadero” mas tranquilo. A su alrededor crece todavía un moral y varios algarrobos y en la ladera malviven varias higueras.
Seguimos ruta avanzando por la ladera siguiendo el sendero levantado por esa familia par acceder a su vivienda. Ahora, en algunos tramos, está cubierto de vegetación y por alguna roca desprendida de la ladera pero se avanza sin dificultad hasta alcanzar el camino que viene de Guenia y pasa por Las Peñitas de Blas.
Dejamos el camino para ascender por las laderas bajo Las Peñas de Bonilla hasta alcanzar su cota mas alta y hacer una breve parada para tonificar el cuerpo y observar los alrededores.
Hechas las observaciones continuamos ruta bajando por el lado contrario al de subida, de cara a Los Valles de Arriba. Bajamos por una vereda que termina en un barranquilllo que nos sirvió de pasarela para acceder a la carretera (Calle Zorrocloco de Los Valles). Ya en la carretera descendimos en dirección al núcleo de viviendas y justo en el cambio de dirección, en la curva, giramos a nuestra izquierda por una camino cementado (no es de asfalto) hasta alcanzar una pista de tierra que marcha en la dirección a la ladera del barranco (Rincón del Valichuelo).
Tras la pista (unos pocos metros) viene la vereda que continua por toda la ladera hasta alcanzar el Lomo de Las Peñitas de Blas. Es una vereda cómoda que corretea por las terrazas en un trote tranquilo.
Alcanzado el lomo descendemos por él, recorremos la pista en toda su longitud hasta alcanzar el asfalto de la carretera LZ-406 (El Mojón - Guatiza). No continuamos por ella sino que la cruzamos hasta alcanzar la pista de Guenia y seguir ruta.
Recorrimos toda la zona, al pie de la la Montaña que le da nombre, hasta alcanzar el Barranco de Las Piletas y marchar por la pista que lo bordea hasta la Vega Vieja.
Pasadas las roferas que hay en este lado de la montaña nos dirigimos hacia la vereda que recorre la ladera bajo Guenia para bordear todo el volcán hasta alcanzar el depósito de aguas y continuar hasta El Chínelo desde donde accedimos a la carretera que habíamos dejado un rato antes, caminar por caminar que se dice.
Por la carretera alcanzamos el barranco de La Campana y por él el cementerio donde concluimos la jornada.