Guenia: Circular patrimonial 25092021

La jornada de hoy tiene como motivación el recorrer los alrededores de la Montaña de Guenia y patear una zona que, parece, tenía connotaciones “sagradas” para los antiguos Majos, nuestros ancestros en la Isla. Se trata de una amplia zona caracterizada por la existencia de peñas con una significación ritual y paredes de barrancos con grabados. Igualmente llegó a ubicarse en la zona una aldea con el nombre de Guenia y de la que quedan registros anteriores al año 1618 y otra de nombre Santa Margarita (en las proximidades del actual cementerio) de las que quedan registros casi un siglo antes a la de Guenia.

El historiador y experto en epigrafía antigua y arqueoastronomía, Agustín Demetrio Pallarés, asegura que existen diferentes estudios e indicios científicos que permiten afirmar que Lanzarote, contó con una población estable y culturalmente avanzada hace más de 6.000 años, y que en esta montaña tenían una especie de santuario. Este santuario tenía una vertiente más espectacular, algo mucho más espiritual, eran de carácter ceremonial, para una conexión entre el plano terrenal o material, y el otro plano superior más espiritual que se denomina en estos ámbitos sagrados “caverna cósmica”, o la propia bóveda celeste, donde habitaban las diferentes deidades, héroes, y antepasados en general. Los puntos estratégicos de donde partían estas alineaciones eran altares, tumbas, etc. que componían el diseño de este santuario, y los momentos propicios de conexión se originaban como auténticas “combinaciones de caja fuerte”. La tumba o el altar, seguía la línea para, atravesado el marcador del filo del cráter, la “puerta” de este plano terrenal, continuara la alineación hacia el sol, o viniera de éste mediante el haz de luz transmisor. Otra de las grandes y refinadas características del impresionante santuario de Guenia, es que los marcadores o “puertas” son totalmente artificiales, tallados en el borde del filo superior del cráter, y de una pasmosa precisión, al contrario que en otros lugares donde se utilizaban escotes o picos de montañas, accidentes naturales en el horizonte abrupto. (Extraido de una entrevista que dio al Diario de Avisos)

Bueno, he leído muchas cosas relacionadas y el interés por verlo in situ era grande, había ido muchas veces y pateado las peñas y los barrancos siguiendo las indicaciones que encontraba en la web pero nada como ir detrás de alguien que te desentrañe los lugares y te indique las localizaciones. Así que aproveché la visita que organizaba Nacho Romero (Senderismo Lanzarote) para redescubrir y descubrir los sitios del lugar.
Partimos desde el cementerio de Santa Margarita (Guatiza) hasta alcanzar el sendero que bordea el barranco de la Campana y por el nos plantamos en la carretera LZ-406. Continuamos por ella hasta que pudimos desviarnos por el camino que se adentra en las Veguetas de Guenia.
Primera parada en la Peña del Espino, casi nada mas adentrarnos en el camino de tierra. Aquí observamos inscripciones en piedra con grabados geométricos rectilíneos, reticulados y alfabéticos tipo libico-canario.
Continuamos la ruta hacia lo que parecen restos de la aldea de Guenia y un poco depués nos desviamos hasta alcanzar el siguiente hito, una especie de punto de observación consistente en un amontonamiento de piedras, con escalera incluida, en la que se observaba las proyecciones solares provenientes de la puerta labrada sobre el borde del volcán y en la que durante el solsticio de verano el sol se sitúa en el centro de la misma.
Un poco después visitamos la Peña de la Fecundidad y de nuevo se observan escritura líbica-bereber con simbología relacionada con la fecundidad muy cascada por los energúmenos de siempre y en su trasera el pasadizo que tiene, igualmente, simbologia líbico-bereber.
De aquí nos fuimos hacia Las Montañetas y pasamos bordeando el barranco de Piletas hacia la zona de los roferos. Pasadas las excavaciones nos dirigimos hacia la Peña de Luis Cabrera y de nuevo vimos inscripciones en las rocas y pudimos comprobar los diferentes tonos musicales que emiten las piedras al golpearlas, litófonos aborígenes formados por piedras colocadas con ese menester.
De aquí pasamos a lo que queda de la antigua aldea de Santa Margarita, vimos las aljibes y cimientos de las casas y de nuevo terminamos en el cementerio.