Gurugú (Ulea) - Senda del Martillo -Castillo de Ulea - Ojos - Villanueva del Segura - Ulea

Dice Pepe Marcos: último domingo de Enero. Como casi siempre, último día de la semana dedicado al senderismo. Como casi siempre, los Magníficos de reunión. Por ello, cuatro de los siete nos dimos cita para visitar un paraje conocido pero no sendereado: el valle de Ricote. Cierto es que la Sierra del mismo nombre había sido visitada en varias ocasiones; pero también cierto es que sus pueblos cercanos y sus pequeñas y cercanas montañas no lo habían sido. Todas las alturas que rodean a los pueblos de este majestuoso y floral valle que flanquea el Segura tienen su encanto; todas, visualmente, son atractivas. Decidimos, por ello, conocerlas. Desde la zona este de Ulea (el Gurugú), partimos por senda arreglada pero "picante" ascendiendo en dirección a la Senda del Martillo para pasar de la cara sur a la cara norte de la Sierra de Ulea y, tras un tramo no superior a dos kilómetros, acometer la no excesivamente larga pero inclinada y técnica sendica (a veces no definida) que nos llevó a la parte alta de la Sierra y, desde allí y en dirección oeste (con un molesto viento del Norte) llegar hasta los casi cuatrocientos metros de altitud del punto más alto (Castillo de Ulea). Tras la contemplación desde allí de la cercana Sierra de Ricote al oeste, la Sierra del Oro muy al Norte y muy al sur e indefinidas por la no claridad reinante, las Sierras de Carrascoy, la Muela y Espuña, así como los pueblos de Ojós, Villanueva y Ulea, volvimos por nuestros pasos para, por un tramo no excesivamente complejo, ir llegando a la margen izquierda de nuestro Segura a su paso por el primero de los pueblos mencionados. Allí, la contemplación de nuestro río resultó, sencillamente, preciosa. Seguimos por la citada margen hasta llegar a la altura del "Salto de la Novia" donde tuvimos que reinventarnos el track de salida: zona de huerto cerrada; paso, por tanto, imposible;y necesidad de realización de tramo por carretera desde este punto a Villanueva del Segura. Allí, pudimos cruzar hacia Ulea y, siguiendo la margen izquierda coquetamente acondicionada, llegar, de forma ya tranquila y relajada, a nuestro lugar de salida y destino. Y aquí la sorpresa. No es raro ver garzas reales en el Segura; el que suscribe las ha visto fundamentalmente en el tramo de Molina a Lorquí; pero, habitualmente, son grandes aves huidizas. Sin embargo, muy cercano a la zona de aparcamiento, en toico el medio del Segura, descansando, erguida y tomando el estupendo sol reinante, pudimos ver a un ejemplar de este hermoso animal que, impertérrito, se dejó, generosamente, fotografiar. En cuanto a los datos técnicos, fueron, en total, algo más de 12.5 Kms realizado en unas 3.30 horas con un desnivel acumulado positivo de unos 400 mts. Salida, por lo tanto, moderada en kilometraje, no muy exigente pero, sin ninguna duda, rentable y novedosa para nosotros. Era temprano, y dada la cercanía del centro de Ulea, nos acercamos para tomarnos un buen tercio cervecero. Posteriormente, y como casi siempre en los últimos tiempos, nos dirigimos a nuestro encuentro gastronómico amigo con el Mochuelo de Guadalupe, donde, no me canso de reiterarlo, nos volvieron a tratar de forma más que adecuada. La semana que viene, tendremos de nuevo senderismo. El domingo que viene, nuevas montañas a explorar. El día siete, esperemos que nadie lo impida, La Sierra del Carche en Jumilla y su pico de la Madama serán, por primera vez, visitados y pateados por nuestro grupo. Deseo, ese día, poder trasmitiros la crónica de lo que, estoy seguro, será una buena jornada "lúdicodeportiva". Hasta entonces, feliz semana tengáis..