Hacia la Peña Redonda, en Villardiegua de la Ribera (Zamora)

Villardiegua de la Ribera, es una localidad sayaguesa bien reconocible por la abundancia de restos arqueológicos que se nos muestran en sus calles, especialmente el verraco cercano a la iglesias, al que los locales llaman "la mula", y las numerosas estelas romanas que se han colocado en los muros de las casas.

Todos estos materiales, o casi, proceden del Castro de San Mamede, coronado por la Peña Redonda, una gran bola granítica que preside la elevación donde se sitúa, un enclave excepcional sobre el Duero encajonado a sus pies. Hasta allí dirigirnos nuestros pasos por un cómodo camino bien señalizado y rodeados de cortinas y encinas, que en un punto desaparecen para dar lugar a un paisaje en el que predominan el omnipresente granito y las escobas, consecuencia de un gran incendio ocurrido en 2013.

Antes de alcanzarlo nos desviaremos para conocer un interesante conjunto de pequeños molinos situados en torno al arroyo Pontón, algunos de ellos restaurados, aunque no siempre podremos disfrutar de la gran cascada que el arroyo forma en determinados momentos, dependiendo de su régimen hidrológico.

Vueltos al camino alcanzamos nuestro destino, el Castro de San Mamede, la Peña Redonda, a cuyos pies encontraremos los restos de la ermita en la que desde la Edad Media hasta el siglo XXI se dió culto al santo, y la casa del ermitaño. Más arribe veremos los restos de las fortificaciones y de los bancales en los que cultivaban su sustento aquellos vettones de la segunda Edad del Hierro, y todos los que les siguieron, entre ellos los romanos, de los que se encuentran restos abundantes, especialmente pedazos de tégulas y otras cerámicas.

A la importancia histórica se une la ambiental y la paisajística, con un río Duero de fondo y las tierras portuguesas de frente.

Un bonito e interesante paseo.