Hacienda de los Mocanes.

Iniciamos esta ruta en el cruce de la carretera GC-132 con la calle Las Haciendas. Si bien los valores naturales son importantes al adentrarnos en la Reserva de la Natural Especial Los Marteles, centraremos nuestra atención en los valores de las diferentes acequias y balsas (estanques) que se localizan en esta cuenca de la Cañada de Botija, y del Barranco del Chorro, que tributan sus aguas en el Barranco de los Mocanes, así como en esa gran finca "Las Haciendas".
A través de la carretera GC-132 nos dirigimos a la calle Casas Blancas, por donde ascenderemos hasta su abandono por una senda que se desarrolla en medio de Los Montes de Malpedrosillo para llegar a los Espigones. Con una impresionante vista sobre la Vega de los Mocanes, nos adentramos en la Cañada de Botija, la cual cruzaremos para dirigirnos a Los Culatones, para posteriormente descender por el Lomito de la Retama, hasta por último llegar a "La Finca de las Haciendas".
Después de la Conquista los repartimientos de tierras que se llevó a cabo por orden de los Reyes Católicos a través de gobernador Pedro de Vera permitió la división de las propiedades dependiendo de la calidad social de los re-pobladores o por haber participado directamente en la Conquista de Canarias.
Aunque aparecen diferentes dueños en el siglo XVI de La Hacienda en Las Vegas de Los Mocanes, como Francisco Carrión y los García del Castillo, aquí nos centraremos a partir del Licenciado y Prior de Catedral D. José de Cabrera y Linzaga en la segunda década del siglo XVII procedente de la provincia de Guadalajara.
Cuando D.José de Cabrera y Linzaga hizo testamento destinó la finca a una obra Pía para hacer una ermita en honor a San José, que era su patrón, en su pueblo natal de Chiloeches e la provincia de Guadalajara.
En ese momento la Finca poseía agua en propiedad procedente de Botija, un ganado que, según el año, tenía entre 60 y 100 ovejas del que se comercializaba la carne, la lana y el queso, La Hacienda tenía colmenas para vender la miel pero la producción principal de La Hacienda aparte de los cereales, el trigo y la cebada, eran las almendras, la viña, aceitunas, ciruelas y peras que se vendían en Telde.
Se vendió la Finca por 80.000 Reales y se destinaron para la construcción de la ermita en su pueblo natal.
El siguiente comprador fue el capitán D. Fernando Calimano hasta llegar a El Marqués del Buen Suceso (Juan Domingo Hernández Naranjo Monasterios) y de éste a D. Emilio Suarez Fiol que se hizo con La Hacienda en 1940, encargando al arquitecto D. Miguel Martín - Fernández de la Torre su remodelación: "Casa propiedad de D.Emilio Suárez Fiol situada en Valsequillo de la Isla de Gran Canaria, 1942 - 1945".