Hacinas - necrópolis San Miguel

Partimos del pueblo de Hacinas con el objetivo de llegar a la necrópolis de San Miguel, en Cabezón de la Sierra. Caminamos por Vallilaisa, y al poco de pasar la valla de la dehesa, nos encontramos en La Magdalena, en la Ledanía de Castrillo, Salas y Hacinas. Por un corte en el pinar de repoblación de pino negral, pasamos por las tenadas de Cinchamulos y de Las Cabezas. Así llegamos al mojón de Los Ruyales, que hace esquina entre varios términos administrativos. Intentando seguir el antiguo camino hacia Cabezón, nos desviamos innecesariamente, acabando en lo alto de un cerrito, que tuvimos que descender por el mismo sitio debido a la infranqueable espesura de la mata de roble rebollo, estepa y esqueno o enebro (Juniperus communis); por lo menos disfrutamos de inmejorables vistas sobre el valle del río Saelices, que por aquí llaman río Pajón. Atravesamos el río por el puente, y llegamos a las tenadas de San Miguel, apreciando a la derecha del camino los restos del desaparecido poblado de Torquemada. Un hito nos recuerda dónde estuvo situada su iglesia dedicada a S.Miguel y unos metros más adelante, otro hito nos marca la necrópolis altomedieval de tumbas antropomorfas.
Un mojón en el camino nos indica que entramos otra vez en término comunero (que no está señalizado en ningún mapa); pasado el río, otro gran mojón junto a la valla nos indica que ya estamos en el término de Hacinas. Sólo queda atravesar la dehesa de viejos robles y pasar junto a Fuentepeña para llegar al punto de origen.