Hayedo de Argovejo - Nacimiento Del Río Achin - Tejos Milenarios

Argovejo, precioso pueblo de la montaña oriental. Lo hemos visitado en varias ocasiones para recorrer sus bosques y montañas y disfrutar también de sus ferias en verano dedicadas al vino.

Tierra de Vadinienses
La lápida de Turenno es una lápida funeraria vadiniense grabada en cuarcita datada entre los siglos II y III d. C., encontrada en Argovejo y que se expone en la actualidad en el Museo de León.

Junto al texto aparecen los elementos típicos de las lápidas vadinienses, la hoja de edera, que representaría la hiedra y el caballo, en este caso al galope que no suele ser habitual.

El pueblo está esmeradamente cuidado y decorado por sus vecinos, con detalles en las fachadas de las casas como los relojes multicolores y también alguna decoración que hace homenaje a ese pasado Vadiniense, como la hoja de edera pintada en una piedra junto a la fachada de una de las casas de los vecinos. Es un placer y un orgullo visitar en nuestra montaña oriental pueblos con tanto encanto, que parecen sacados de una postal.

Dejamos el coche en las zonas que tiene el pueblo habilitadas para parking a la entrada del pueblo. Nuestro objetivo es pasar el día en los bosques remotos de estas montañas que ya hemos hecho en otras ocasiones.
Esta vez vamos a seguir el curso Del Río Achin para acercarnos a su nacimiento recorriendo los senderines que nos internan en el bosque y después caminando por el mismo curso Del Río mientras remontamos la montaña hasta encontrarnos encajonados entre paredes de roca de no más de 3 metros de ancho . Una maravilla el espectáculo de saltos de agua y cascadas constantes entre piedras tapizadas con musgos y líquenes . El color verde lo inunda todo, las hayas inmensas ofrecen una sombra prácticamente todo el camino y el ruido de la fuerza del agua es lo único que se escucha en todo el entorno, que solo dejamos de escucharlo cuando tomamos un sendero en pendiente cruzando el puente Vadico y nos internamos en la montaña en lo más profundo del bosque para encontrar los tejos milenarios.
Encontramos un Tejo en lo alto de la montaña cuyas raíces abrazaban una roca rompiendo su interior. Impresionante. Se pueden ver más tejos si se continúa la ruta subiendo el bosque.
Hay que advertir sobre el Tejo que es un árbol muy tóxico por lo que no es conveniente tocarlo.

Es una ruta ideal para hacer en verano porque se camina la mayor parte por el bosque muy sombrío, que se puede hacer tranquilamente con paradas en unas 3 horas, aunque nosotros decidimos pasar el día y comer junto al río.