Hayedo de Carrales - Villanueva Carrales - Quintanilla San Román

Ruta con encanto: bellos paisajes, eremitorios, bosques de hayedos... y muy buen ambiente en este grupo de senderismo.
Contemplar y pasear por un hayedo en sus momentos cumbres de primavera y otoño siempre es algo para no perderse.
En este caso, otoño, siempre nos sorprende con su variedad de colores.
Con la idea clara de contemplar este hermoso efecto otoñal decidimos realizar esta ruta tomada de otra: Integral a Carrales.
Hemos realizado esta ruta en dirección contraria a la original, con algunas variantes, dejando para el final el paseo por el hayedo.
Salimos de Villanueva Carrales, por ser el pueblo más cercano a Burgos. Llegamos a la carrertera nacional y nos adentramos en un pequeño bosque.
Al llegar a Renedo de Bricia giramos a nuestra derecha para seguir por un camino bien marcado, que poco a poco desaparece por la abundante vegetación.
Atravesamos la carretera que va a Polientes y seguimos un buen tramo, ahora por camino bien marcado, hasta una valla, que, tras atravesarla, giramos a la derecha en una corta, pero exigente subida.
Hay mucha niebla y nos impide poder disfrutar de los paisajes. Oímos el ruido de los aerogeneradores, pero hasta que no estamos debajo de ellos no los podemos ver.
Decidimos en un punto del camino bajar, en lugar de llegar hasta el pico Nava.
Es una carretera con bastante pendiente, utilizada por el personal del parque eólico.
Atención a un punto de este camino, ya que hay que tomar una senda por nuestra derecha que nos acercará a dos eremitorios o cuevas: Horno y tía Isadora.
En un principio nuestra idea era llegar hasta el pico Nava y bajar por algún lugar hasta la cueva de tía Isadora. Puede haber camino, pero hay que tomar precauciones.
Seguimos adelante en dirección a Villamediana de San Román. Hay momentos en los que se pierde de vista el sendero.
Cuando el sendero se hace más claro y se acerca al bosque, decidimos desviarnos e introducirnos por el bosque para disfrutar mejor del mismo.
Llegamos a la población de Quintanilla de San Román, y al lado de su iglesia de S. Esteban, prerrománica, degustamos un buen almuerzo.
Ahora sí, nos queda el plato fuerte de la ruta: el hayedo de Carrales. Ocho kilómetros de senda por el interior de este bosque. Para no perdérselo, aunque el color del otoño aún no estaba en todo su esplendor.
Salimos a la carretera nacional y seguimos por la carretera que lleva a Soncillo hasta un desvío del camino a la derecha.
La ruta nos reseva una sorpresa: una subida que se hace exigente por los kilómetros que llevamos recorridos, pero que merece la pena por ver dos paisajes próximos en dos vertientes distintas Bezana y Bricia.
Desde aquí, enseguida llegamos a Villanueva Carrales.
Excelente ruta, algo larga, pero entretenida por la variedad de paisajes y por el fabuloso hayedo.
Muy recomendable