Hayedo de Eterna

Inicio y final: Eterna (Burgos)
Distancia: 11´80 kilómetros
Desnivel positivo: 600 metros
Tipo de caminos: Amplios caminos y pistas de montaña. Senda de montaña por el hayedo algo cubierta por hojas pero señalizada con punto rojo y blanco por los árboles.

Ruta muy bonita y tranquila por el hayedo de Eterna. Catalogamos la ruta como moderada dentro de la actividad de senderismo debido a algunas rampas exigentes y a que en algún tramo del hayedo nos podemos despistar si no seguimos sus marcas.

Abandonamos el pueblo en dirección a la carretera BU-V-8106 (la carretera por la que llegamos a Eterna) y tomamos un camino que sale a nuestra izquierda y que nos lleva paralelos al río Eterna o río de Villamayor, enlazando a la altura de "El Somo" con el camino que utilizaremos al final para retornar de nuevo a Eterna. Desde aquí seguiremos por el camino que ya no abandonaremos, pasando por una extensa zona en la que encontramos vacas y caballos sueltos, continuando hasta llegar a las inmediaciones del Alto del Cañal, donde encontramos la caseta de vigilancia de incendios y desde donde tenemos unas buenas vistas de la Sierra de la Demanda.

Desde aquí continuamos en dirección a Santa Brígida, por una senda en la que empezamos a ver ya las marcas que nos acompañaran por todo el interior del hayedo, unos puntos rojos y blancos que iremos encontrando en los árboles. Hay que estar pendiente en este tramo ya que debido a la inmensidad del hayedo es fácil despistarse y perder las marcas, unido a que además las sendas y caminos están cubiertos por las hojas. Recorreremos el interior del hayedo de Eterna durante aproximadamente dos kilómetros, hasta que el camino nos lleva a un camino más amplio, paralelo al arroyo de Espinosa y que discurre por el hayedo del Umbrión.

Continuaremos por este camino que una vez fuera del hayedo, va entre tierras de cultivo hasta llegar casi a la entrada del pueblo de Espinosa del Monte, donde giramos hacia nuestra derecha para coger un camino que va paralelo al cauce del Umbrión. Vamos en ascenso continuo mientras nos vamos internando en el bonito hayedo por el que discurre el camino. Bonitos y grandes ejemplares de haya nos llevan a pasar por una especie de abrevadero para ganado, justo antes de salir otra vez a terreno amplio donde nos encontramos de nuevo caballos y vacas en libertad. Aquí tomamos primero una senda hacia nuestra izquierda, que luego se convierte en una amplia pista y nos dirigimos hacia el pueblo de Eterna. Justo antes de entrar en Eterna vemos las ruinas de su iglesia y siguiendo el camino, en poco tiempo llegamos al punto desde el que comenzamos la ruta.