Hayedo de Hermo

Punto de partida: Cementerio de Monasterio de Hermo.
Espacio protegido: Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.
Época recomendada: Otoño.
Elementos de interés: El hayedo de Hermo, las brañas del Narcea y de la Revechada y el río Narcea.
Tipo de camino: Pista de tierra sin balizar.
Servicios: En este valle, tanto Monasterio de Hermo como Gedrez cuentan con alojamientos hoteleros y bares/restaurantes. Cangas de Narcea completa una mayor oferta.

Descripción del itinerario.

Con 1500 hectáreas es el mayor hayedo de Asturias. A todo lo largo del valle, hasta la localidad de Monasterio de Hermo y dos kilómetros más allá, remonta una pista minera, en muy mal estado, casi siempre pegada al río. Aparte de eso y de alguna pista ganadera por la que transitaremos, no hay senderos trazados. Este hayedo es un bosque puro.

El inicio lo podemos encontrar en cualquier apartado de la carretera entre el arroyo Morteiro y el fin de la carretera. Creo que es una buena opción dejarlo en el cementerio de la localidad ya que de esta manera nos quitaremos la mitad de la carretera evitando así que resulte tan pesada (figuras 1, 2, 3, 4 y 5).

La carretera se transforma en una pista donde elegiremos el desvío hacia la izquierda que nos lleva a la braña del Narcea, donde muy cerca de ella nace el río Narcea. Esta braña se compone de 5 cabañas en un paisaje que en el otoño se encontraba soberbio (figuras 6, 7, 8, 9, 10 y 11).

Dejaremos la braña atrás internándonos por el hayedo de Hermo. Éste se asienta sobre suelos de pizarras y donde la geología y el clima propician la aparición de otras especies atlánticas en detrimento del haya. De hecho, cerca crece el bosque de Muniellos, el mayor robledal atlántico y uno de los mejor conservados de España (figuras de la 12 a la 27).

El recorrido a través del hayedo se sigue sin pérdida a pesar de que no se encuentre balizado ni haya ninguna senda oficial que lo atraviese; si nos ceñimos al track no tendremos problemas para atravesarlo. Sobre el kilómetro 3,8 empezaremos a descender ligeramente rodeando una bonita campa que precede a la braña de la Revechada, que cuenta con solo una cabaña (figuras de la 28 a la 35).

Tras pasar la braña el descenso se volverá mucho más pindio y resbaladlizo, especialmente cuando pasemos el claro de la figura 36, que como el anterior, bordearemos por la derecha. El descenso se volvió peligroso debido a la cantidad de hojas caídas en este tramo y que el agua se apoderó de este tramo de senda, en el que se salvan dos vallas (figuras 37, 38, 39 y 40).

El descenso finalizará una vez crucemos el puente sobre el río Narcea que nos introduce en la carretera de vuelta al cementerio, la cual no se encuentra en su mejor estado (figuras 41, 42 y 43).

Impresiones.

En el territorio del roble, en el oeste asturiano, se encuentra también el hayedo más extenso de Asturias. Los más de 1,5 kilómetros que recorren el nacimiento de la cuenca alta del río Narcea harán de este valle una maravilla para recorrerlo. Se trata de un recorrido fácil, que se sigue sin mucha pérdida, donde podremos disfrutar de una ruta otoñal 100%.