Hayedo de Santiago (circular)

28 de julio de 2015. Dejamos en coche en el despoblado de Vellosillo (Soria), donde nace el camino que sube al Monte de Santiago. La idea es llegar desde alli al hayedo, en su totalidad situado en La Rioja. Esta primera subida es de unos 500 m acumulados y casi no se nota por la mañana, cuando vamos descansados y hay una niebla baja que no deja pasar al sol. Al llegar al alto (cerca de Prado Redondo) se pueden ver los puestos de tiro a las palomas, que pasan en otoño si hay suerte.

A partir de este punto empiezan a verse hayas salteadas entre los pinos. Pasamos una fuente con su alberca y un refugio forestal y nos adentramos en el hayedo. Los árboles atrapan el sol en las hojas y han acabado con toda la vegetación que pudiera haber en el suelo, que parece una alfombra de hojas de haya secas.

Este primer tramo es de unos 6 km, y no faltan fuentes donde abrevar la sed, ni arroyos que canturrean al paso de los caminantes.

Se acaban las esbeltas hayas y seguimos bajando por un camino, que a la sazón está destrozando (perdón, haciendo) una escavadora, con vistas espectaculares sobre la sierra que se alza por detrás de Zarzosa y Munilla, hasta llegar a un merendero, cabe la ermita de N.S. de las Canalejas. Para los que vengan de estos dos pueblos, la ermita puede ser el lugar idóneo para tomar esta ruta, que sin saltar al otro lado de la sierra tiene unos 18 km nada más.

Tras un descanso corto emprendemos la subida, primero por el carril que va a Larriba (claro, el pueblo de Allá Arriba, porque está encaramado en el monte, 300 m por encima de nosotros) y luego por la cuesta que nos llevará de nuevo al refugio por el que pasamos hace un par de horas.

Como es mediodía cuando atacamos esta subida, la cuesta de unos 8 km "cuesta" lo suyo. Y eso que las hayas no dejan ni siquiera ahora que el sol bese el suelo. al inicio de la desviación están los árboles más veteranos, los que al amor del arroyo han aguantado "cienes y cienes" de años. La senda serpentea jugueteando con el arroyo Manzanares.

En fin, a eso de las 2 de la tarde ya hemos dado la vuela al hayedo y estamos de nuevo en el refugio y bebiendo agua en la fuente cuyo pilón utilizan los cazadores como lavadero.

Desde allí casi una hora más hasta el coche, pero es cuesta abajo, hace viento regañón y casi no se nota el calor en este último tramo, a pesar de que el termómetro roza los 30º.

Os dejo fotos, un vídeo de youtube (hecho con mucho cariño por Manuel Fernández, a quien no conozco pero le agradezco que lo colgara en youtube), alguna dirección de internet y el regusto de una excursión por lo más fresco de la Rioja, que si no con estos calores no se podrían haber hecho los 32 km de recorrido.

¿Os venís a celebrarlo en la casa rural de Yanguas?