Hayedo de Valdosín (La Uña)

Punto de partida: La Uña.
Espacio protegido: Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.
Época recomendada: Primavera y otoño.
Elementos de interés: El bosque mixto de Valdosín, turberas, los valles por los que transita la ruta, las vistas hacia peña Ten, Castiello y Mampodres, el río Esla y sus vegas, la hayona de Valdosín y los cinco refugios.
Tipo de camino: En la ida: pista de hormigón, senda de tierra, y campo a través por el bosque. En la vuelta: pista de tierra balizada con el PR-LE 20.
Servicios: En el paraje de los Carbellares, a orillas de la carretera del puerto de Tarna existe un área recreativa desde el que también se puede empezar la ruta. Los servicios de restauración y alojamiento más cercanos se encuentran en Lario y Acebedo. En Lario se puede visitar la casa del parque de Valdeburón.

Descripción del itinerario.

El valle de Valdosín es un valle característico de la montaña cantábrica, modelado por las glaciaciones cuaternarias. El recorrido discurre por el típico paisaje de esta comarca, Valdeburón, con extensos pastizales limitados por brezales, piornales y buenos bosques de haya.

Desde La Uña, última localidad de la provincia de León en su límite con Asturias, iniciamos el recorrido justo tras pasar un puente sobre el río Esla donde justo en frente encontramos una vivienda de fachada blanca que dejaremos a la izquierda (figuras 1 y 2). En ligero ascenso progresaremos por una pista de hormigón (figura 3) hasta que atravesemos un redil para el ganado, mayoritariamente vacuno, donde la pista se transformará en un camino de tierra (figuras 4 y 5). Hacia el este tendremos una bonita vista de los pastizales de Campos de María (figura 6).

Cuando completemos el primer kilómetro llegaremos al refugio de san Rábide el cual no pudimos abrir; justo arriba se encuentra un manadero (figuras 7 y 8). Unos metros más adelante localizamos el albergue para ganado de san Rábide, cuyo refugio también se encontraba cerrado (figura 9). Encontramos dos turberas, a ambos lados de camino protegidos por un cercado con el objetivo de evitar su degradación derivada del pisoteo del ganado (figuras 10, 11 y 12).

Tras cruzar el arroyo de la Horcada, entramos en el hayedo de Valdosín (figuras 13 y 14). El haya es una de las especies arbóreas más abundantes y representativas del parque regional, donde forma bosque extensos. En general, estos hayedos están compuestos por ejemplares modestos, de unos 10-15 metros de altura y 0,50-1 metros de diámetro en la base del tronco, resultado del aprovechamiento intensivo que el hombre ha hecho de estos montes a lo largo de la historia, seleccionando las mejores hayas para obtener piezas de madera y leña (figuras 15, 16, 17, 18, 19 y 20).

Una vez llegado al collado de Valdosín deberemos realizar un giro hacia la derecha momento en que el sendero se volverá casi imperceptible aunque se encuentra hitado (figuras 21 y 22). Para no perdernos podemos tomar como referencia la peña que se ve en las imágenes. La rodearemos por su izquierda. Es un bosque que merece una visita a fondo, la cantidad de ejemplares centenarios que hay en él lo demuestra (figuras 23, 24, 25 y 26).

En torno al kilómetro 4,3 llegaremos al refugio del Vaquerín donde desde su pequeña campa nos deja una preciosa panorámica hacia el valle de Valdosín donde nace el Esla (figuras 27 y 28). Seguidamente encontramos tres ejemplares centenarios de haya (figuras 29 y 30). Nos podrán servir como referencia pues en este momento habremos salido del bosque para descender por el valle de las Corvas entre piornos y brezos (figura 31). Atravesaremos un cercado para las vacas (figura 32) y cruzaremos el arroyo de las Corvas (figura 33) en el límite con la ladera más meridional de peña Ten.

Durante el camino que une los valles de las Corvas y el de Valdosín encontramos dos majadas, primero la de Polvoredo y algo más abajo la de Lario. Ambas se encuentran en un marco incomparable como atestiguan las figuras 34, 35, 36, 37, 38 y 39.

Entramos ahora en el camino balizado PR-LE 20 "Puerto de Ventaniella" (figura 40) realizando un giro hacia la izquierda en dirección sur. El camino del puerto de Ventaniella es una antigua ruta de la que se tiene constancia al menos desde el medievo, cuando era uno de los mejores pasos por los que se podía atravesar la cordillera Cantábrica.

Valdosín es una vega espléndida, con amplios pastizales trabajados por el ganado vacuno y laderas cubiertas por umbrosos hayedos, que dan paso a grandes cumbres como peña Ten y Pileñes (figuras 41 y 42). En este paraje, antes de llegar a peña Castiello, encontramos en la ladera este de Valdosín, su hayona, que con una altura de 23 metros la hacen la madre de todas (figuras 43, 44, 45 y 46).

La peña Castiello se convierte entonces en referencia del camino que, poco más adelante, circula bajo sus acantilados (figuras 47, 48 y 49). El camino prosigue su descenso avanzando entre prados por el margen izquierdo del valle, superando la ancha vega de san Miguel en la que confluyen el arroyo de Riosol y el Esla (figuras 50, 51, 52, 53, 54, 55 y 56).

Los últimos 800 metros les realizaremos por una carretera con poco tráfico antes de pasar por un panel informativo y un puente sobre el río Esla hasta entrar por la calle principal de La Uña donde se encuentra su iglesia parroquial, que no será de nuestro cometido, pues en nuestro camino giraremos hacia la izquierda junto a una fuente para bajar, de nuevo, a orillas del Esla (figuras 57, 58, 59, 60, 61 y 62).

Impresiones.

Los amplios y fértiles valles de Valdeburón no dejan insatisfecho a nadie. Una ruta que conjuga todos los elementos para realizar un recorrido inolvidable. A la larga lista de valles recorridos en esta zona: San Pedro, San Pelayo, Mirva, Rabanal, Hornedo y Hormas se une el de Valdosín: vegas humanizadas, ocupadas por extensos y nutritivos pastizales de diente, laderas salvajes, tapizadas por el hayedo, y cumbres imponentes que se acercan al cielo.