Hayedo y braña de Gumial

Punto de partida: Aparcamiento del Carrozal.
Espacio protegido:
Época recomendada: Todo el año, especialmente durante el otoño.
Elementos de interés: El bosque y hayedo de Gumial, el arroyo del Alba y el monte de la Llana.
Tipo de camino: El recorrido se corresponde con el PR-48 "El Gumial". Pista y senda a medida que vamos entrando el hayedo.
Servicios: En Cuevas encontramos el mesón. Felechosa completa una mayor oferta.

Descripción del itinerario.

El bosque de Gumial o Gumiel ocupa el valle del arroyo del mismo nombre que nace en las montañas que forman el cordal de Fuentes de Invierno. Para muchos se trata del hayedo más bello de Asturias. Esta excursión debe figurar en la agenda de cualquier aficionado que quiera disfrutar del otoño en su máximo esplendor.

El recorrido comienza desde el aparcamiento "El Carrozal" que se sitúa en el kilómetro 34 de la AS-112, muy cerca del límite con la provincia de León. Unos metros más adelante, nace a mano izquierda una pista señalizada con marcas del PR-AS 48 "El Gumial" cuyo panel informativo se encuentra en el mesón Cuevas (figuras 1, 2, 3 y 4).

La pista desciende al valle del río san Isidro y lo remonta paralela a la carretera hacia las praderías y cabañas de las Llanas. A los 200 metros la pista se bifurca en dos. Hay que seguir la de la izquierda pues la otra se dirige al valle de Riopinos. Un poco más adelante volvemos a encontrarnos con otra bifurcación en donde tomaremos el camino que gira hacia la derecha y cruza el río san Isidro desembocando así en la zona denominada "Las Llanas" donde hay varias cabañas diseminadas (figuras 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11).

Rebasadas ya las últimas cabañas de la Llana, el ancho camino se estrecha y comienza a ascender por el hayedo que cubre la ladera occidental de la peña Cotelbu acompañado del murmullo del río del Alba que forma aquí unas pequeñas cascadas de gran belleza (figuras 12, 13, 14, 15 y 16).

Tras salvar los primeros desniveles pronunciados en un pindio pero llevadero zig-zag, aparece el motivo que nos ha traído hasta aquí: el bosque de Gumial, uno de los más bonitos de Asturias. Una sensación de paz y tranquilidad seguro que se apodará de nosotros cuando transitemos a través de él. El silencio del bosque solo es roto por el crepitar de las hojas muertas (figuras 17, 18, 19 y 20).

El río del Alba serpentea por uno de los extremos del hayedo, creando rincones únicos y proporcionando encuadres mágicos. Es muy recomendable abordar esta ruta después de un día de lluvia para encontrar el río en su máximo esplendor y sacar todos los colores del otoño. En uno de estos rincones, junto a la mana la fuente de Cotelbu (figuras 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29 y 30).

Al otro lado del bosque se abre la braña del Gumial, un rincón espectacular entre montañas en el que es frecuente encontrar ganado vacuno y caballar. En la del Gumial, rodeada de cimas que superan los dos mil metros como el pico Nogales, Fuentes o el Oso, se conservan varias cabañas pastoriles en buen estado (figuras 31, 32, 33, 34, 35 y 36).

Impresiones.

Sensacional recorrido el bosque de Gumial. Los algo más de 400 metros de desnivel positivos les haremos sin darnos cuenta a medida que el bosque y las hayas nos deleiten con su cambio de hoja. Por si no fuera poco, el arroyo del Alba pone más ingredientes a este corto pero intenso recorrido que finaliza en el vergel de su braña, rodeada por cimas que superan los dos mil metros de altitud.