231. Hayedos y Robledales entre Aldea de Ebro, Loma Somera, y Mediadoro
near Aldea de Ebro, Cantabria (España)
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Trail photos
Itinerary description
📸 FOTOS:
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 64 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 604 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
En la ruta anterior [*] ‘Queríamos Mal Tiempo’. No que lloviera o nevase (descabellado esto último; era pleno verano), o que hubiera relámpagos y truenos. Pero Sí que estuviera nublado y, a ser posible, que hubiera niebla.
[*] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/eremitorios-cordal-y-hayedo-de-carrales-desde-quintanilla-de-san-roman-143457825
Sin embargo, el tiempo meteorológico nos hizo un jeribeque a última hora y los pronósticos se fueron al garete. … Bueno, en realidad, el tiempo se comportó sabiamente: Parecía conocer lo que allí nos convenía mejor que nosotros mismos.
Admitido. Pero se nos había quedado la obsesión atascada; insatisfecha. Queríamos niebla y penumbra. ¡Hoy Sí! Hoy lo conseguiríamos….
En el lugar de la ruta elegida, la agencia de meteorología Aemet pronosticaba ‘Niebla’ toda la mañana hasta las 14 horas. Luego una hora de nubes con algún rayo de sol, y volvería la fosca para el resto del día.
Meteosat suavizaba un poco las cosas: Niebla hasta las 9 h y luego densa nubosidad toda la mañana hasta las 14 h. Seguiría un sol entre nubes, volvería el cielo plomizo, y finalmente todo se sumergiría en brumazón de nuevo.
¡Perfecto! Para las 14 h habríamos terminado de sobra (si no nos perdíamos entre la niebla…).
Esas eran las previsiones en consulta realizada en la noche de ayer, cuando nos decidimos por esta ruta. Las previsiones fueron corroboradas hoy a las 6:30 h am, antes de ponernos en camino hacia el lugar.
--“¡Por favor, que no cambien!”. “¡Que hoy acierten!”.
--“¿Estáis (‘estás’) bien de la cabeza?”.
--“Mira, hace mucho viento. No se oye naaada…”.
Baste con remitirnos a los ‘argumentos’ expuestos en la ruta previa [*].
Ya estábamos hartos de días despejados y soleados. Queríamos experimentar el bosque de forma nueva. Más enigmática; menos explícita. Lo que se insinúa a la imaginación más allá de lo que ven los ojos.
A ver cómo se da la cosa….
LA RUTA
Seguimos la guía de ‘Revellín’ https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hayedos-de-el-cabrero-y-de-mediadoro-circular-desde-aldea-de-ebro-142489737 . Muy útil, si no necesaria; en particular, entre los km 9 y 12,5.
Hicimos un cambio significativo en la segunda mitad del descenso por el hayedo de Mediadoro (km 11,6 al 12,4). Acortamos así algo el trayecto en esa parte, aunque hicimos ligeros alargamientos en otras.
Desde Aldea de Ebro (inicio) hasta Loma Somera (km 5,5) hay una senda bien marcada y acondicionada, el Circuito del Ebro, dentro del GR-99. Vamos casi siempre dentro del bosque: primero, un extenso robledal; luego, el hayedo de El Cabrero.
Cuando uno llega a Aldea de Ebro, es irrefrenable el deseo de callejear un poco en esa bonita localidad; antes de empezar la marcha. La veremos a la vuelta también, pero ‘por si acaso’….
Alcanzada Loma Somera, con más razón para callejear igualmente por este pueblo encantador. Digo ‘con más razón’, porque a éste ya no lo podremos contemplar después.
En las afueras de Loma Somera tenemos una atracción añadida, el enorme roble ‘La Piruta’ (km 5,8). Desde allí, un largo camino asciende por un bosque de robles hasta el km 9, encumbrándonos a una zona abierta.
Por esa loma deambularemos hasta el km 10,8, prácticamente sin senda visible. La vegetación arbórea es reducida, pero la rastrera es muy abundante (sobre todo brezo y árgoma, además de helechos y hierba). A pesar de ello, se camina bien.
Un poco antes del km 11 entramos en el hayedo de Mediadoro. Podemos alargar ahí el paseo a voluntad, sin sendero ninguno. En el km 12,5 llegamos a la carretera local entre Aldea de Ebro y Mediadoro, aunque apenas la pisamos.
Inmediatamente, giramos a la izquierda, tomando un camino de ascenso por el hayedo de Mediadoro de nuevo; hasta el km 14. Las hayas van dejando paso a los robles. Luego (km 14-15) el bosque se espacia y se torna más adehesado.
Tras un km final con variada y frondosa vegetación, llegamos de regreso a Aldea de Ebro. Nos desviamos a admirar la exquisitez de sus monumentos religiosos; y preservarlos en la memoria (y las fotos). Otra vez.
Posibles Dificultades:
A pesar de los 500 m de desnivel, el ascenso es generalmente tendido y paulatino, con poca exigencia física. Los descensos, algo más pronunciados, no son fuertes. Entre los km 11 y 12 (hayedo) hay que tener cuidado con los resbalones.
La orientación es fácil, excepto entre los km 9 y 12,5. En esa parte apenas si queda alguna débil marca que indique el trazado. Es fácil extraviarse; y más con niebla.
En la segunda mitad del descenso por el hayedo de Mediadoro (km 11,6 al 12,5), tuvimos que cruzar 4 alambradas; o la misma 4 veces (no sé...). No siempre fue fácil (tampoco difícil).
DESTACADO
A menudo, en la sección de Destacado, hago un apartado común para todos los pueblos de la ruta. Hoy cada uno de los dos visitados merece un altar propio.
El otro gran atractivo, naturalmente, es la naturaleza. Casi cinco horas recorriendo bosques; extensos, pero variados. No sacian.
(1) Aldea de Ebro:
Nada más llegar a Aldea de Ebro, la ruta ‘pisa fuerte’; pone muy alto el listón para lo que venga después. Es una envidiable tarjeta de presentación para el resto. Un sello de calidad concentrado en una pequeña población.
Sus casas de piedra, sus calles adoquinadas, sus balconadas floridas…. Sus perros (perrazos, algunos), todos amistosos; ni un ladrido. Y las personas con las que nos encontramos: primero, interesadas en lo que íbamos a ver; luego, en cómo nos había ido.
Y su bello conjunto parroquial del siglo XIII, constituido por varios monumentos: la iglesia románica de San Juan Bautista, la ermita de Dondevilla, una iglesia más reciente que acoge un museo, y una monumental espadaña. Sobre el abismo del Ebro.
(2) Loma Somera:
Aun perteneciendo a valles distintos, Loma Somera (Valderredible) y Aldea de Ebro (Valdeprado del Río), parecen competir por los mismos objetivos. A ver quién lo hace mejor.
Destaca la bella arquitectura popular en el casco urbano de Loma Somera. Casas de piedra oscura, empedrado en las calles, adornos florales en jardines, balcones y paredes….
En una plaza se levanta la ermita de San Miguel, digna y sencilla. En la periferia, la iglesia, iniciada en el siglo XIII y muy reformada posteriormente. Otro tanto se aplica a la ermita de la Virgen de la Somera (más apartada y no visitada).
Por cierto, también vimos perros, como en Aldea de Ebro. Nos miraron curiosos, sin un mal gesto de hostilidad. ¡Caramba, sí que los tienen bien educados por aquí!
(3) Los Bosques:
A lo largo de la ruta, hay tres ecosistemas bien diferenciados. Los bosques de robles, los hayedos, y las zonas mixtas de pastos. Se van ‘dando la vez’, intercalándose en múltiples ocasiones. Más de 16 km dan para mucho.
Los robles ocupan algo más de un tercio de la ruta. Tienen aspecto saludable. Hay ejemplares singulares y de gran tamaño; destaca el de ‘La Piruta’. Los bosques están, además, adornados con brezo florido, helechos, etc.
Otro tercio lo ocupan dos hayedos: El Cabrero y el de Mediadoro. Este último lo recorremos en dos partes, una bajando y otra subiendo. Te puedes extasiar paseando dentro, sobre su hojarasca acolchonada.
A partir del km 9, durante casi dos km, hay una loma con pocos árboles, pero muchas plantas bajas; sobre todo brezo y árgoma (“con acento en la á primera”, nos corrigieron amables en Aldea de Ebro).
Con esas plantas floridas alrededor, era una delicia caminar a través. La densa niebla acentuaba la sensación de flotar en el paraíso.
Como complemento de este tercer ecosistema (casi otro tercio), están las praderas y dehesas, repartidas a lo largo de distintos puntos de la ruta.
Esa estimulante rotación de ecosistemas variados mantiene la atención siempre curiosa, renovando el interés a cada paso.
ANÉCDOTA
Hubo unos cuantos sucesos anecdóticos. Seleccionaré tres: dos (a y b), brevemente; otro (c), más detenidamente, por su relevancia directa para el atractivo de la propia ruta.
(a) La Vista:
Hoy ha sido la tercera vez en 10 meses que encontramos unas gafas en pleno monte: Nuestras rutas 145 (en la cima del pico Cachipurri) y 189 (bajando de La Picotilla), más la de hoy. ¡Qué casualidad! Algo tan pequeño en algo tan inmenso. Vista de lince (dicen).
Las gafas de hoy (graduadas) estaban en el suelo (km 6,5). Como no era lejos de Loma Somera, las dejamos allí. Las colgamos de una ramita en la orilla del camino, para que resultasen bien visibles (foto en waypoint 16).
(b) Las Vistas:
Nos acercábamos al km 9, en el rasante más alto de la ruta, dejando el bosque y entrando en el claro de pastos. Suena un leve pitido en el teléfono. Lo miro. Es un aviso de ‘Revellín’ (nuestro guía virtual). Dice: “Vistas” (en su waypoint 17).
Miro a mi alrededor. Estallo en carcajadas. La niebla se acababa de poner traviesa; con el sayo de jugar al escondite. ‘Vistas’ de una cortina de plomo, pensé. ¡Dos metros de vistas por delante! Ciertamente, ‘Revellín’ se refería a otras; con tiempo despejado.
Gracias (también) por hacerme reír.
(c) La 'Salsa' Especial:
Decía al inicio de esta crónica, en el Preámbulo, que queríamos ‘mal tiempo’; definido como (muy) nublado; a poder ser, con niebla.
¡Hoy las agencias meteorológicas ‘se portaron’! En todo momento, el cielo estuvo densamente anubarrado. Además, entre las oscuras nubes y la tierra flotó la niebla durante cuatro horas. No parecía muy espesa. No ‘parecía’….
… Pero terminamos ‘calados hasta los huesos’. Calzábamos botas de media caña impermeables, más polainas de material aislante hasta media pantorrilla, sobre el pantalón. Por ahí no entraba el agua….
…Pero sí por más arriba (las rodillas, los muslos…). Y luego se escurría hacia abajo por la pernera. Total que, a las tres horas, nuestros pies hacían ‘chof’, ‘chof’… (literalmente); como si los lleváramos dentro de una bañera.
Todo ello como sin querer (llover); finas gotas implacables. Paso a paso; un segundo y otro. Kilómetro tras kilómetro; por todas partes. Empapados. Había que ocultar y limpiar el objetivo de la cámara a menudo.
Llegamos a Aldea de Ebro, de vuelta, chorreando. Si alguien nos hubiera preguntado si nos habíamos caído al Ebro, no nos habría extrañado que lo dijera en serio. ...Exagerando un poco.
--“¿Algo bueno en todo ello?”.
--“¡TODO!”. (Otro día será el turno de las ‘vistas’ lejanas).
Fue una cuña novedosa en el soleado verano. Fue una sensación fantástica; la de moverse entre la bruma, con el entorno diluyéndose. Así lo fue especialmente por la zona más alta, cuando la niebla se apretó; cerró filas.
Por si lo anterior no te convence plenamente, por vaporoso, añado una ventaja concreta adicional: En las casi cinco horas de marcha, no bebimos nada. La botella de agua llegó intacta al final. A eso se le llama ahorro.
Y no es que no sudáramos. Lo hicimos: La temperatura era suave y las pendientes exigían esfuerzo. Fue un caso claro de ‘Las que entran por las que salen’. (Las gotas).
▶ Las 6 primeras seleccionan aspectos de interés (con descripción al pie).
▶ Las siguientes se ordenan según el itinerario (asociadas a cada 'waypoint').
📝 TEXTO (5 secciones):
▶ Índice IBP de la ruta,
▶ Preámbulo: antecedentes y motivos,
▶ La Ruta: recorrido y dificultades,
▶ Destacado: rasgos sobresalientes, y
▶ Anécdota: hechos curiosos.
INDICE IBP de Dificultad de la Ruta
Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/
El resultado del análisis IBP es de 64 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.
El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 604 metros (superior al que estima Wikiloc).
PREÁMBULO
En la ruta anterior [*] ‘Queríamos Mal Tiempo’. No que lloviera o nevase (descabellado esto último; era pleno verano), o que hubiera relámpagos y truenos. Pero Sí que estuviera nublado y, a ser posible, que hubiera niebla.
[*] https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/eremitorios-cordal-y-hayedo-de-carrales-desde-quintanilla-de-san-roman-143457825
Sin embargo, el tiempo meteorológico nos hizo un jeribeque a última hora y los pronósticos se fueron al garete. … Bueno, en realidad, el tiempo se comportó sabiamente: Parecía conocer lo que allí nos convenía mejor que nosotros mismos.
Admitido. Pero se nos había quedado la obsesión atascada; insatisfecha. Queríamos niebla y penumbra. ¡Hoy Sí! Hoy lo conseguiríamos….
En el lugar de la ruta elegida, la agencia de meteorología Aemet pronosticaba ‘Niebla’ toda la mañana hasta las 14 horas. Luego una hora de nubes con algún rayo de sol, y volvería la fosca para el resto del día.
Meteosat suavizaba un poco las cosas: Niebla hasta las 9 h y luego densa nubosidad toda la mañana hasta las 14 h. Seguiría un sol entre nubes, volvería el cielo plomizo, y finalmente todo se sumergiría en brumazón de nuevo.
¡Perfecto! Para las 14 h habríamos terminado de sobra (si no nos perdíamos entre la niebla…).
Esas eran las previsiones en consulta realizada en la noche de ayer, cuando nos decidimos por esta ruta. Las previsiones fueron corroboradas hoy a las 6:30 h am, antes de ponernos en camino hacia el lugar.
--“¡Por favor, que no cambien!”. “¡Que hoy acierten!”.
--“¿Estáis (‘estás’) bien de la cabeza?”.
--“Mira, hace mucho viento. No se oye naaada…”.
Baste con remitirnos a los ‘argumentos’ expuestos en la ruta previa [*].
Ya estábamos hartos de días despejados y soleados. Queríamos experimentar el bosque de forma nueva. Más enigmática; menos explícita. Lo que se insinúa a la imaginación más allá de lo que ven los ojos.
A ver cómo se da la cosa….
LA RUTA
Seguimos la guía de ‘Revellín’ https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hayedos-de-el-cabrero-y-de-mediadoro-circular-desde-aldea-de-ebro-142489737 . Muy útil, si no necesaria; en particular, entre los km 9 y 12,5.
Hicimos un cambio significativo en la segunda mitad del descenso por el hayedo de Mediadoro (km 11,6 al 12,4). Acortamos así algo el trayecto en esa parte, aunque hicimos ligeros alargamientos en otras.
Desde Aldea de Ebro (inicio) hasta Loma Somera (km 5,5) hay una senda bien marcada y acondicionada, el Circuito del Ebro, dentro del GR-99. Vamos casi siempre dentro del bosque: primero, un extenso robledal; luego, el hayedo de El Cabrero.
Cuando uno llega a Aldea de Ebro, es irrefrenable el deseo de callejear un poco en esa bonita localidad; antes de empezar la marcha. La veremos a la vuelta también, pero ‘por si acaso’….
Alcanzada Loma Somera, con más razón para callejear igualmente por este pueblo encantador. Digo ‘con más razón’, porque a éste ya no lo podremos contemplar después.
En las afueras de Loma Somera tenemos una atracción añadida, el enorme roble ‘La Piruta’ (km 5,8). Desde allí, un largo camino asciende por un bosque de robles hasta el km 9, encumbrándonos a una zona abierta.
Por esa loma deambularemos hasta el km 10,8, prácticamente sin senda visible. La vegetación arbórea es reducida, pero la rastrera es muy abundante (sobre todo brezo y árgoma, además de helechos y hierba). A pesar de ello, se camina bien.
Un poco antes del km 11 entramos en el hayedo de Mediadoro. Podemos alargar ahí el paseo a voluntad, sin sendero ninguno. En el km 12,5 llegamos a la carretera local entre Aldea de Ebro y Mediadoro, aunque apenas la pisamos.
Inmediatamente, giramos a la izquierda, tomando un camino de ascenso por el hayedo de Mediadoro de nuevo; hasta el km 14. Las hayas van dejando paso a los robles. Luego (km 14-15) el bosque se espacia y se torna más adehesado.
Tras un km final con variada y frondosa vegetación, llegamos de regreso a Aldea de Ebro. Nos desviamos a admirar la exquisitez de sus monumentos religiosos; y preservarlos en la memoria (y las fotos). Otra vez.
Posibles Dificultades:
A pesar de los 500 m de desnivel, el ascenso es generalmente tendido y paulatino, con poca exigencia física. Los descensos, algo más pronunciados, no son fuertes. Entre los km 11 y 12 (hayedo) hay que tener cuidado con los resbalones.
La orientación es fácil, excepto entre los km 9 y 12,5. En esa parte apenas si queda alguna débil marca que indique el trazado. Es fácil extraviarse; y más con niebla.
En la segunda mitad del descenso por el hayedo de Mediadoro (km 11,6 al 12,5), tuvimos que cruzar 4 alambradas; o la misma 4 veces (no sé...). No siempre fue fácil (tampoco difícil).
DESTACADO
A menudo, en la sección de Destacado, hago un apartado común para todos los pueblos de la ruta. Hoy cada uno de los dos visitados merece un altar propio.
El otro gran atractivo, naturalmente, es la naturaleza. Casi cinco horas recorriendo bosques; extensos, pero variados. No sacian.
(1) Aldea de Ebro:
Nada más llegar a Aldea de Ebro, la ruta ‘pisa fuerte’; pone muy alto el listón para lo que venga después. Es una envidiable tarjeta de presentación para el resto. Un sello de calidad concentrado en una pequeña población.
Sus casas de piedra, sus calles adoquinadas, sus balconadas floridas…. Sus perros (perrazos, algunos), todos amistosos; ni un ladrido. Y las personas con las que nos encontramos: primero, interesadas en lo que íbamos a ver; luego, en cómo nos había ido.
Y su bello conjunto parroquial del siglo XIII, constituido por varios monumentos: la iglesia románica de San Juan Bautista, la ermita de Dondevilla, una iglesia más reciente que acoge un museo, y una monumental espadaña. Sobre el abismo del Ebro.
(2) Loma Somera:
Aun perteneciendo a valles distintos, Loma Somera (Valderredible) y Aldea de Ebro (Valdeprado del Río), parecen competir por los mismos objetivos. A ver quién lo hace mejor.
Destaca la bella arquitectura popular en el casco urbano de Loma Somera. Casas de piedra oscura, empedrado en las calles, adornos florales en jardines, balcones y paredes….
En una plaza se levanta la ermita de San Miguel, digna y sencilla. En la periferia, la iglesia, iniciada en el siglo XIII y muy reformada posteriormente. Otro tanto se aplica a la ermita de la Virgen de la Somera (más apartada y no visitada).
Por cierto, también vimos perros, como en Aldea de Ebro. Nos miraron curiosos, sin un mal gesto de hostilidad. ¡Caramba, sí que los tienen bien educados por aquí!
(3) Los Bosques:
A lo largo de la ruta, hay tres ecosistemas bien diferenciados. Los bosques de robles, los hayedos, y las zonas mixtas de pastos. Se van ‘dando la vez’, intercalándose en múltiples ocasiones. Más de 16 km dan para mucho.
Los robles ocupan algo más de un tercio de la ruta. Tienen aspecto saludable. Hay ejemplares singulares y de gran tamaño; destaca el de ‘La Piruta’. Los bosques están, además, adornados con brezo florido, helechos, etc.
Otro tercio lo ocupan dos hayedos: El Cabrero y el de Mediadoro. Este último lo recorremos en dos partes, una bajando y otra subiendo. Te puedes extasiar paseando dentro, sobre su hojarasca acolchonada.
A partir del km 9, durante casi dos km, hay una loma con pocos árboles, pero muchas plantas bajas; sobre todo brezo y árgoma (“con acento en la á primera”, nos corrigieron amables en Aldea de Ebro).
Con esas plantas floridas alrededor, era una delicia caminar a través. La densa niebla acentuaba la sensación de flotar en el paraíso.
Como complemento de este tercer ecosistema (casi otro tercio), están las praderas y dehesas, repartidas a lo largo de distintos puntos de la ruta.
Esa estimulante rotación de ecosistemas variados mantiene la atención siempre curiosa, renovando el interés a cada paso.
ANÉCDOTA
Hubo unos cuantos sucesos anecdóticos. Seleccionaré tres: dos (a y b), brevemente; otro (c), más detenidamente, por su relevancia directa para el atractivo de la propia ruta.
(a) La Vista:
Hoy ha sido la tercera vez en 10 meses que encontramos unas gafas en pleno monte: Nuestras rutas 145 (en la cima del pico Cachipurri) y 189 (bajando de La Picotilla), más la de hoy. ¡Qué casualidad! Algo tan pequeño en algo tan inmenso. Vista de lince (dicen).
Las gafas de hoy (graduadas) estaban en el suelo (km 6,5). Como no era lejos de Loma Somera, las dejamos allí. Las colgamos de una ramita en la orilla del camino, para que resultasen bien visibles (foto en waypoint 16).
(b) Las Vistas:
Nos acercábamos al km 9, en el rasante más alto de la ruta, dejando el bosque y entrando en el claro de pastos. Suena un leve pitido en el teléfono. Lo miro. Es un aviso de ‘Revellín’ (nuestro guía virtual). Dice: “Vistas” (en su waypoint 17).
Miro a mi alrededor. Estallo en carcajadas. La niebla se acababa de poner traviesa; con el sayo de jugar al escondite. ‘Vistas’ de una cortina de plomo, pensé. ¡Dos metros de vistas por delante! Ciertamente, ‘Revellín’ se refería a otras; con tiempo despejado.
Gracias (también) por hacerme reír.
(c) La 'Salsa' Especial:
Decía al inicio de esta crónica, en el Preámbulo, que queríamos ‘mal tiempo’; definido como (muy) nublado; a poder ser, con niebla.
¡Hoy las agencias meteorológicas ‘se portaron’! En todo momento, el cielo estuvo densamente anubarrado. Además, entre las oscuras nubes y la tierra flotó la niebla durante cuatro horas. No parecía muy espesa. No ‘parecía’….
… Pero terminamos ‘calados hasta los huesos’. Calzábamos botas de media caña impermeables, más polainas de material aislante hasta media pantorrilla, sobre el pantalón. Por ahí no entraba el agua….
…Pero sí por más arriba (las rodillas, los muslos…). Y luego se escurría hacia abajo por la pernera. Total que, a las tres horas, nuestros pies hacían ‘chof’, ‘chof’… (literalmente); como si los lleváramos dentro de una bañera.
Todo ello como sin querer (llover); finas gotas implacables. Paso a paso; un segundo y otro. Kilómetro tras kilómetro; por todas partes. Empapados. Había que ocultar y limpiar el objetivo de la cámara a menudo.
Llegamos a Aldea de Ebro, de vuelta, chorreando. Si alguien nos hubiera preguntado si nos habíamos caído al Ebro, no nos habría extrañado que lo dijera en serio. ...Exagerando un poco.
--“¿Algo bueno en todo ello?”.
--“¡TODO!”. (Otro día será el turno de las ‘vistas’ lejanas).
Fue una cuña novedosa en el soleado verano. Fue una sensación fantástica; la de moverse entre la bruma, con el entorno diluyéndose. Así lo fue especialmente por la zona más alta, cuando la niebla se apretó; cerró filas.
Por si lo anterior no te convence plenamente, por vaporoso, añado una ventaja concreta adicional: En las casi cinco horas de marcha, no bebimos nada. La botella de agua llegó intacta al final. A eso se le llama ahorro.
Y no es que no sudáramos. Lo hicimos: La temperatura era suave y las pendientes exigían esfuerzo. Fue un caso claro de ‘Las que entran por las que salen’. (Las gotas).
Waypoints
Panorama
3,155 ft
37
Comments (2)
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Excelente descripción de la ruta. Saludos
Hola, revellín. Esa estupenda ruta (tuya) bien merece un esfuerzo (también mental). Gracias.