Herguijuela - Mirador de la Serrezuela - Pago de San Clemente - Herguijuela

Dejamos el coche en el aparcamiento de Herguijuela próximo al inicio de la ruta que conduce al mirador de la Serrezuela. Está marcada con un panel informativo.
Por una pista asfaltada nos alejamos de la población entre olivos y encinas. Se aprecia en todo momento La Serrezuela y el cerro de Las Cruces a nuestra izquierda.
Seguimos las indicaciones de la ruta, desviándonos primero a la derecha y después a la izquierda. Al poco tiempo iniciamos una subida paulatina que nos hace disminuir el ritmo.
Dejamos a la derecha las vistas de la dehesa y vemos la cuerda del Ejido de la Gatera y más al fondo la sierra de Pedro Gómez con el pico del mismo nombre que llega a 1000m.
El ascenso se hace más pronunciado llegando a desniveles de más del 25%.
Los olivares nos acompañan a los lados de la pista, caminando entre gran cantidad de aceitunas que se han caído de los árboles.
Pasamos al lado de varias casas rurales y llegamos a la casa Valdechina.
Cruzamos por un pequeño puente un arroyo y vemos a la izquierda el lagar la Florentina.
Hay bastantes personas recogiendo aceitunas, ya que este año la cosecha ha sido muy abundante.
Nos detenemos en el caserío de San Antonio para admirar la fachada de principio del siglo XX.
Hay numerosas callejas que salen a los lados del camino. Algunas tienen una exuberante vegetación que las hace intransitables.
Accedemos a las traseras de las bodegas de La Cordonera. Dejamos al lado viñedos que en esta época están sin hojas.
Las encinas y alcornoques han dejado el camino lleno de bellotas, haciendo el paso entre ellas muy agradable.
Al poco tiempo nos desviamos a la izquierda hacia el lagar de Santa Marta, muy cuidado pues tiene una casa rural.
En esta zona hay numerosos naranjos a los lados del camino.
Pasado un estanque de mampostería nos desviamos por una estrecha senda a la izquierda, ascendiendo poco a poco entre encinas.
A los lados de la calleja está una tapia muy bien conservada. Tiene musgo y numerosos ombligos de venus adheridos a la piedra.
Entre la vegetación de la derecha aparece Madroñera y más alejado Trujillo.
Continuamos el ascenso y la calleja se ensancha. A la izquierda vemos un caserío en ruinas y nos acercamos al mismo para pasar al lado de la pared y llegar a las traseras donde hay una zona despejada de vegetación desde donde se aprecian unas magníficas vistas.
Lo señalamos con un waypoint pues merece la pena desviarse para fotografiar el entorno. Desde aquí se ve la sierra de Pedro Gómez y al fondo las sierras Matavacas y Villuercas. Se aprecian los embalses de Alcollarín y de Sierra Brava, éste próximo a Zorita.
Retomamos la senda y ascendemos una pendiente con desnivel cercano al 30% hacia las antenas en la cima de Los Lagares.
Tras pasar las antenas caminamos unos metros para llegar a otro cartel informativo y abrimos un portillo para llegar a un encinar y al mirador del final de la ruta.
Nos subimos a unas piedras graníticas para ver unas vistas preciosas del Risco de San Gregorio y de la población de Santa Cruz de la Sierra. Más allá se aprecia el Cancho Blanco y la Sierra de Montánchez.
Las vistas de las dehesas son magníficas ya que están con vegetación debido a que ha llovido los meses previos.
Después de hacer numerosas fotos reanudamos la marcha.
Volvemos por la portilla y descendemos con precaución por el camino hasta llegar a una senda que está escondida a la izquierda. Decidimos no hacer la ruta marcada de ida y vuelta para ampliar el paseo y visitar el Pago de San Clemente.
Descendemos entre encinas y vemos varias setas en el entorno hasta llegar a un camino.
Pasamos al lado de varios lagares dejando a la izquierda el Lomo de Los Cerrados y el cerro Gurugú. El paraje es muy agreste en esta ladera.
Tras pasar por una estrecha calleja dejando atrás un caserío con naranjos llegamos a un camino más ancho.
Si se continúa a la izquierda se accede a los barrios La Negra y del Peché. Nosotros descendimos a la derecha hacia el Pago de San Clemente.
El camino sigue el cauce de un arroyo, por lo que teníamos que sortear la escorrentía del mismo saltando de un lado a otro, ya que tenía poco caudal.
Dejamos a la derecha el barrio de la Redondilla y llegamos al barrio de San Clemente.
Al llegar a la población nos encaminamos a la iglesia de San Juan Bautista donde nos detuvimos unos minutos.
Continuamos por el barrio de la Iglesia y llegamos a la carretera por la que se accede a la población. La abandonamos a los pocos metros hacia la derecha en el camino por el que se accede a la casa espiritual.
Tras dejar el asfalto tomamos un camino que más adelante sigue el cauce de otro arroyo por el que esta vez nos fue más difícil transitar pues llevaba más agua y estaba con mucho barro.
Al poco tiempo dejamos atrás el camino encharcado y llegamos de nuevo al lagar de Santa Marta que abandonamos hacía unas horas.
En este punto recorrimos el camino de vuelta idéntico al que trajimos anteriormente.
Pasamos de nuevo por La Cordonera, el caserío de San Antonio y la casa de Valdecilla.
Tras dejar atrás las casas rurales emprendimos el descenso hacia Herguijuela, deteniéndonos de nuevo en algunos puntos para ver las sierras y las poblaciones de Herguijuela y Conquista ya que a la ida nos quedaban a la espalda.
Finalizamos en el aparcamiento donde dejamos los coches al inicio.
En resumen: Ruta fácil con ascensos pronunciados pero accesibles al tomarlos con calma. Está bien señalizada. Nosotros decidimos ampliarla para visitar el Pago de San Clemente por lo que se alarga sobre tres kilómetros. Las vistas son espectaculares por lo que merece la pena realizarla.