Hiendelaencina - Territorio Minero (ruta completa)

Recorrido completo por el barranco del Bornova desde Hiendelaencina recorriendo los antiguos caminos de la minería y con parada en el patrimonio industrial de la zona.

Salimos del pueblo hacia la izquierda siguiendo la ruta de los miradores y vamos parándonos en antiguos chozos de pastores que aprovechas abrigos naturales de la roca. Se observan cercados de hincaderas muy bien conservado. Nos paramos en un peral espectacular y contemplamos los restos de la Mina de La Mala Noche, con su baritel cilíndrico. Tomamos el antiguo camino del Molino de Zarzuela de Jadraque, con su enlosado de pizarra y llegamos al barranco. Allí se ven los restos del antiguo molino y de los puentes sobre el Río Bornova, así como el empresado, con un enrejado de piedra espectacular. Allí comienza nuestro recorrido río arriba: llegamos a la Casa de Máquinas de Abajo “La Plata”, con su maquinaria intacta. Adentrarse en esta antigua central eléctrica es un auténtico viaje al pasado. Desde ahí caminamos por el antiguo canal, con compuertas y aliviaderos. Este trayecto estaba comido por la maleza, pero la gente del pueblo lo ha recuperado, haciéndolo transitable. El canal cuenta con túneles, pasos elevados e incluso una mini vía ferrata. Llegamos al desagüe de la galería Mojares, que también tiene un camino para subir al pueblo y desemboca en el viejo peral. Más adelante nos desviamos para ascender a la cueva Escarihuelas o “iglesia Escarihuelas”, lugar a donde traían a los niños pequeños para mantenerlos a salvo durante la Guerra Civil. Seguimos caminando y dejamos a la derecha el camino de Entrerrios, que los lugareños utilizan para bajar a bañarse o para tomar el camino a Zarzuela. Allí el Bornova recibe las aguas del Arrojo San Cristobal. Los colores del otoño lucen en su máximo esplendor a la vera del río, con fresnos, alisos y sauces de montpelier, combinados con roblecillos en las laderas, cuyas piedras están cubiertas de musgo.
Llegamos a la Casa de Máquinas de Arriba, que yo decido contemplar desde su parte superior, ya que tiene el tejado descubierto. Tras dejar el Puente de las Calderas, recientemente restaurado, seguimos río arriba hasta la Presa de Santa Marta o de la Parrilla, donde se puede observar su aliviadero. Este último trazo es un tanto incómodo porque está menos andado y hay que tener cuidado para no despistarse. Llevamos a un antiguo camino enlosado que conduce a las eras del pueblo haciendo zigzag.

Se trata de una ruta sencilla, pero que tiene algunos pasos complicados. Además, posee varios escapes que permiten acortar la ruta según el tiempo disponible. Está señalizada (aunque nosotros hemos hecho un recorrido un poco diferente en algunos tramos) y existen folletos en el Museo “El País de La Plata” y en los bares.