Hoces del Riaza

Hoy vamos a realizar una larga ruta por la llamada Senda del Río en las Hoces del Riaza. Hace años que queríamos hacerla y hoy, casi sin querer, la vamos a realizar. Hay que considerar que, aunque se encuentra relativamente cerca de las famosas Hoces del Duratón, son muy diferentes de estas últimas ya que prácticamente las tres cuartas partes del trayecto discurren bastante alejadas del río. No obstante, a pesar de que la primera parte es un poco anodina, la última parte (la de los cortados) es muy interesante. Nos encontramos con multitud de colonias de buitres leonados, una de las más numerosas de Europa. 

Para iniciar la ruta debemos llegar hasta el pueblo de Montejo de la Vega de la Serrezuela. Llegamos al mismo después de salir de la A-1, por unos doce kilómetros de una carretera estrecha y algo dificultosa. 

No aparcamos en el pueblo, sino que tomamos un camino que se dirige al este. Más o menos a un kilómetro hay un aparcamiento, para una veintena de coches, en el cual dejamos el coche y desde el cual iniciaremos la andadura de la Senda del Río. Ésta discurre por unos diez kilómetros y medio hasta llegar a la Presa del embalse de Linares del Arroyo. 

La pista discurre relativamente lejos del río. Atravesamos Los Colmenares y pasamos por la Ladera de las Cárcavas. A nuestra izquierda ya distinguimos los enormes cortados en los cuales ya distinguimos la primera colonia de buitres. Nos acercamos y alejamos del cauce hasta que el camino gira a la derecha para empezar a subir la Cuesta del Convento. Unos quinientos metros de esforzada subida que nos va a dejar en un bonito mirador que nos depara unas vistas espectaculares de las Hoces. Desde el mirador avanzamos unos trescientos metros en llano para después iniciar un pronunciado descenso que nos va a llevar hasta un pequeño puente que atraviesa el Barranco de Casuar. Justo pasado el puente, tomamos dirección izquierda para llegar a las ruinas del Convento e Iglesia de San Martín del Casuar, del siglo XI. Hermosa edificación, aunque en un lamentable estado. Está al borde del río y aprovecho para iniciar una incursión al lado del mismo para ver si a la vuelta podemos cruzar al otro margen y poder seguir por otra pista y evitar así volver por donde hemos venido y ahorrarnos así la subida de la Cuesta del Convento. Desafortunadamente, no veo posibilidad de cruzar el río, que baja con mucha agua después de las copiosas lluvias de los últimos días. 

Después de tomar conciencia de que la vuelta va a ser por el mismo sitio, volvemos de nuevo a la Senda del Río. Más adelante, nos encontramos al borde del camino con una curiosa casa hecha con vagones de tren.  A partir de aquí sí que vamos al lado del río. Durante unos dos kilómetros y medio vamos por sombra, lo cual se agradece bastante porque llevamos prácticamente todo el camino a pleno sol. Pasamos por debajo de un impresionante viaducto de un antiguo paso de ferrocarril. Pasado el mismo, volvemos a encontrarnos de nuevo a descubierto. Ahora los buitres empiezan a ser más numerosos y nos sorprenden con los ruidos que hacen. Disfrutamos enormemente con ellos. El camino realiza las curvas que hace el río. Pasamos por una caseta de aforos y después por la Casa del Encargado. Desde la misma y siguiendo la pista llegamos hasta la Presa del embalse de Linares del Arroyo. No podemos ver dicho embalse ya que las escaleras que llevan hasta lo alto de la presa se encuentran cerradas. En este punto, iniciamos el regreso. Paramos en el agradable soto que hay en la Casa del Encargado al borde del río para almorzar y descansar un poco. Una vez repuestos, retomamos la andadura para volver por donde hemos venido. 

A tener en cuenta que entre el 1 de enero y el 31 de julio se necesita una autorización para visitar las hoces ya que los buitres se encuentran en plena cría en ese periodo. 

IBP Index: 61 

Época recomendada: primavera, otoño e invierno.