HOCES DEL RÍO DURATÓN Y SUS MIRADORES AL MONASTERIO DE SAN FRUTOS Y CONVENTO DE LA HOZ-DESDE EL EMBALSE DE BURGOMILLODO(SEGOVIA)

!OJO¡ Esta ruta tiene prohibido el paso desde 1 de enero hasta el 31 de julio, periodo de cría de aves protegidas.

Empezamos y acabamos la ruta en la minera de cuarzo de Burgomillodo
Es una de las zonas más bonitas de las Hoces del río Duratón y recorreremos varios hermosos miradores para contemplar el embalse de Burgomillodo, el Monasterio de San Frutos y Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz. Para subir a la presa hay un camino justo antes de pasar el río al lado de una pequeña central hidroeléctrica, nosotros lo hicimos ya en otra ocasión. Lo primero, tendremos que superar una rampa de 18% para entonar las piernas, hasta un cruce con una señal que advierte de la prohibición de Enero hasta el Julio. El primer mirador será el del pantano de Burgomillodo con unas vistas espectaculares. Continuamos andando con precaución al lado del precipicio, haciendo numerosas paradas para deleitarnos con sus espectaculares vistas, contemplando el vuelo de los imponentes buitres leonados. Este profundo cañón que, en algunos lugares, alcanza más de 100 metros de desnivel, tener precaución y no os asoméis demasiado al borde. Siguiente mirador es la joya de la corona de hoy, la Ermita de San Frutos, una sencilla construcción románica del siglo XII. El priorato de San Frutos, hoy conocido como ermita de San Frutos, son los restos de un antiguo conjunto monástico. Eclesiásticamente, pertenece a la parroquia de Sepúlveda. La ermita es una construcción románica de siglo XII que se realizó sobre otra visigótica del siglo VII. La fundación se atribuye a San Frutos (642 - 715) y sus dos hermanos, San Valentín y Santa Engracia, que eligieron el lugar para dedicarse a la vida contemplativa. Posteriormente se completó el complejo con un monasterio y un cementerio. Continuamos caminando hasta llegar a un aparcamiento donde numerosas empresas de la zona tienen un embarcadero para sus canoas y piraguas. Seguimos un sendero que, ahora sí, va mas pegado a los cortados, hasta llegar al mirador del Convento de la Hoz. Fundado en el s. XIII, su nombre original era el de Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz y en él vivían frailes que veneraban y salvaguardaban la imagen de esta virgen. A finales del s. XV se produce un derrumbe sobre el convento, quedando únicamente en pie su iglesia. En la reconstrucción interviene la reina Isabel la Católica, quien se reserva en él una estancia propia. El rey Felipe II también estará vinculado con el convento, quien a mediados del s.XVI decidirá ampliarlo. Su ámbito de influencia llegaba tanto a localidades cercanas, como Navalilla, Urueñas o Sepúlveda, pero también a poblaciones más lejanas, como eran Los Castros, Turégano y Cantalejo, pueblos hasta donde llegaban los servicios de sus frailes. Será a finales del s. XVII cuando el convento de la Hoz se convierta en el primer colegio de misioneros de España. En septiembre de 2012 fue nombrado Bien de Interés Cultural. El regreso lo hacemos por un camino más recto y alejado de los cortados entre zonas arboladas. No hay fuentes en todo el recorrido.