Hormiguita: Circular Ruta del Silencio (Los Oscos) (Asturias)
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Trail stats
- Distance
- 7.7 mi
- Elevation gain
- 2,362 ft
- Technical difficulty
- Moderate
- Elevation loss
- 2,362 ft
- Max elevation
- 2,692 ft
- TrailRank
-
88
4.9
- Min elevation
- 1,561 ft
- Trail type
- Loop
- Time
- 4 hours 35 minutes
- Coordinates
- 1879
- Uploaded
- October 27, 2019
- Recorded
- October 2019
near San Cristóbal, Asturias (España)
Viewed 13189 times, downloaded 664 times
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Itinerary description
Si existe un lugar mágico en Asturias, lleno de ríos y cascadas, bosques con preciosas rutas de senderismo y pequeñas aldeas donde los artesanos trabajan como antaño conservando lugares únicos de singular belleza, ese lugar son Los Oscos; formados por Santa Eulalia, San Martín y Villanueva de Oscos. Los tres unidos fueron reconocidos con el Premio Pueblo Ejemplar de Asturias 2016.
Iniciamos la ruta en San Cristóbal, pequeña aldea casi deshabitada con numerosas muestras de arquitectura popular en estado puro, algunas casas lucen restauradas mientras que la mayoría se encuentran en ruinas. Nos invade cierta sensación de haber retrocedido varios siglos en el tiempo. Cruzamos la plaza y bajamos unos metros para encontrar la bonita Capilla de San Cristóbal. Un camino tradicional desciende hacia el fondo del Valle del Río Ahío o Bobia, cubierto de hermoso bosque autóctono de castaños, robles y madroños. El suelo es una auténtica alfombra de hojas, el entorno bastante frondoso y sólo se escucha el sonido del agua.
Llegamos a un cruce de caminos donde se indica un atajo para Brusquete pero nosotros queremos disfrutar de esta ruta al completo, tomamos pues el camino de la derecha. A los pocos metros del desvío cruzamos el Río Ahío o Bobia por un puente de piedra para continuar por la margen izquierda del río. Antiguos muros de piedra, cubiertos de musgos y algunas corripas abandonadas son huellas de la pasada actividad humana. Las corripas son construcciones circulares de piedra, de pequeña altura en las que se almacenaban los erizos de los castaños.
Junto al río, las ruinas del viejo Molín de Mourelle, y justo desde aquí el camino se aleja del río. El camino asciende zigzagueante hacia el abandonado pueblo de Mourelle, tomado por la vegetación. Mourelle cuelga de la ladera del Pico das Cobas, justo por debajo de la Mina de la Excomulgada; los habitantes de Mourelle vivían a la antigua usanza, sin carreteras, sin comodidades del progreso, aprovechando los recursos proporcionados por su entorno. Desde aquí se aprecia muy bien el escarpado cañón modelado por el Río Bobia con paredes de roca pizarrosa sobre las cuales descansa la aldea de San Cristóbal al otro lado del valle.
Continuamos ascendiendo por la pista forestal dirección a la Braña de Balongo. En esta braña, totalmente en ruinas, intentamos llegar hasta el Mirador Natural del Pico Balongo pero desistimos, después de pelear un rato con la maleza que engulle el camino.
Damos la vuelta y tomando el camino de la izquierda en ligera bajada con algún tramo de grandes piedras lisas. Una vez pasada la Rega do Calvario, en la bifurcación tomamos el sendero de la izquierda hasta el pueblo de Brusquete. Pueblo en ruinas donde se respira mucha tranquilidad y por eso han aprovechado para crear una explotación apícola.
Seguimos la pista de la derecha como nos indica un poste de la ruta hacia el bosque de coníferas: grandioso túnel natural formado por las copas de los árboles que hacen que nos sintamos dentro de un cuento de gnomos y hadas. Antes de la Cascada de Celón encontramos una mesa informativa y el desvío para visitar la Cueva de los Maquis, que no fuimos, porque cosas del azar, justo cuando llegamos al desvío llegaban también cuatro andarines que se acercaron a visitarla y no la encontraron. Además comentaron que el camino no estaba limpio y que perdieron un buen rato dando vueltas.
Con fuerte pendiente descendemos hasta el desvío de la Cascada de Celón, en este tramo han instalado cuerdas para agarrarse y unos tablones a modo de escalones. A 200 metros del cruce, por un sendero más abrupto que el resto, nos plantamos en este precioso rincón donde el cauce del Arroyo de Carrizas se descuelga formando la Cascada de Celón.
Desandamos estos 200 metros y continuamos descendiendo al fondo del Valle de Ahío para cruzar primero por un puente de madera el Arroyo de Carrizas y unos pasos más allá el Río la Bobia que lleva incansablemente las aguas de la Sierra de la Bobia hasta el Río Agüeira. En este punto giramos a la derecha en busca de la Cascada del Picón. Por un senderuco estrecho revestido de verde musgo, con pasos donde hay que poner un poco de atención y sorteando algún que otro reguero, encontramos la segunda cascada, la Cascada del Picón. Un rincón de especial belleza, con su guapa poza recogiendo las limpias aguas tras su descuelgue por la roca.Retrocedemos hasta la senda principal y pasando junto a las ruinas del Molín da Bobia nos esperan unos dos kilómetros de subida hacia San Cristóbal por este bosque de robles en su mayoría.
Nos alejamos en ligero ascenso, cada vez más del río y del bosque, avanzando por la ladera de la Sierra de la Bobia con buenas vistas del valle y de la Sierra de Candamoxo con sus molinos girando sin parar. Seguimos avanzando y pronto, ante nosotros aparecen los tejados de pizarra de San Cristóbal. El camino nos lleva directamente hasta esa pequeña aldea desde donde partimos hace unas horas pasando por el cartel indicativo de la Ruta del Silencio.
Aprovechamos un murete de piedra que hay por detrás de las ruinas de la primera casa a la entrada de San Cristóbal, para comer al sol y alargar el disfrute de la paz y tranquilidad que generan estos guapos pueblos escondidos de Asturias.
Iniciamos la ruta en San Cristóbal, pequeña aldea casi deshabitada con numerosas muestras de arquitectura popular en estado puro, algunas casas lucen restauradas mientras que la mayoría se encuentran en ruinas. Nos invade cierta sensación de haber retrocedido varios siglos en el tiempo. Cruzamos la plaza y bajamos unos metros para encontrar la bonita Capilla de San Cristóbal. Un camino tradicional desciende hacia el fondo del Valle del Río Ahío o Bobia, cubierto de hermoso bosque autóctono de castaños, robles y madroños. El suelo es una auténtica alfombra de hojas, el entorno bastante frondoso y sólo se escucha el sonido del agua.
Llegamos a un cruce de caminos donde se indica un atajo para Brusquete pero nosotros queremos disfrutar de esta ruta al completo, tomamos pues el camino de la derecha. A los pocos metros del desvío cruzamos el Río Ahío o Bobia por un puente de piedra para continuar por la margen izquierda del río. Antiguos muros de piedra, cubiertos de musgos y algunas corripas abandonadas son huellas de la pasada actividad humana. Las corripas son construcciones circulares de piedra, de pequeña altura en las que se almacenaban los erizos de los castaños.
Junto al río, las ruinas del viejo Molín de Mourelle, y justo desde aquí el camino se aleja del río. El camino asciende zigzagueante hacia el abandonado pueblo de Mourelle, tomado por la vegetación. Mourelle cuelga de la ladera del Pico das Cobas, justo por debajo de la Mina de la Excomulgada; los habitantes de Mourelle vivían a la antigua usanza, sin carreteras, sin comodidades del progreso, aprovechando los recursos proporcionados por su entorno. Desde aquí se aprecia muy bien el escarpado cañón modelado por el Río Bobia con paredes de roca pizarrosa sobre las cuales descansa la aldea de San Cristóbal al otro lado del valle.
Continuamos ascendiendo por la pista forestal dirección a la Braña de Balongo. En esta braña, totalmente en ruinas, intentamos llegar hasta el Mirador Natural del Pico Balongo pero desistimos, después de pelear un rato con la maleza que engulle el camino.
Damos la vuelta y tomando el camino de la izquierda en ligera bajada con algún tramo de grandes piedras lisas. Una vez pasada la Rega do Calvario, en la bifurcación tomamos el sendero de la izquierda hasta el pueblo de Brusquete. Pueblo en ruinas donde se respira mucha tranquilidad y por eso han aprovechado para crear una explotación apícola.
Seguimos la pista de la derecha como nos indica un poste de la ruta hacia el bosque de coníferas: grandioso túnel natural formado por las copas de los árboles que hacen que nos sintamos dentro de un cuento de gnomos y hadas. Antes de la Cascada de Celón encontramos una mesa informativa y el desvío para visitar la Cueva de los Maquis, que no fuimos, porque cosas del azar, justo cuando llegamos al desvío llegaban también cuatro andarines que se acercaron a visitarla y no la encontraron. Además comentaron que el camino no estaba limpio y que perdieron un buen rato dando vueltas.
Con fuerte pendiente descendemos hasta el desvío de la Cascada de Celón, en este tramo han instalado cuerdas para agarrarse y unos tablones a modo de escalones. A 200 metros del cruce, por un sendero más abrupto que el resto, nos plantamos en este precioso rincón donde el cauce del Arroyo de Carrizas se descuelga formando la Cascada de Celón.
Desandamos estos 200 metros y continuamos descendiendo al fondo del Valle de Ahío para cruzar primero por un puente de madera el Arroyo de Carrizas y unos pasos más allá el Río la Bobia que lleva incansablemente las aguas de la Sierra de la Bobia hasta el Río Agüeira. En este punto giramos a la derecha en busca de la Cascada del Picón. Por un senderuco estrecho revestido de verde musgo, con pasos donde hay que poner un poco de atención y sorteando algún que otro reguero, encontramos la segunda cascada, la Cascada del Picón. Un rincón de especial belleza, con su guapa poza recogiendo las limpias aguas tras su descuelgue por la roca.Retrocedemos hasta la senda principal y pasando junto a las ruinas del Molín da Bobia nos esperan unos dos kilómetros de subida hacia San Cristóbal por este bosque de robles en su mayoría.
Nos alejamos en ligero ascenso, cada vez más del río y del bosque, avanzando por la ladera de la Sierra de la Bobia con buenas vistas del valle y de la Sierra de Candamoxo con sus molinos girando sin parar. Seguimos avanzando y pronto, ante nosotros aparecen los tejados de pizarra de San Cristóbal. El camino nos lleva directamente hasta esa pequeña aldea desde donde partimos hace unas horas pasando por el cartel indicativo de la Ruta del Silencio.
Aprovechamos un murete de piedra que hay por detrás de las ruinas de la primera casa a la entrada de San Cristóbal, para comer al sol y alargar el disfrute de la paz y tranquilidad que generan estos guapos pueblos escondidos de Asturias.
Waypoints
River
1,737 ft
Arroyo intermitente
Intersection
Religious site
Waterfall
Waypoint
1,639 ft
Corripas
Information point
Bridge
Waypoint
2,551 ft
Rega Do Calvario
Waypoint
2,558 ft
Rego Brusquete
Waypoint
1,576 ft
Riachuelo
Comments (13)
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Bien explicado con todo tipo de detalle. la hice hace unos años y me gusto mucho, pienso hacerla de nuevo, me siento a gusto en los Oscos cuando voy
Saludos
Totalmente acertado seguir estas recomendaciones. Una ruta preciosa por las entrañas de los bosques del occidente asturiano, como añadido a esta magnífica explicación cabe destacar la presencia de las ruinas de dos antiguos cortines, (cercos de paredes de piedra circulares, donde se protegían las colmenas de abejas de la presencia de osos) en la ladera de una de las montañas, se pueden ver desde la mesa informativa antes de llegar a la cascada de Celon
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Scenery
Moderate
Una ruta espectacular muy fácil de seguir y muy bien señalizada. Las vistas y el paisaje, inmejorables
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Scenery
Moderate
Una ruta muy bonita para disfritar de distintos entornos naturales: gran diversidad de arboledas ( pinos flandes, avellanos, castaños, hayedos, eucaliptos, abetos, etc..) varias subidas con pendiente pronunciada, así como las bajadas. Pero, aunque lo mejor pensabamos que eran las dos cascadas, nos hemos emocionado con los entornos de las sendas por las que caminábamos. Muy recomendable!!!
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta preciosa ,.por cierto los perros de la entrada a la ruta, nos siguieron todo el camino ,dos mastines hermosos y guardianes uno delante y otro detrás cuidándonos, ayudándonos y guiándonos.
A los que se queja porque están sueltos, he de recordarles que ellos están en su casa... nosotros somos los de fuera, asique con respeto, sin miedo, esos perros os guiarán todo el camino!
Ruta de cuento, espectacular!
Para repetir desde luego.
Seguimos tu track hoy, sin problema. El camino estaba recién limpio, también a las cascadas. La ruta no tiene perdida y esa bien señalizada. No encontramos la cueva de los maquis (siguiendo las indicaciones del cartel que está en plena ruta), pero luego leímos en el pueblo que la cueva esta entre las dos cascadas. La ruta es muy guapa y sin dificultad, pero cuidado con niños al acercarse a las cascadas porque hay una pequeña zona con caída al borde del camino. Gracias por el track, se sigue la ruta a la perfección.
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Espectacular. Muy bien indicada y señalizada. Tus indicaciones son muy precisas. Una ruta para disfrutar!! No presenta grandes dificultades pero si es exigente físicamente.
Muy recomendable!!!
Nos ha encantado la ruta y está genial explicado el recorrido. Mil gracias!!!
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Scenery
Moderate
Una excursión de encanto con caminos y paisajes muy variados
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Scenery
Difficult
Muy buen track sin fallos, nosotros la hicimos al revés y cierto que la subida de donde está la cuerda pasamanos es durita, la hicimos en un día con mucho viento y en los collados ostras como pegaba.
En el camino a la última cascada ( a nosotros la primera) hay un paso bastante expuesto, le bautizamos como el paso cagalera, sobre todo porque estaban los arroyos a reventar de agua.
No es nada recomendable hacerla con lluvia.
Nos gustó sobre todo los tramos primero y último, el tramo de pista se nos hizo algo largo por el viento, eso sí, las vistas espectaculares.
Gracias por colgar la ruta 👍
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Scenery
Difficult
Es una ruta muy fácil de seguir porque está muy bien explicada. El entorno y el paisaje simplemente maravillosos. Ahora bien, es muy exigente físicamente, con mucha subidas y bajadas. No la recomiendo para ir con niños, aún así merece la pena hacerla porque se disfruta muchísimo.
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Moderate
Como todas las rutas de Hormiguita 100% de fiabilidad
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Moderate
Ruta muy completa, llena de colorido en Noviembre. Importante llevar calzado impermeable ya que se cruzan multitud de arroyos y no siempre es posible pasar sin mojarse. En el pueblo de salida nos recibieron los mastines, que a pesar del tamaño y los ladridos son unos buenazos que nos acompañaron toda la ruta. Mucha bajada pedregosa, ojo con las rodillas jeje Muchas gracias por compartir!!