Hormiguita: Circular Valle de Ponga (Asturias)

Aparcamos junto al centro de interpretación de San Juan de Beleño, capital del Concejo de Ponga, donde podemos obtener información, mapas y rutas sobre el Parque Natural de Ponga: auténtico edén asturiano, escondido y escarpado, cargado de riqueza paisajística, la orografía viene dada por una enorme masa caliza de sierras y cordales, salpicada por privilegiadas atalayas desde donde nos podemos asomar al Bosque de Peloño, al Valle Moru, a la Foz de la Corina, a Los Andamios, el Candanu, Ventaniella, La Escalada, Tolivia, Copa de Tiatordos y un largo etc... Idóneo para senderistas y gente que busca relax.
Justo detrás del cartel de la ruta giramos a la izquierda y bajamos por entre las casas del barrio de Baraes. A 400 metros tenemos un antiguo lavadero. Por una caleya hormigonada salimos del pueblo y perdemos altura hacia la Vuelta del Otero: un buen mirador de parte del Valle de Ponga con el impresionante Tiatordos alzándose ante nosotros. Seguimos descendiendo y el hormigón da paso a un sendero de tierra rodeado de bosque mixto, de ribera y castaños, que nos aproxima a la Riega Améu. Cruzamos por el puente de piedra de Los Anclos construido en 1921.
Ahora la senda toma algo de altura y a media ladera del Canto Cutre, ya metidos en el castañeu recorremos la amplia curva a izquierdas con la que abandonamos el Valle de la Riega Améu y nos adentramos en al Valle de Ponga.
Nos dirigimos hacia la foz, bien pegados a la Peña el Soberu, llegamos a El Pontón, donde dos enormes rocas se apoyan la una en la otra en medio del río. Rocas que sirven de base del puente sobre el Río Ponga. Al otro lado un poste nos indica el desvío hacia Sobrefoz o hacia Abiegos. Nosotros tomamos a la izquierda, hacia Sobrefoz. La senda se estrecha al pasar por la foz, luego se ensancha y se vuelve más pedregosa, lloviendo como está hay que extremar la precaución en este tramo. Unos 500 metros más adelante llegamos a Yanu. En esta aldea se conservan varios edificios de mucho interés, algunos del siglo XVIII y varios hórreos antiguos.
En un momento, por la maltratada PO-3 llegamos a Sobrefoz. A su entrada desde el Puente Cima, de origen prerrománico como atestiguan una espada y un puñal de la Edad de Bronce, podemos contemplar un cuidado molín, una zona de picnic y una pequña presa en el Río Ponga. Subimos hasta la plaza principal con una vieja escuela junto a la iglesia reconstruida en la postguerra.
Volvemos sobre nuestros pasos recorriendo parte del trazado del antiguo Camino Real que llevaba a Castilla por el Puerto de Ventaniella hasta el poste que nos indica hacia Abiegos junto al puente en El Pontón. Tras el poste indicativo, la senda cruza por un pequeño puente la Riega de Cuesta Yano. Justo aquí dicha riega forma una bonita cascada. El camino sigue ahora más o menos llano hasta salir a la carretera PO-3 a la altura de las casas de Llandelestosu (más allá del estrechamiento).
Un poco más adelante tenemos un mirador con vistas a los pueblos de Abiegos y Cadenava con la Sierra de Aranga por detrás. Vemos Beleño con el Canto Cutre a su derecha formando parte de la afilada cresta del Recuencu. Entramos en Abiegos tras pasar junto a un lavaderu y en el primer cruce junto a la capilla de Santa Teresa giramos a la derecha y unos metros más adelante, de nuevo a la derecha dejando la Iglesia de San Lorenzo a la izquierda.
Una caleya estrecha y pedregosa desciende con fuerte pendiente hacia el fondo del valle. Poco más abajo pasamos por las ruinas de una vieja vivienda. Seguimos bajando hasta dar con el Puente Soto. Cruzamos de nuevo el Río Ponga y empezamos a subir, primero con poco desnivel para pasar después a una subida más pronunciada, separándonos del Río Ponga y entrando en el Valle de la Riega Pandellina. Ya casi al lado de la carretera encontramos las casas de El Corralito y una bonita vista de la Peña de Taranes sobre el pueblo de Abiegos.
Entramos en San Juan de Beleño por el barrio de Dubrio junto al ayuntamiento. Atravesamos Beleño por la As-261 hasta el centro de interpretación, contemplando sus casonas típicas asturianas del s. XVIII , con amplios corredores y galerias acristaladas, hórreos y alguna casa indiana del siglo XIX.
El origen de Beleño lo encontramos en la antigua tradición celta que proviene de Belennus o Dios del Sol, y la ubicación de este pueblo hace honor a su nombre pues se sitúa en una amplia y soleada ladera enfrentada al Cordal de Ponga, con el Pico Tiatordos al frente.
En Beleño se encontraron restos de la época romana como una lápida con inscripción latina y grabado de escena de caza que se conserva en el Museo Arqueológico de Asturias.


Curiosidad:
En San Juan de Beleño, con el año nuevo se recrea la leyenda del Guirria, un encapuchado mitológico, mitad trasgu, mitad personaje carnavalesco que va haciendo de las suyas con las muyeres: las abraza, las achucha, las besa con total impunidad mienttras los mozos del pueblo le siguen a caballo y piden el aguinaldo de casa en casa.