Hospitalet: Barrio de Santa Eulalia-La Marina de Port

Hago hoy una ruta por los alrededores de Hospitalet, en concreto por el barrio de Santa Eulalia.
Comienzo en la bajada del metro de Santa Eulalia, dónde hay unas columnas bien adornadas con gusto y que son las que sostienen las escaleras que van hacia el puente de La Torrassa. Voy avanzando hacia la otra entrada de metro, también de Santa Eulalia, situada en la Riera Blanca, justo en el límite que separa Barcelona de Hospitalet, también hay un puente con columnas muy bien decoradas, diferentes, puente por dónde pasan las vías del tren y el metro. Llego a la plaza de la pinza, dónde hay un monumento en forma de pinza de la ropa, en esta misma plaza está la Casa de Galicia, edificio que merece la pena ver.
Atravieso la calle Santa Eulalia y llego hasta la plaza de San Isidro, ahí se encuentra un antiguo edificio acristalado y digno de ver, Can Colom, actualmente centro de Atención e información para la mujer. (Can Colom es una masía en Santa Eulalia (barrio de Hospitalet) protegida como bien cultural de interés local . Masía de planta cuadrada con tejado a doble vertiente. Tiene un bodega y patio cubierto por una azotea sostenido con pilastras de fundición e iluminación cenital en la mitad del edificio. Posteriormente se añadieron dos cuerpos, una capilla y un porche porticado, ambos de estilo neogótico . Construida como segunda residencia de la familia Colón, que ya tenía otros en varios lugares de Cataluña y que residía habitualmente en Barcelona. Se cree que durante un breve tiempo, hacia los años 1930-1940, sirvió como casa de colonias , hasta que fue arrendada por la familia que aún lo ocupa. Del parque que lo rodeaba y que llegaba hasta la Calle de Buenos Aires, sólo ha quedado el testimonio de las palmeras que hay al borde de la masía, y algún otro árbol. La planta baja se ha convertido en taller y la capilla neogótica en almacén)
Paso junto a su parroquia que se encuentra en la misma plaza. Me voy en dirección a la Ciutat de la Justicia, la bordeo y cruzó la plaça Cerdà por el puente que atraviesa la Gran Vía, y que popularmente se le llama Pont de la Dignitat.
Paso por un pequeño parque que hay junto a la calle arquitectura donde hay un monumento con unas antiguas ruedas de molino y continuó hacia el Gran Vía 2, lo dejo a mi derecha y continuo por la calle ciencias hasta el Hotel Porta Fira, donde hay una rotonda que lo separa del edificio Venus de la Fira de Barcelona. Giro a la izquierda y me meto en los Jardines de la Mediterránea que estan junto al Hotel Fira Congress.
Continuo por el Carrer de la botánica y el Carrer de Salvador Espriu hasta llegar al parque que hay enfrente del Ikea.
Paso por delante del Ikea y voy hasta la Plaza Europa, zona moderna de Hospitalet. Continúo el paseo junto a la Gran Vía y me desvío un poco por la calle Blas Fernández Lirola dónde hay un auténtico castillo medieval, el llamado Castillo de La Pepa.
Un poco de culturilla sobre el castillo de La Pepa sacada de internet:
Conocido es que después de la caída del Imperio Romano, los que vinieron después aprovecharon aquellos colosales edificios antiguos en ruinas como inmensas canteras con las cuales levantar las nuevas construcciones del momento. Pues una cosa similar hizo Blas Fernández Lirola, un librero con establecimientos en la Calle Aribau y en el conocido mercado de Sant Antoni de la Ciudad Condal, cuando a principios de los años 30 decidió empezar la construcción de lo que se conocería más adelante como "El Castell de la Pepa" o , sencillamente, "El Castell" (el castillo)
Lirola, que estaba enamorado hasta las trancas de una chica (probablemente, la tal "Pepa") y tenía fama de excéntrico, estaba especializado en la venta de libros viejos y de época, la cual cosa le hizo pensar que... ¿qué mejor que regalarle un castillo a su princesa? y allí que se puso a construírselo.

Así las cosas, el librero empezó poco a poco a levantar el edificio en la medida que daba el presupuesto. Presupuesto que estiraba aprovechando materiales de construcción provenientes de antiguos edificios derruidos del Eixample barcelonés, con los cuales conseguía unos materiales de gran calidad provenientes de las canteras de Montjuïc -ya en buena parte cerradas en el momento en que Lirola inició su castillo. Esta forma de aprovechamiento también le permitió incorporar elementos estructurales y decorativos señoriales premodernistas provenientes de estos edificios, tales como la escalera, suelos e incluso alguna escultura, lo que proporcionaba a la vivienda un imponente aspecto medieval.
Después de esta pequeña culturilla continúo camino por la Gran Vía hasta llegar al parque de la Alhambra, lo atravieso por medio y voy hasta la Plaça Francesç Masià y Llusà, donde se encuentra la televisión de Hospitalet, avanzó hasta el curioso mercado de Santa Eulalia, construcción antigua sin modernizar pero que tiene su encanto.
De ahí voy hasta mi punto de inicio y doy mi ruta por terminada.
Hoy senderismo urbano.