33. Hoya de Huidobro, Arroyo Molinillos y Barranco Turriente

INDICE IBP de Dificultad de la Ruta

Para Criterios y Tabla de Interpretación, Ir a:
https://www.ibpindex.com/index.php/es/

El resultado del análisis IBP es de 60 (para Senderismo): dificultad 'Media' para una preparación física 'Media'.

El cómputo del desnivel acumulado de la ruta por parte de IBP es de 557 metros (superior al que estima Wikiloc).


Con inicio en Villaescusa del Butrón y posterior descenso por la hoya hasta Huidobro, la ruta cruza después a través del desfiladero del arroyo Molinillos, y finalmente retorna a Villaescusa por las laderas del barranco del arroyo Turriente.

Para el recorrido, nos guiamos por el trazado en Wikiloc de Angelbur ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hoya-de-huidobro-4453372 ), y la información proporcionada en 'Sendas de Burgos' al respecto. Introdujimos algunas variaciones menores.

Todo el recorrido es muy fácil de seguir salvo un tramo que comienza en el km 9,5 de nuestro propio itinerario, como 1 km después del inicio de la subida tras terminar el desfiladero del arroyo Molinillos, torciendo a la derecha.

En ese punto (km 9,5) hay que abandonar el camino e internarse bosque a través durante casi 3 km, sin ninguna indicación. Siguiendo el track de Angelbur, salimos airosos (y con la agradable sensación de habernos convertido en exploradores).

En general, y a pesar del día gris durante gran parte de la ruta, que limitó la apreciación de los contrastes cromáticos otoñales, disfrutamos de cada metro de los 14 km. El Molinillos, simplemente sublime. El Turriente, una gratísima sorpresa.

Esta ha sido nuestra tercera visita a la Hoya de Huidobro este año (primavera, verano, y ahora en otoño), todas ellas con distintas variantes. Las tres nos han encantado, pero esta última se lleva la "medalla de oro".

(*) Releyendo este escueto 'comunicado' un tiempo después, me digo que esta ruta, al igual que bastantes más de esa temporada, merecen algo más que una mera descripción del itinerario. Realmente, nos causaron una honda impresión; un impacto sensorial, emocional y cognitivo. Habrá que plasmarlo palabras. Algún día, antes de que la huella vaya diluyéndose con el tiempo y sus avatares y vaivenes.

Sin ir más lejos, acabo de ver un comentario que hice hace no mucho en relación con la insuperable lección de 'luis.itxina' describiéndonos su ruta por este mismo paraje ( https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/224-escondida-bajo-el-paramo-la-hoya-de-huidobro-guarda-frondosos-bosques-y-otras-sorpresas-18192592 ).

Al leer su relato, afloraron mis propias impresiones de unos pocos meses antes; en hibernación, por lo visto. 'No puede ser' que la valoración de mi propia ruta aquí se quede corta respecto a mi comentario sobre la de otro. Claro, que el mérito hay que colgárselo a luis.itxina, que me hizo revivir mi experiencia previa. Añado debajo ese comentario, como muestra de la excelencia (a mi parecer) de esta ruta.

maisid 16 feb. 2022
(1) Se dice que cada uno "cuenta la fiesta según le ha ido". Y así debe ser (no va a mentir...; y las garrapatas, si 'haylas, haylas'). Viendo los comentarios (incluidos los de luis.itxina) sobre la Hoya de Huidobro, voy a atreverme a destilar mi propia experiencia senderista sobre ella, algo discrepante (y siempre respetuosa).

(2) Excediéndome más allá de unas pocas palabras, me justifico argumentando que, durante el último año, he pasado por la Hoya tres veces (primavera, verano, y otoño). Miento..., hubo una cuarta (intemporal) en la que la 'sobrevolé' tangencialmente, desde la Peña Otero (donde los aerogeneradores), de camino a otra parte. Por cierto, la única vez que cogí garrapatas (una) fue ésta; no sabía que volasen...

(3) En las cuatro ocasiones hice variantes distintas, sólo con pequeños solapamientos. En alguna coincidí con el trayecto descrito por luis.itxina. En todas ellas salí encantado, pero la otoñal bien merecería la medalla de oro. Y no sólo la Hoya en sí y sus colores deslumbrantes (esto, metafórica o psicológicamente, porque la ruta otoñal comenzó con cielo gris), ya desde nada más comenzar en Villaescusa.

(4) También siempre me dejó embobado la ubicua (no puedes dejar de verla, por pequeña que sea; ...dondequiera que pongas tu mirada) y mágica iglesia de Huidobro, en la lejanía y la cercanía. También la frondosidad de sus bosques de esbeltas y fornidas hayas y robles. También sus praderas y dehesas en la parte baja, y esas engurruñadas manzanas silvestres. También el regreso por el solitario Barranco Turriente, de otro mundo.

(5) Pero lo más apabullante es el desfiladero del arroyo Molinillos. Siempre encantador, pero en otoño es para entrar en levitación. Parece un paraíso élfico. ¡Qué variedad vegetal y variedad cromática! Hay que descender a su lecho y dejarse llevar, sobre todo en su zona más baja. Y ¡qué 'fantasma'! De pronto está y al momento desaparece... ¡Punetero Molinillos; cómo me hiciste amar la vida!

(6) Bueno, creo que ya me he pasado de palabras..., aunque las experiencias allí dan para mucho más. Yo también tengo mis obsesiones, mis adicciones..., y la Hoya de Huidobro parece ser una de ellas, ¡caramba! Volveré el próximo otoño, si no es antes.

(7) Gracias, luis.itxina, por hacerme revivir ese pasado como si fuera el presente, con tu maestría literaria (además de la otra, la técnica).

luis.itxina 16 feb. 2022
Gracias maisid por este comentario que, a lo que a mi persona se refiere, excede en halagos. Sí destila tu expresivo texto una querencia extrema por ese rincón de Huidobro, para mi gusto muy justificada. Volveremos.
Un saludo, maisid