Hoya de la Mora, Veredón Inferior, Verea Loca, Cortijos del Hornillo (Sierra Nevada)

Sierra Nevada no para de regalarnos sorpresas, de mostrarnos sus más secretos tesoros, de emocionarnos y de subirnos la adrenalina a 100. En la época estival, a veces nos obsesionamos con subir a los tresmiles, pero también se pueden realizar rutas impresionantes sin necesidad de subir a ningún pico y no pasar calor, pues se desarrollan en cotas altas, en la alta montaña en su mayor parte.
Y ésta es un ejemplo de ello, ruta muy muy emocionante, de vértigo ,con pasos muy expuestos y peligrosos si no se tiene prudencia o se realiza con roca mojada, nieve o hielo. Pero su atractivo no solo radica en la espectacularidad de los pasos verticales , sino también en las grandes panorámicas y paisajes que divisamos, en recorrer bellísimos ríos de montaña, con rápidos y cascadas (lástima que lo avanzado del estío haya mermado tanto sus caudales), atravesar un frondoso bosque de robles melojos y como de costumbre el disfrutar de tesoros etnográficos.
Y es que la huella humana ha dejado su impronta en el paisaje Nevadense de éste recorrido desde tiempos ancestrales, de forma ingeniosa y desde luego a base de un trabajo titánico. Sin duda la joya de ésta ruta es la llamada “Verea Loca”, sendero que acompaña a una acequia y que en gran parte se ha levantado literalmente en verticales paredes a base de altos muros de mampostería. Es una pena que los desprendimientos y el paso del tiempo estén destruyendo poco a poco éste tesoro.

Iniciamos el recorrido en el aparcamiento de los Albergues de la Hoya de la Mora, donde estacionamos el vehículo. Nos dirigimos hacia el Albergue Militar donde tomamos el sendero que desde aquí sale hacia el Sur y que va bordeando el cerro Mojón del Trigo, donde se sitúa en su cima el antiguo observatorio astronómico. Éste sendero nos lleva prácticamente llaneando hasta cruzar el incipiente arroyo San Juan hacia el SE. Una vez hemos cruzado el arroyo comenzamos un fuerte ascenso hacia el Sur, SE hasta llegar a la cresta de los Tajos del Campanario, pasando antes por la Hoya del Moro. En ésta cresta hay una pequeña escultura en forja, al parecer en homenaje a una montañera fallecida en este lugar. Éste es el lugar donde comienza el Veredón Inferior, las vistas son impresionantes y los cortados bajo nuestros pies de vértigo.
El Veredón es un paso muy expuesto por los Tajos del Campanario, puede resultar muy peligroso con nieve, hielo o simplemente con roca mojada si no se tiene precaución. El Veredón Inferior sale hacia el Sur desde la cresta y termina en la base de los tajos, en la amplia cabecera del río Guarnón, donde diversos arroyos y torrentes procedentes del Corral del Veleta le van dando forma.
Ahora nos espera un vertiginoso descenso de más de 1.000 metros de desnivel, donde el objetivo es seguir el curso del Guarnón aguas abajo hasta llegar a la acequia que sale de su orilla izquierda y que da paso a la Verea Loca. Se supone que desde donde acaba el Veredón Inferior sale una verea que nos llevaría hasta Veta Grande y otro ramal descendería junto al Guarnón. Nosotros no fuimos capaces de seguir dicha verea, aveces se ve claramente y está jalonada de hitos y de golpe la perdemos sin ver rastro de ella hasta muchos metros más abajo.
El descenso es muy incómodo, pedregoso y empinado, a veces nos encontramos pequeños cortados que tenemos que ir sorteando por el lugar que nos parece más idóneo, pero disfrutando de las bellas estampas alpinas que el Guarnón y su cabecera presidida por el Veleta y el Cerro de los Machos nos regalan.
Cuando el descenso se va relajando procuramos ir por la orilla izquierda del Guarnón, donde aparece un sendero que nos llevará a la Verea Loca. Hay que advertir que el paso por ésta vereda es muy peligroso, tiene varios pasos muy expuestos, donde hay cuerdas ancladas en la pared para asegurarnos, pero no hay que fiarse de ellas, algunas están en mal estado. Uno de los pasos es más seguro pasarlo a gatas, por lo que las personas a las que le den miedo las alturas lo pasaran realmente mal. Pero independientemente de ésto, disfrutamos enormemente de su precioso trazado, ya a cierta altura sobre el cauce del Guarnón y dando vistas a su desembocadura en el Genil, en la archiconocida Vereda de la Estrella.
La Verea se introduce en un denso y precioso bosque de robles melojos y acaba en los cortijos del Hornillo, idílico lugar con maravillosas vistas sobretodo de la Alcazaba y Mulhacén. En uno de los cortijos transformados en refugios, al parecer recientemente ,comimos y descansamos un rato para seguir con tan emocionante periplo.
Desde el Hornillo ascendemos acusadamente campo a través hacia el SO hasta toparnos con un sendero, el cual seguimos hacia el Oeste y que va ascendiendo de forma bastante relajada hasta llegar a la acequia de Haza Mesa.
Seguimos la acequia que bordea el Puntal de las Cazoletas y que se va introduciendo en el barranco San Juan ,dando unas formidables vistas de dicho barranco y del valle del Genil con Guéjar Sierra de fondo.
La acequia termina en el arroyo San Juan, lugar donde comenzamos a remontar de forma muy acusada su cauce pasando en breves metros por una preciosa cascada. Éste ascenso se realiza campo a través , a veces por su orilla derecha y otras por la izquierda, sin excesivos problemas, por donde nos parece más cómodo.
Ya vemos el sendero por donde a la mañana llegamos al arroyo San Juan, lo más cómodo sería seguir remontando el arroyo hasta tomar dicho sendero y regresar por él hasta los Albergues, pero nosotros decidimos acortar campo a través para tomarlo, sin problemas, pero de forma más acusada e incómoda.

Quiero agradecer la realización de tan inolvidable ruta en primer lugar a Pedro J. Castro que fue quien me dio a conocer por primera vez la existencia de la Verea Loca y en segundo lugar a Alfonso Alsamuz y Miguel Yeguas por sus tracks.