Hoya La Mora, Los Machos, Laguna Larga, La Mosca, la Alcazaba por el Vasar y Espolón, Vasar del Mulhacén, Capile

Huyendo del calor, y por el magnetismo que tiene la montaña, acudo a su llamada con la inestimable compañía de mis amigos Félix, Begoña y Javier, para disfrutar y sufrir recorriendo el corazón más puro, salvaje e indomable de Sierra Nevada.

Vamos a recorrer tanto sus caras nortes, como las del sur. Cimas que superan los tres mil. Lagunas de origen glaciar, originadas por el deshielo de estos situadas en mesetas enclavadas entre paredes de enormes farallones de roca, así como los circos y cubetas que estos originaron hace millones de años.

Desde la Hoya la Mora, ascendemos hacia las Posiciones por la clásica Loma de Cauchiles hacia la entrada del Veredón Superior.

Desde aquí, la vista del Corral, del Veleta y las paredes de sus caras nortes con los extraplomos en primer lugar, el Canuto y Los Machos impone.

Deleitándonos con el escenario que a la vista se presenta, comenzamos el descenso hacia los Corrales e iniciar la subida al primer tresmil del día: Los Machos.

La subida es corta y cómoda, y cuando nos damos cuenta estamos en la Cumbre.

Las panorámicas que contemplamos a los cuatro puntos cardinales desde esta cima, son espectaculares. Especialmente las relativas a la Laguna Larga, Los Crestones de Río Seco y la Alcazaba en la vertiente del norte, y Río Seco, Río Veleta y Loma Púa en el sur.

Abandonamos Los Machos en dirección al Collado Mirador del Lobo, y la Puerta, por la pista y abandonar esta a nuestra izquierda por el sendero que pasando Los Crestones de Río Seco nos baja a las Lagunas Galbata y Larga, bajo los imponentes Crestones y el Puntal de la Laguna. Esta última, es majestuosa y tiene la particularidad que desagua por medio de la primera.

Tras un refrigerio más que merecido. dejamos las Lagunas en constante subida hasta el Collado de Juego Bolos.

Desde este lugar el impacto visual del escenario que representa la cara Norte del Mulhacén, la Mosca, La Alcazaba, puntal de Siete Lagunas, es, ¡¡¡imponente, sobrecogedor, apabullante!!!!. Estamos como en el palco superior de la platea que representa la cubeta de la laguna, con una visión en panavisión de todo lo que hay frente a nosotros, donde todo parece que está ahí, en nuestras manos...

Nada más lejos de la realidad. Cuanto más cerca lo vemos, la realidad es que más alejado está.

En la Laguna del Mulhacén (La Mosca), inusualmente no hay nadie. Toda para nosotros. Preparamos el vivac, nos relajamos, descansamos y reposamos....

Hay unas nubes remoloneando por la Cumbre de la Alcazaba...caen unas gotas. ¿Ya estamos como el día de las Calderetas?....al poco de esas gotas, cae una leve granizada....

Afortunadamente las nubes se disipan y nos deja una tarde de sol y temperatura espléndida. Ya no estamos solos. Van llegando "romeros". Cordobeses, Jiennenses, y como no...Granadinos.

Amanece un nuevo día, y sin relajación estamos en el Gran Vasar de la Alcazaba con el objetivo de culminar en su Cumbre.

Para mi, la Alcazaba es la Cumbre más "señorial" de toda la Penibética, la más complicada subiendo por el Espolón, la más exigente, la que más derroche físico hay que emplear. En definitiva: la más Alpina.

La subida por el Espolón desde el Vasar inferior (Gran Vasar) tiene al principio unos pasos de escalada. No son excesivamente complicados si tenemos "soltura de pies y manos", pero pensando en mis compañeros, lo mejor es continuar el Vasar hasta llegar al Puntal del Goterón, dando vistas a los Acucaderos, y remontar al Vasar superior. Otra opción es continuar por la Cañada del Goterón y subir a la Loma de la Alcazaba por la ZETA de los tajos del Goterón. Esta opción la desecho por acortar el recorrido.

Finalmente la decisión es, Vasar superior y subir el segundo tramo del Espolón que sale directamente a la Cumbre.

La Alcazaba, como casi tantas y tantas Cumbres tiene la parte dulce y noble por la cual es un paseo subir, y la parte brava, dura, comprometida y exigente. El Espolón representa todo esto y mucho más. Tras "pelearnos" un buen rato por los canutos del Espolón, recibimos en la cara, la brisa que anuncia que estamos cerca de la Cumbre, coronando esta por el colladete entre la Cima y la antecima.
La alegría y satisfacción es grande por conseguir el objetivo planificado.

Dejamos la Alcazaba y descendemos en dirección al peñón del Globo por el colaero, que es la entrada de la Cañada de Siete Lagunas, para desviarnos a la derecha y subir al Collado del Puntal de Siete Lagunas, con la Laguna de La Mosca, y la Arista Este del Mulhacén. Desde aquí, por ella, podremos subir al Mulhacén si lo deseamos, o si ese es el objetivo, o bien pasar la pared de su cara norte por el Vasar que recorre a media ladera todo el cortado. Otra variante desde este Collado, es bajar a la Mosca. A primera vista da la impresión de que por ahí no hay paso ni camino. Lo hay, y es sorprendente por la sensación visual cenital de todo el circo de la base del Mulhacén y su laguna. La cara norte del Mulhacén tiene seiscientos metros de altura desde la base a la Cumbre. Salvo dos puntos en concreto, no tiene dificultad su travesía, pero es conveniente no perder la concentración en esos tramos. Aproximadamente a la mitad del Vasar llegamos a la fuente del Mulhacén, o del viejo Lobo que está a 3.150 msnm. Es sorprendente. El agua está ¡¡fría fría!!.

La salida del Vasar en la parte superior del collado del Ciervo, nos abre la puerta hacia nuestro destino. Capileira.

Descendemos por la falda Oeste del Mulhacén hacia la Laguna del Majano y continuar el sendero paralelo al Río Mulhacén hasta llegar al Refugio Poqueira, Cortijo de Las Tomas, Acequias Alta y Baja, Sendero del Río Naute a la Central del Poqueira (La Cebadilla) y poner fin a esta travesía en Capileira.

Han sido dos jornadas de puro montañismo vividas y compartidas, con amigos a los que quiero y aprecio. Agradeciéndoles haberme acompañado y podido disfrutar de su compañía en estos días inolvidables.

Félix, Bego, Javier. Gracias, por haber venido.