Hoz de Beteta Cuevas Hoz del Río Cuervo.

Hoz de Beteta, Miradores del río Cuervo.
Lugares visitados:
Área Recreativa La Casa de la Pradera.
Río Guadiela.
Fuente de los Tilos.
Presa de los Tilos.
Cueva de la Ramera (Ubicación).
Cascada artificial del rebosadero.
Cueva del Armentero.
Mirador del Armentero.
Mirador del Río Cuervo. (Con el banco con las mejores vistas de la provincia de Cuenca).
Castillo de los Siete Condes.
Peña Rubia.
Cruz del Solán.
Embotelladora de agua.
Puente de Vadillos.

Tras un viaje largo comenzamos a las 10:30 de la mañana, el tiempo es bueno, hace un día esplendido.
Hemos de indicar, que ya antes de llegar, en el camino, nos ha impresionado la zona del Estrecho de Priego, formado por el río Escabas. Pero mucho más aún lo ha hecho la entrada a la Hoz de Beteta, justo al salir de Puente de Vadillos.
La subida por la Hoz, tras pasar bajo un arco de piedra es impresionante. Vamos dejando al Río Guadiela a la derecha, con sus cascadas y sus meandros de piedra. A derecha e izquierda las impresionantes roquedas.
Comenzamos la ruta en el Área Recreativa de La Casa de la Pradera, e inmediatamente, por una senda bien marcada, incluso con algunas pasarelas de madera en zonas de barrancos vamos recorriendo el Paseo Botánico. Es como un inmenso jardín con toda clase de arboles y plantas. Pero destacan por su antigüedad y belleza los Tilos centenarios. En muchas ocasiones hemos de fotografiarlos, incluso cuando nacen en las propias rocas.
Al principio del camino se oye el agua cantarina del río. Poco más adelante la senda sube y se aleja de él.
Volvemos a bajar para admirar la Fuente de los Tilos, y un poco más abajo el pequeño embalse del mismo nombre, preparado para abastecer la central Hidroeléctrica de Puente de Vadillos, y esta, a su vez a la fabrica de carborundo. “Artificios dentro de la naturaleza”.
Continua el bonito camino sin perder un ápice de su belleza hasta llegar a la base de una alta plataforma andamio que sube hasta la Cueva de la Ramera. Hoy no la podemos visitar porque se encuentra cerrada. Sus primeros 600 metros son visitables, pero cuenta con más de 6 kilómetros de galerías.
Un tramo más adelante comenzamos la subida a la Cueva del Armentero. Buena subida para hacerla de un tirón. En la mencionada cueva vemos que ha sido utilizada para guardar el ganado.
Un poco más arriba el Mirador del mismo nombre señala sobre un mapa las particularidades del paisaje. Lo consideramos muy interesante.
Ahora toca caminar por arriba para acercarnos a la Hoz del Río Cuervo. Entraremos a tres de sus miradores.
Llegamos al primero y nos encontramos con un banco de madera, en algún lugar hemos leído que es el banco desde el que se ven las mejores vistas de Cuenca. No hay duda de que las vistas hacia el Rio Cuervo y su Hoz, son impresionantes. Sentados en el banco podemos admirar La Cola del Potro, bonita cadena rocosa que desde el otro lado de la Hoz se adentra hacia ella. La planicie del Castillo de los Siete Condes, que entra hasta el lado contrario de la Hoz, así como todo el extraordinario paisaje de los acantilados.
Tras avituallarnos, caminamos hacia el segundo mirador, que está precisamente cerca de la entrada a la zona del Castillo de los Siete Condes. No nos resistimos y entramos hacia la citada planicie. En su interior se pueden observar restos de un antiguo castro celtibero, así como algunas piedras del antiguo castillo. Las vistas desde la planicie, tanto aguas arriba, como aguas abajo del Río Cuervo, son inenarrables, pero aquí no hay banco de madera para sentarse. Uno de los detalles más curioso es El Yunque, conjunto pétreo con dicha forma que permanece en la zona central de la Hoz aguas abajo. Llegamos hasta el final del promontorio y notamos el vértigo de las vistas del meandro de la Hoz.
Vuelta hacia el comienzo de la entrada para continuar hacia el tercer mirador, que no es otro que La Cruz de Solán. Las vistas desde aquí no desmerecen a las anteriores. Hacia la derecha abajo se observan las instalaciones del Balneario y de la embotelladora de agua.
Comenzamos la bajada hacia dichas instalaciones, y después de sobrepasarlas, tomamos la carretera hacia el pueblo de Puente de Vadillos, donde descansamos de tanta belleza.
El camino ha sido de 18,8 km. Hemos tenido una subida acumulada de 829 metros y unas bajadas de 991 metros. Una ruta suave y muy bonita.