Hoz de Jaca a Santa Elena - Camino de Santiago Tensino

Esta ruta es ideal para hacerla en familia, con niños, con abuelos andarines, con gente vagüeta… dado que es de bajada casi todo el rato y muy sombría. En verano es muy agradecida por la sombra que nos ofrece. En invierno también es agradecida porque nos protege bastante del viento.

Tras descargar a los senderistas en el punto de partida, salimos varios coches hacia Santa Elena donde dejamos un vehículo (para recuperarlo a la vuelta) y volvemos al punto de partida de nuevo en Hoz de Jaca. Unos cientos de metros antes del pueblo, parte el sendero en suave ascenso. Aparcamos los coches restantes por ahí cerca o en el pueblo (lo más cómodo) y empezamos a andar. Subidas, bajadas, pequeños arroyos, musgo, bosque sombrío, prados, algún trozo de pista y buenas vistas al valle son lo que nos encontramos. Destacar que los senderos en ocasiones, de repente, suben hacia arriba y es recomendable no pasarse el desvío. Seguimos entre restos de unas construcciones invadidas por el bosque que debían ser el vivero de repoblación de la zona. Seguimos el sendero bien marcado nos van llevando valle abajo. De repente, la bajada se torna empinada y resbaladiza: nos aproximamos a la presa de Búbal. Bajamos unas escaleras y el terreno se vuelve de nuevo llano y aparecen las primeras fortificaciones de la “línea P” (Línea defensiva de los Pirineos) lo que hace la excursión muy agradable para los niños dado que muchos búnkeres son visitables e incluso tienen paneles informativos. De repente nos encontramos con una escondida mina de pizarra utilizada para los tejados de las construcciones Tensinas (explotada en tiempos por una familia de Piedrafita de Jaca), junto a un espectacular ejemplar de haya centenaria y poco más abajo llegamos a las pocetas y puente tibetano de Polituara (despoblado a los pies de la presa de Búbal). Atravesamos más construcciones defensivas, los restos de una central hidroeléctrica y al poco aparecemos en la vía ferrata de Santa Elena donde una familia con niños suben debidamente asegurados con ayuda del equipamiento de sirgas y poco más adelante aparecen nuestros coches. Si tenemos tiempo y ganas, se puede visitar el dolmen y si quedan ganas de andar, podemos subir a comer a las praderas de la ermita de Santa Elena y visitar la cascada que hay debajo de la ermita. Con algo más tiempo se podría haber prolongado la excursión, sin problemas, hasta Biescas. En resumen: una excursión fácil, bonita y muy recomendable en cualquier época salvo lluvias. Incluso se puede hacer en BTT si se tiene un gran dominio del descenso en bici.