HOZNAYO - GRUTA Y FUENTE DEL FRANCÉS - EL BOSQUE - ALTO DEL BOSQUE DE VIZMAYO - HOZNAYO. 10 AGO 2021

Comenzamos la ruta en el aparcamiento existente frente al molino de Óscar (hoy restaurante) de Hoznayo.
Cruzamos la travesía (N-634) y dejamos a nuestra izquierda una bonita zona de descanso con mesas y barbacoas y juegos para niños.
Seguimos de frente (Norte) por el Barrio La Sierra y tras un zig-zag pasamos por debajo de la Autovía A-8.
Tras una ligera subida nos introducimos por un bonito bosque mixto, entre plátanos, falsas acacias, robles, laureles, olmos, álamos y diversas especies de sauces, mientras por nuestra izquierda, el río Aguanaz nos acompaña con el rumor de sus aguas.
Enseguida (1,2 kms) alcanzamos la Cueva del Francés o Gruta del Diablo. La entrada a la gruta está protegida con una reja, que al menos hoy, se encontraba abierta. Con mucho cuidado, se puede entrar y bajar hasta la orilla del río pon donde discurre el agua.
Si la reja está cerrada, o si se prefiere, al otro lado de la pista están las ruinas de un viejo molino, base pueden bordear las ruinas y descender, también con muchísimo cuidado y evitando resbalones, hasta el lecho mismo del río, y entrar en la cueva desde el río.
Una vez salimos de la gruta, volvemos al camino y pasamos por encima de la gruta que forma el río, es decir, por el puente natural.
Hacemos un pequeño zig-zag y seguimos por una carretera que se dirige hacia Villaverde de Pontones, flanqueada por enormes plátanos.
Así llegamos hasta los restos del balneario de Hoznayo (hoy abandonado), que se ubica junto a la Fuente del Francés.
El nombre de esta fuente procede de un abate francés, que huyendo de los estragos de la revolución, se refugió en esta zona y y descubrió este manantial de aguas con propiedades minero medicinales que dio lugar a la creación de un balneario en el siglo XIX. Parece que el refugio del citado abate fue la gruta que hemos visitado anteriormente.
El balneario fue creado por Genaro Cagigal Toca a finales del siglo XIX, para sacar partido a las aguas medicinales existentes en la zona, junto a una finca de su propiedad donde se ubicaría el Hotel Suizo más adelante. Este edificio, junto al "Fondín" y la "Casa de Baños" formaban un completo complejo destinado al ocio, descanso y cura de gente de toda la geografía española. A finales de la década de 1870 comenzó a funcionar con gran éxito, pero para finales de siglo la decadencia y abandono fomentado por una moda pasajera ida a menos provocó su cierre.
El conjunto permaneció un tiempo abandonado hasta que el por aquel entonces famoso doctor Morales decidió ponerlo en funcionamiento de nuevo explotando sus aguas para la venta en farmacias. De este modo comenzó a hacerse popular el "Agua de Hoznayo", que acabó siendo el agua embotellada más habitual en las casas de la mayoría de los cántabros hasta su cierre en los años 1980 de las modernas instalaciones de embotellado.
Siguiendo la carretera flanqueada por los grandes plátanos, llegamos hasta la destartalada embotelladora de aguas.
Más adelante (km 4 desde el inicio), hay que tomar un camino que ascienda a nuestra izquierda (Oeste) por medio de un praderío, hasta llegar a una casa de labor.
Ahora continuamos por un camino agrícola, pasamos por un puente sobre la carretera CA-146.
Seguimos ascendiendo por una carretera asfaltada hasta alcanzar la localidad de El Bosque, donde se encuentra la iglesia de la localidad.
Empezamos a descender hacia el Barrio El Escorial. Pasamos a la Autovía A-8 por un elevado puente.
Nada más pasar junto al Bar El Bosque, tomamos una pista forestal que asciende hacia el Monte de Vizmayo. Poco a poco nos vamos adentrando en un espeso bosque. El camino se convierte en senda. No faltan unas cabras a las que sorprendemos en medio de la senda, las cuales salen despavoridas.
Empezamos a encontrar algunas hondonadas que seguramente sean restos de las antiguas minas de hierro que surtían a la Real Fábrica de Artillería de La Cavada, la primera y mayor instalación siderúrgica de España, que realizaban los cañones de hierro colado y la munición de estos mismos, para los galeones españoles que se construían en el Real Astillero de Guarnizo. La explotación de estas minas, coinciden con las de La Cavada, 1622, y fueron explotadas hasta su fin, en 1821.
Ahora ya, empezamos un fuerte descenso hacia el municipio de Hoznayo.
Llegamos de nuevo al área recreativo que hay junto al restaurante "El Molino de Óscar", un bonito parque con mesas de picnic, barbacoas, y una pequeña tirolina, y por supuesto, lo más llamativo es la Cascada que forma la represa del molino. Tomamos un tentempië y dimos por finalizada esta interesante ruta.

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