Huellas 4D, Regajo de la Nava y Cañón del Río Alcalá

El Regajo de la Nava es un barranco formado por la unión de otros menores que descienden de la Umbría del Olmedilla y se unen poco antes del gran salto . Abandona la Nava formando pequeños saltos y otro mayor de 50 m. Despues va rebosando pequeñas gradas hasta acabar en el río.
Aparcamos en el camino de entrada al Molino del Castellar de Abajo.
Al dar con el río lo seguimos para cruzarlo por el azud de la acequia del Sabinar.
Estamos frente al talud en que la erosión fluvial ha sacado a la luz estas peculiares icnitas, donde ha quedado impreso no sólo las pisadas sino la dinámica del movimiento de las extremidades de los Dinosaurios.
Tras robarles unas fotos, que será lo único que nos llevaremos remontamos el río hacia el Molino de Arriba. Vamos por antiguas terrazas abandonadas y sobre el molino tomamos la pequeña senda que circula por encima de la canalización que baja desde la Fuente del Berro o del Puerco. Tras pasar por unas ruinas de un pajar se introduce en el barranco.
Después de la fuente aparece la senda tradicional con algunas potentes paredes de piedra. Sube entre dos barrancos, que en esta zona tienen varios saltos. Hoy la Idea era recortar por un salto del barranco de la izquierda, pero el primer escalón era disuasorio. Hemos seguido por la senda hasta cruzar la primera repisa y entonces hemos dejado el sendero para ir al barranquito encima del salto.
Tras cruzar el cauce subimos al siguiente escalón y seguimos cresteando hasta el mirador del Castillico.
Nos deleitamos con las vistas que nos ofrece el aéreo mirador y sequimos las señales del PR hasta el camino de la Tormeda por el que recorreremos el Monte de la Baraja.
Este tramo es una zona de toboganes por dentro de un tupido pinar. Tras una curva tenemos una magnífica visión del Altarico (o Puntal) y de los paredones del Regajo de la Nava. En algunos momentos vamos por fuera del camino para recoger algunos rebollones para una tapita.
Una vez junto al Regajo lo remontamos cruzando el bosquete de pudios hasta llegar a la base del salto, rodeados de los imponentes farallones.
De vuelta al Camino de la Tormeda, seguimos bajando hasta la palanca por la que cruzamos el río.
Aquí dejamos el camino para seguir la senda que circula paralela al río, en una curva bajamos al punto donde el Regajo se une al rio. Y seguimos entre los chopos y la pared a la derecha hasta alcanzar el PR TE 26 por el que recorremos otro tramo junto al alegre río.
Cuando el PR lo abandona nosotros seguimos trampeando por el cauce hasta la zona de los molinos del Castellar. Aunque no hay senda definida hay rastros que van uniendo las diferentes terrazas abandonadas a ambos lados del río.
El ambiente es de vegetación de ribera, campos abandonados y tentadoras pozas en el río.
El tramo entre los dos Molinos del Castellar lo hacemos por la acequia que nace en el azud delante del Molino Alto y lleva el agua hasta el de Abajo y su huerta.
Ya solo nos queda tomar el camino que nos lleva hasta la carretera.
Esta ruta es una versión corta de nuestra anterior "Los Molinos del Cañón del Río Alcalá".
La dificultad de la ruta se debe a que hay bastantes tramos sin senda definida.