CAMINO MOZÁRABE ALMERÍA-GRANADA ETAPA 5: Huéneja - Alquife

Preciosa etapa la de hoy en un entorno con alto contenido histórico, ya que discurre dentro de la subcomarca del Zenete, dentro de la comarca de Guadix, por tierras que formaron parte del marquesado de Zenete y donde la minería y los campos de almendros van a ser dos de los elementos característicos de la misma.
Dejamos atrás el albergue de peregrinos de Huéneja saliendo recto por la calle Barrichillo para después de una pronunciada cuesta por la calle Jazmines tomar la Calle Camino Ermita, que pasa junto a la ermita mudéjar de la Presentación que dejamos a nuestra derecha. Nos alejamos poco a poco de esta población entre campos de almendros en constante pero suave subida por un bonito sendero que se adentra en la montaña y en el que al poco de empezar a bajar, encontraremos un socavón a pie de camino a la izquierda, que aunque cubierto, puede resultar peligroso en casa de ir muy despistados o en momentos de baja visibilidad. Poco después de este punto, pasaremos por un punto geográfico singular, el Portachuelo de Dólar, la línea divisoria de aguas mediterráneas y atlánticas, que desciende por el barranquillo del Término hacia el carril que viene desde la estación de servicio, abandonándolo a la izquierda a escasos 200 m. para entrar en Dólar entre campos de almendros. Con vistas al parque eólico y a la altura de una gran balsa, tomaremos la pista de la izquierda que nos llevará hasta el pintoresco pueblo de Dólar, situado alrededor de la colina donde se situan los restos de su castillo. En esta población, una vez pasada la iglesia parroquial de la Anunciación, pasamos ante su ayuntamiento donde aprovechamos para poner un nuevo sello de paso en nuestra credencial. Por la calle de las Escuelas dejamos atrás la población para volver adentrarnos en el campo rodeados de almendros. La bonita ermita de Sant Antón nos despide y aprovechamos para echar la vista atrás y ver el pueblo de Dólar que acabamos de pasar. Cruzamos la rambla del Castañar y algo más adelante giramos a la izquierda para comenzar a subir entre almendros camino de la pintoresca y fotogénica población de Ferreira. Antes, pasaremos por un bonito rincón del camino donde encontramos unos castaños y un mina de agua justo cuando abandonamos el término municipal de Dólar y entramos en el de Ferreira. Por el camino de las Eras entramos a la población llegando pasando ante el restaurante El Hogar de Ferreira, donde aprovechamos para hacer una pausa. Luego, nos dirigimos a su centro, donde encontramos su iglesia, que pudimos visitar al estar abierta, una fuente y el ayuntamiento, donde aprovechamos para poner, como no, un nuevo sello en nuestra credencial. Como todas las población de la zona, la minería del hierro ha tenido una importancia relevantes en la historia de la misma, de ahí su nombre. Salimos de Ferreira por el GR-7 en dirección al cementerio y a la altura de la balsa, giramos a la izquierda, para coger la vía pecuaria que nos lleva a la carretera que sube al puerto de la Ragua a la altura de la intersección con la carretera que une La Calahorra y Ferreira. Siguiendo un camino en el margen de un monte de pinares,
estribaciones ya de Sierra Nevada, entramos al bonito pueblo de La Calahorra, donde ya desde lejos, podemos observar su elemento más importante. El impresionante castillo renacentista que domina la población desde una colina. Entramos a la población aproximándonos al cementerio y la ermita de Sant Gregorio. Cuando nos acercamos, vemos una figura humana que parece inmóvil y... !Oh sorpresa!, cuando estamos a pocos metros vemos que se trata de nada más y nada menor que el mismísimo Clint Eastwood. Casualmente, una semana antes de nuestro paso se habían inaugurado una serie de estatuas en la población como reclamo turístico y como promoción de la historia cinematográfica de la población. No en vano, su castillo y todo su entorno típico de los paisajes semidesérticos, como podremos ver en nuestro paseo por la población, han servido como plató cinematográfico para diferentes películas. Una vez dentro de la población, nos encontramos con Sean Connery y a pocos metros con un nuevo hito que nos indica que llevamos 100 km de este camino mozárabe. Llegados a la plaza del ayuntamiento aprovechamos para dejar apartadas durante un rato las mochilas y dar una vuelta por el pueblo, subiendo, cómo no, al magnífico castillo emblema de la población. Esta joya del renacimiento fue mandada construir y perteneció a D. Rodrigo de Vivar y Mendoza primer Marqués del Zenete e hijo del Gran Cardenal Mendoza, que le puso a su hijo el mismo nombre del Cid para vincular a su hijo con el histórico y patrio personaje. El castillo, sólo puede ser visitado los miércoles, bajo reserva. Salimos de la población por la Calle de las Huertas y la Calle de los Mineros, donde nos despide una singular casa en venta que lleva el nombre de La Prisión y que como podemos ver, perteneció sin duda a un creativo artista. Seguimos el camino viejo de los mineros dejando a la derecha más adelante, el Camino Real que se nos incorpora desde las minas del Marquesado a la altura de la rambla de Benejar. Llegamos a las instalaciones de las minas de hierro del marquesado, donde a la derecha dejamos las antiguas casas de los mineros. En la actualidad, estas históricas minas, vuelven a estar, al menos en parte, abiertas desde el año 2020 después de permanecer cerradas desde principios de los años 90. La explotación del hierro en la zona se remonta a la edad de bronce. El pueblo de Alquife tiene su origen en la explotación de las mismas, dado que primero fue la actividad minera y después comenzó a construirse el pueblo, cuyo origen se remonta a tiempos de la ocupación musulmana para dar alojamiento a sus trabajadores. El paisaje de la zona es sin duda producto de la incesante actividad minera a lo largo de la historia, como podemos ver por los innumerables promontorios compuestos de escorias de minería que rodean al pueblo actual Alquife. A finales del s. XIX, una compañía inglesa compró las minas y se dedicó a explotarlas a gran escala, y por eso, construyeron la linea férrea que trasportaba el mineral para embarcarlo en el puerto de Almería, donde como pudimos ver el día previo al inicio de nuestro camino, se encuentra el resto más importante y famoso de esta construcción, el famoso Cable Inglés. Por una carretera asfaltada a la izquierda de la entrada de la mina, llegamos a Alquife, donde entramos por la calle Lepanto para llegar a la Plaza de la Iglesia, donde termina la etapa y donde retomaremos el día siguiente el camino. Nosotros, sin embargo, aún deberemos recorrer unos 800 metros que nos separan del albergue Lacho, que se encuentra a las afueras de la población y que gestiona Manuel, también peregrino y una persona excelente que nos dará todas las facilidades para tener una estancia cómoda en esta bonita población minera.