-HUESCA- LOS MALLOS Y ERMITAS DE VADIELLO “Parque Natural Sierra y Cañones de Guara”

Al norte de España, a los pies de los Pirineos se alza solemne la SIERRA DE GUARA. Un enorme sistema montañoso de más de 80.000 hectáreas. Su abrupta orografía esculpida por la extensa red fluvial de aguas bravas y cristalinas, se brinda de forma ideal ante los visitantes.

Se encuentra situada al noreste de la ciudad de Huesca, extendiéndose de este a oeste entre los ríos Guatizalema y Alcanadre. En su parte oriental se encuentra el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, ampliamente conocido por sus barrancos y poblaciones tan famosas como Alquezar y Rodellar.

EL EMBALSE DE VADIELLO, situado en la Sierra de Guuara, recoge las aguas del rio Guatizalema, al pie de unas impresionantes paredes y en un sitio agreste, solitario y muy poco conocido. Este idílico y solitario paraje que forma el agua del embalse, el propio río, sus barrancos y los monumentales mallos que lo rodean, es una visita obligada para todo aquel que desee conocer el Parque Natural y disfrutar de la naturaleza y el silencio. Ocupa parte del desfiladero del río Guatizalema, al pie de los Mallos de Ligüerri.

LOS MALLOS son formaciones geológicas de conglomerados, grandes paredes verticales aisladas. Los de aquí son conocidos como los Mallos de Ligüerri, y están dominados por los monolitos la Mitra y el Puro, junto con el barranco de Isarre en el que se encuentra la ermita de San Chinés. Otro de los símbolos pétreos de Vadiello es el "Huevo de San Cosme". Una larga lista entre la que se encuentran la Patata, los Pepes, también llamados mallos d’Aliana, Lazas, las Crestas del Borón, el pico San Jorge, más los barrancos de Escomentué, del Diablo, de Lazas y la Canal del Palomo, en los que puede ver gran cantidad de buitres leonados.

En este lugar, hace siglos apartado y solitario, encontramos hasta SIETE DIFERENTES ERMITAS en una pequeña porción de terreno. La que hoy es ya una clásica ruta senderista de la Sierra de Guara, las recorre todas ellas, entre bosques de encinas y roquedos imposibles.

LA RUTA:

La ruta se inicia en el parking de Vadiello donde nos encontraremos un panel informativo de la ruta senderista que vamos a realizar, la cual se encuentra perfectamente señalizada a lo largo de todo su recorrido.

El recorrido comienza atravesando un túnel excavado en la roca que nos llevará directamente hasta la presa de Vadiello. Antes nos encontramos con un magnifico mirador de la presa y del río Guatizalema.

Cruzamos la presa y continuamos por pista forestal cerrada al tráfico durante unos 2 kilómetros hasta llegar a un desvió señalizado hacia San Cosme. A lo largo de este primer tramo podremos contemplar en todo momento diferentes perspectivas del embalse de Vadiello así como de los mallos de Vadiello y del pico Borón.

Nada más salir de la pista forestal al tomar el desvió a San Cosme nos encontramos con la Ermita de la Santa Cruz. Dejamos atrás la Ermita y enseguida aparece ante nosotros a lo lejos las Ermitas de San Cosme y San Damian al abrigo de la peña de San Cosme.

Continuamos por el sendero que se adentra en un carrascal descendiendo unos 70 m de desnivel hasta el fondo de un pequeño barranco seco para luego ascender por sendero que desemboca directamente en la pista que da acceso a la Ermita de San Cosme.

Desde este punto nuestro recorrido continua durante aproximadamente 1,5 km por la pista forestal cerrada. A lo largo de este tramo de pista nos encontramos con las Ermitas de San Miguel, San Urbez, Fuensanta, San Gregorio y Virgen de Fabana, la mayor parte de ellas en un estado ruinoso.

Merece especialmente la pena deternerse en la Ermita de la Fuensanta en cuyo interior se encuentra una fuente y unas mesas que invitan a hacer un alto en el camino.

Pasadas las ermitas y continuando por la pista pronto alcanzaremos el desvió señalizado al Huevo DE San Cosme. Se trata de un sendero que asciende por fuerte pendiente hasta alcanzar una planicie conocida como el Bosque Plano. Lugar que resulta para muchos visitantes un paraje mágico y encantado.

Atravesamos el bosque plano y pronto aparecerá ante nosotros entre la vegetación la silueta de la singular formación rocosa hacia la cual nos dirige la senda. Finalmente alcanzamos los mismísimos pies de la roca conocida como Huevo de San Cosme y donde un cartel nos indica el final del recorrido.

Retrocedemos y decidimos ampliar un poco la ruta subiendo a la peña de San Cosme desde donde la panorámica es espectacular. Es ascenso es fácil pero OJO hay un paso aéreo no apto para gente con vértigo.

Tras disfrutar de las magníficas vistas, regresamos por la misma senda que va hasta la pista para tomar dirección hacia el embalse de Vadiello subiendo por el Alto de la Carrasca, para comenzar el descenso y de nuevo conectar con la pista de bajada hasta llegar nuevamente a la presa.

Este es un paseo muy recomendable para todo público excepto el último tramo de ascenso a la peña. Recorre un conjunto de ermitas y un paraje de conglomerados como los Mallos de Ligüerri, San Cosme y el Huevo, además puedes observar especies como el quebrantahuesos, el buitre leonado o durante la época estival el alimoche.