Humedal de Ajauque - Rambla Salada (Fortuna)

Recorrido en llano por este humedal de características muy interesantes y peculiares, especialmente en cuanto a aves (protegido como zona ZEPA) y formaciones rocosas. La ruta es perfectamente circular, pero no terminó de grabarse porque se me acabó la batería a sólo trescientos metros del final. Atención con el sol, porque apenas si hay una sombra en todo el camino, así que gorro y crema protectora preceptivos. Como todo va por rambla, atención también a que no haya llovido en un periodo previo de bastantes días y el terreno esté bien seco, porque de lo contrario es impracticable. Igualmente en esta zona hay que ser especialmente respetuoso y precavido con el hábitat de la numerosa fauna que habita en él. Eso sí, es una ruta muy ruidosa, como comento a continuación.

Lo primero que llama la atención es que ya en el primer tramo de camino desde el coche hasta el centro de visitantes se me cruzan tres conejos. En mi vida he visto tanto conejo y tanta liebre como en esta ruta de hoy; cada dos por tres salía corriendo uno de entre los matorrales.
Del centro de interpretación he tomado rambla abajo siguiendo su serpenteo y vadeándola a uno u otro lado según se prestase mejor el camino. Que conste que no siempre es fácil vadearla y en algunos puntos nos podemos ver forzados a retroceder para encontrar un paso accesible.
Respecto al ruido, el festival empieza en cuanto, merodeando por las inmediaciones del centro de visitantes, nos detectan las primeras cigüeñuelas que tanto abundan por la zona: no han dejado de sobrevolar en torno a mí dando voces de alerta hasta el mismo punto en que he abandonado definitivamente la Rambla Salada, más de hora y pico, y en un lugar en que me he aproximado a unas paredes donde probablemente tuvieran sus nidos, una de ellas se ha dedicado a hacer varias caídas en picado pasando muy cerca de mí. No exagero. Se me ha venido a la mente la película de Hitchcok y me he marchado lo más rápido posible de la zona.

En el lugar donde se unen la Rambla Salada y la Rambla de Ajauque abandono la primera para tomar hacia arriba por ésta última. Sólo entonces me dejan en paz por fin las cigüeñuelas, pero entonces emerge otro ruido: los cartuchazos que están pegando constantemente dentro de una finca privada que queda a la izquierda de la rambla en sentido ascendente. Desde luego, ir oyendo disparos a su alrededor no es algo que pueda causar muy buenas sensaciones a un senderista a lo largo de su camino, pero qué le vamos a hacer. El eco de los cartuchazos me acompañó durante toda la rambla de Ajauque hasta la altura del trasvase.
Esta rambla apenas si lleva un mínimo caudal en algunos tramos, aunque se encuentra mucho más poblada de vegetación que la rambla salada, de modo que tenemos que transitar todo el tiempo por sus costados, pues es imposible hacerlo por el centro. En cuanto a fauna, a la vista se aprecia mucho menos que en la rambla salada, y el ambiente es más tranquilo que en aquella.

Al llegar al trasvase se puede empezar a cerrar ya la ruta en dirección oeste, pero tenía curiosidad por visitar el paraje de Cabecicos Negros, unas pequeñas morras de roca negra de origen volcánico, y hacia allá enderecé el rumbo. El itinerario hasta allí es todo por camino, pero carente de interés por completo. Los cabecicos, por contra, sí son interesantes y llamativos, aunque son mucho más pequeños de lo que imaginaba y apenas ocupan un pequeño terreno. Se supone que fueron un volcán hace muchos, muchos años. Y como no podía faltar algún ruido que me hiciera compañía, a lo largo de toda esta parte de la ruta mis oídos se deleitaron con el bonito y persistente rugir de motores procedente de un circuito de motos o de cars que había por allí cerca.

Para el regreso, retorno al trasvase y lo sigo hasta cruzarme de nuevo con la Rambla Salada en un punto más alto que donde empecé, y de allí por la misma rambla hasta el inicio de la ruta. El trecho por el trasvase es un poco monótono, todo es asfalto y hay largas rectas, aunque eso sí, silencioso; pero este último tramo de Rambla Salada, por contra, guarda un par de las mejores estampas y recodos del camino, uno de ellos un nuevo aporte de agua a la rambla desde un lateral, no sé si de un manantial o del drenaje de ramblas adyacentes.


Distancia recorrida: 19 km (05:50)
Altura Mínima: 84 m
Altura Máxima: 152 m
Ganancia Altitud: 412 m