Ibón de IP (subida por La Besera y bajada por La Solana)

Hoy vamos a realizar una ruta circular por el Ibón o embalse de Ip (ya que éste se encuentra represado).

Nos dirijimos a Canfranc-Pueblo y justo pasado éste, a la derecha, veremos un puente sobre el río Aragón, podemos pasar con el coche y dejarlo en una pequeña explanada habilitada al efecto.

Encontramos varios carteles junto al aparcamiento. Por allí pasa el GR 65.3, el camino de Santiago y es punto de partida de varias excursiones.
Hay dos senderos muy similares para subir al ibón:
La Solana: sube por la margen derecha del barranco de Ip.
La Besera: sube por la margen izquierda del barranco de Ip.
Nosotros decidimos subir por La Besera y bajar por La Solana.

Empezamos a caminar por la pista que va dirección a Canfranc-Estación, por el camino de Santiago y a unos 20 metros, tomamos la senda de la derecha, señalizada como "Ibón de Ip por la Besera 3 horas".

Desde aquí comienza ya la subida, por senda estrecha, adentrándonos enseguida en un denso bosque de pinos; al principio vamos efectuando lazadas continuas para ir ganando altura rápidamente y poco después comienza a picar para arriba, convirtiéndose el ascenso bastante más duro.

A mitad de subida, más o menos, veremos en un claro del bosque, un pequeño refugio de piedra circular, con una pequeña entrada que nos hace gatear; a partir de aquí, el bosque se vuelve intermitente y los claros aparecen cada vez más. Unos 200 metros más adelante, ya saldremos a unas amplias praderas y se acaba la sombra. Mientras seguimos subiendo, a nuestra derecha queda la impresionante cara norte del macizo de Collarada y a nuestra izquierda, el barranco de Ip y los imponentes cortados, con varias cascadas muy bonitas, por donde regresaremos más tarde, mientras que a nuestro frente, van asomando los grandes picos del Circo de Ip, aunque todavía queda bastante recorrido para llegar hasta allí.

En esta zona, la senda pierde su trazado en algunos tramos, aunque de vez en cuando se observa algún hito de piedras, pero de todas formas, no hay problema en seguir adelante, ya que tenemos como referencia los grandes picos mencionados anteriormente y se intuye perfectamente la dirección a seguir. He de comentar que, cuando nosotros subimos, todavía quedaban algunos neveros que cubrían el terreno por donde discurre la senda, por lo que nos vimos obligados a bordearlos en algún caso y pasar con cuidado en otros; también tuvimos la gran suerte de contemplar algún rebaño de Sarrios, los cuales, aún se prestaron a posar como modelos para nuestras cámaras fotográficas, incluso llegamos a ver y oir los chillidos de varias marmotas que se apresuraban a huir cruzando los propios neveros, todo un espectáculo añadido al propio que ya nos ofrece la naturaleza en este paraje espectacular.

Pronto comienzan a aparecer diferentes construcciones hidráulicas asociadas al embalse. Ya sin pérdida, avanzamos con dirección a la presa, viendo a sus pies, un refugio libre de montaña en perfecto estado .

Por fin llegamos al ibón y nos asomamos a sus aguas desde la ancha presa, luego caminamos por ella hasta el otro extremo de la misma, desde donde se obtiene una magnífica panorámica del embalse y todas las montañas que lo rodean.

Bueno, ahora toca regresar, para ello, volvemos sobre nuestros pasos unos cientos de metros, hasta alcanzar de nuevo, la primera de las construcciones hidráulicas que hemos visto, desde aquí, veremos a nuestra derecha, una construcción de color blanco. Debemos ir hasta ella para tomar el camino de La Solana. Este nuevo sendero está balizado con marcas amarillas y verdes.

Iremos perdiendo altura por un terreno despejado y alcanzaremos el refugio de la Canal de Ip, cuyo interior no se encuentra en muy buen estado, pero que sería excelente en caso de necesidad.

La senda se acerca cada vez más hacia los cortados que veiamos desde enfrente, cuando ibamos subiendo, hasta que llegamos a una repisa por donde discurre una cascada de agua muy bonita, la cual tenemos que cruzar, bastante ancha y sin ningún peligro.

A partir de aquí, seguiremos bajando de manera muy cómoda hasta internarnos de nuevo en un frondoso pinar. En esta zona, la senda está perfectamente trazada y discurre por unas marcadas lazadas, que nos hacen ir perdiendo altura rápidamente.

En el último tramo, el camino se ensancha y se convierte en una pequeña pista. Pasamos bajo las vías del “canfranero” para terminar saliendo al GR 65.3 o camino de Santiago a unos 500 metros de la explanada donde habíamos estacionado los vehículos.

Ruta con una belleza increible, la cual he catalogado como moderada, no por dificultades técnicas, sino por su desnivel acumulado positivo de más de 1.000 metros.

*NOTA: Tanto lo expuesto en esta descripción, así como el grado de dificultad técnica indicado, lo son meramente A TÍTULO ORIENTATIVO.