Ibon de Piedrafita (Piedrafita de Jaca)

Piedrafita de Jaca es una bonita localidad de la comarca del Alto Gállego asentada en el Valle del Tena, y que administrativamente pertenece al municipio de Biescas. Ubicada a los pies del Peña Telera (2762 msnm) y rodeada de otras altas montañas, Piedrafita de Jaca goza de numerosos parajes naturales de gran belleza y en esta ruta trataremos de atravesar algunos de ellos: el bosque de Betato, la Selva de Búbal y el ibón de Piedrafita junto a sus alrededores.

Sobre las 7 de la mañana aparcábamos en el aparcamiento que hay instalado a las afueras de Piedrafita de Jaca y comenzamos la ruta callejeando por el pueblo, todavía dormido. Aunque llevamos el track de la ruta proporcionado por Eulogio de Siguiendo la Senda es muy sencillo seguir la ruta porque hay indicaciones repartidas por las calles de Piedrafita. Tras un par de giros a la derecha entramos en el impactante Bosque de Betato, todavía muy oscuro porque el sol no ha terminado de iluminar toda la bóveda del cielo.

Seguimos la senda, que viene marcada por unas señales de pinturas rosa y roja. Al poco de salir del bosque cruzamos una pista forestal pero nosotros seguimos el sendero. Un poco más adelante terminamos caminando sobre la pista forestal y giramos a la izquierda para seguir ascendiendo paralelos a un arroyo que parece bajar desde el mismo ibón al que nosotros pretendemos llegar. Por fin, tras algo más de cinco kilómetros llegamos al ibón de Piedrafita, uno de los más accesibles puesto que está a una altitud no mucho mayor de los 1600 metros. Pese a la accesibilidad del lugar, este ibón resulta bastante bello especialmente por los reflejos especulares ofrece la superficie del agua.

Terminada la visita y el rodeo al ibón continuamos andando y disfrutar del bonito entorno. Mientras caminamos podemos disfrutar del Plano del Ibón, de la Hoya Calatuero (seca en esta época tan avanzada del verano) y del Barranco del Sarronal. También pudimos divisar el famoso arco geotectónico "El Campanal" pero decidimos abordar la subida hasta ese punto para otra ocasión.

Después de virar en un par de ocasiones a la izquierda, seguimos por el sendero de bajada hasta llegar a una cancela cerrada. La franqueamos volviendo a cerrar la puerta a nuestras espaldas y pronto nos adentramos en la Selva de Búbal, que nos ofreció sombra y frescor durante casi todo el resto del trayecto. Un par de kilómetros más abajo tomamos una bifurcación a nuestra derecha para que el camino nos devolviese al pueblo.

A modo de conclusión, el ibón de Piedrafita resulta un lugar accesible pero no por ello menos atractivo que otros ibones que exigen mayor nivel físico. La ruta es amena, interesante y con gran variedad de paisajes. Muy recomendable.