IBP 80, BÉRCHULES-JUNTA DE LOS RÍOS-TAJOS DEL REYECILLO-BÉRCHULES (ALPUJARRAS)
near Bérchules, Andalucía (España)
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Itinerary description
Aprovechando un fin de semana en casas rurales con los amigos nos planteamos ir a la Junta de los Ríos con los niños. Posteriormente, quien tuviera ánimos, podría continuar una ruta circular por los Tajos del Reyecillo.
Salimos tarde de Bérchules y enfilamos la calle Real para subir por la vertiente oeste del río Grande. Al principio es un sendero, bien definido y rodeado de plantaciones de tomates "cherry". Después se convierte en una pista ancha por lo que circulan los dueños de las fincas circundantes.
Durante todo el recorrido, postes de madera y marcas en piedra recuerdan con rayas amarillas y blancas que estamos siguiendo un sendero de pequeño recorrido (PR).
Cuando la pista acaba empieza lo verdaderamente interesante. La acequia "Nueva" fluye por debajo de nuestro recorrido, aunque sólo podremos verla en algunos puntos, y hay recodos en los que los castaños, nogales y álamos están soltando hojas. Estas zonas suelen coincidir con los barrancos que cuando traen agua, contribuyen a la belleza de estos rincones.
A medida que subimos nos encontramos con varios cortijos en ruinas que conservan la estructura básica en pie, la cual se sostiene sobre piedras y lajas sin argamasa a la vista.
También se ven varias eras, en las que se volteaban los cereales para separar el grano de la paja. Son plataformas elevadas sobre piedras y en zonas en las que corre el aire.
En un momento determinado, la vereda baja a la acequia Nueva y llanea para llegar a la Junta de los Ríos, lugar en el río Chico confluye en el Grande en un paraje de singular belleza, presidido por la imponente peña de los Tajos del Reyecillo (1.709m) en cuyas paredes hay oradadas cuevas usadas como último refugio de los moriscos en la segunda guerra de las Alpujarras (siglo XVI).
Aquí se supone que fue muerto Abén Aboo, el caudillo que sustituyó al famoso Abén Humeya en la rebelión.
Hay en esta Junta un edificio denominado "fábrica mora" que presenta un arco de herradura (parcialmente deformado) muy característico. Posiblemente una fundición de arenas con restos de oro o bien una sedería, de origen andalusí.
Gran parte del grupo y los niños regresa deshaciendo el camino, puesto que el regreso por la acequia Nueva es impracticable por la vegetación. Es una pena puesto que, en el camino de ida, parecía que la acequia era "pateable".
Dos valientes más y yo mismo decidimos continuar la ruta circular siguiendo el rastro de dos "guiris" que nos llevan un cuarto de hora de ventaja.
Desde la fábrica mora hay un tramo de fuerte pendiente en zig-zag entre piedras y lascas que es lo más duro del recorrido. Son unos centenares de metros hasta recuperar cierta "horizontalidad" de la vereda en su recorrido hacia el cortijo de las Umbrías, punto de inflexión de la ruta.
Una vez adelantados los guiris, que se habían tumbado al sol para disfrutar de las vistas del encajonado valle del río Grande, empezamos pasar por zonas características: cortijos en ruinas, zonas de bancales, aparantemente con la finalidad de permitir el cultivo, zonas de derrumbes de lajas, ... Todo ello sin apartar la mirada de la pared este del valle por la que sabíamos habríamos de ascender, pero de la que no se apreciaba ni rastro de senda o vereda.
Al divisar el cortijo de las Umbrías, la vereda comienza a bajar al río en estrechas idas y venidas. El río se cruza por un paso hecho con piedras (ver foto) de cuya utilidad dudamos mucho en tiempos de deshiele (primavera). Por el momento, cumplió su función de sobras.
Al cruzar a la vertiente este del valle, la ruta cambia por completo. Pasamos de una zona de árboles de hoja caduca y piedras vivas a pinares muy húmedos con firmes más terrosos.
Aunque parezca mentira, el sendero está muy bien señalizado y es perfectamente viable. Eso sí, en invierno debe hacer un frío respetable.
La subida se prolonga durante poco más de una hora, con vistas al característico Tajo del Reyecillo desde una perspectiva espectacular en el que se aprecia la gran caída del mismo. Dice la leyenda que desde aquí se arrojó el caudillo morisco con su caballo dejando en la roca marcadas sus huellas, en lo que se conoce como la "Patá".
No fuimos a ver las marcas puesto que suponía un gran desvío de nuestra ruta y queríamos, además, llegar a las casas rurales a tiempo del arroz con bogavante... materialista que es uno.
Una vez alcanzados casi los 1.800m de altitud, comenzamos a salir del pinar y a enfilar la bajada al río Grande, cerca de la zona de El Gandul (ver cartografía). Este tramo, pese a ser el más pesado al discurrir por una zona sin árboles, compensa con las espectaculares vistas a Bérchules, una constante en toda la bajada.
Llegado un punto, el sendero empalma con la señalización del GR7 (marcas blancas y rojas) que viene de Mecina Bombarón. Desde aquí la senda se marca con pintura roja, amarilla y blanca.
Al alcanzar un pequeño muro de piedra, la pendiente de bajada aprieta, hasta el punto que parece imposible superar el desnivel que nos separa del río Grande. Otra vez, la sabiduría de los antiguos pobladores nos sorprende al ofrecernos una bajada perfectamente viable, aunque dura y algo peligrosa.
Una vez en el río, contentos por dejar de bajar, cruzamos por un puente que nos vuelve a meter en una zona de arboleda y humedad exhuberantes que nos acompaña hasta el fin del sendero en el casco urbano de Bérchules.
Ruta espectacular con tres tramos muy bien diferenciados: Bérchules-Cortijo de las Umbrías, Cortijo-El Gandul. El Gandul-Bérchules.
Presenta pocas oportunidad de aguada además de los cruces del Río Grande y no hay cobertura de teléfono en los tramos más profundos del río Grande. Por ello hay que ir pertrechados y acompañados, especialmente en invierno y verano.
Ruta familiar hasta la Junta de los Ríos, siendo dura, que no compleja técnicamente, para los niños en el tramo de regreso por los Tajos del Reyezuelo.
¡Nos vemos en el campo!
Salimos tarde de Bérchules y enfilamos la calle Real para subir por la vertiente oeste del río Grande. Al principio es un sendero, bien definido y rodeado de plantaciones de tomates "cherry". Después se convierte en una pista ancha por lo que circulan los dueños de las fincas circundantes.
Durante todo el recorrido, postes de madera y marcas en piedra recuerdan con rayas amarillas y blancas que estamos siguiendo un sendero de pequeño recorrido (PR).
Cuando la pista acaba empieza lo verdaderamente interesante. La acequia "Nueva" fluye por debajo de nuestro recorrido, aunque sólo podremos verla en algunos puntos, y hay recodos en los que los castaños, nogales y álamos están soltando hojas. Estas zonas suelen coincidir con los barrancos que cuando traen agua, contribuyen a la belleza de estos rincones.
A medida que subimos nos encontramos con varios cortijos en ruinas que conservan la estructura básica en pie, la cual se sostiene sobre piedras y lajas sin argamasa a la vista.
También se ven varias eras, en las que se volteaban los cereales para separar el grano de la paja. Son plataformas elevadas sobre piedras y en zonas en las que corre el aire.
En un momento determinado, la vereda baja a la acequia Nueva y llanea para llegar a la Junta de los Ríos, lugar en el río Chico confluye en el Grande en un paraje de singular belleza, presidido por la imponente peña de los Tajos del Reyecillo (1.709m) en cuyas paredes hay oradadas cuevas usadas como último refugio de los moriscos en la segunda guerra de las Alpujarras (siglo XVI).
Aquí se supone que fue muerto Abén Aboo, el caudillo que sustituyó al famoso Abén Humeya en la rebelión.
Hay en esta Junta un edificio denominado "fábrica mora" que presenta un arco de herradura (parcialmente deformado) muy característico. Posiblemente una fundición de arenas con restos de oro o bien una sedería, de origen andalusí.
Gran parte del grupo y los niños regresa deshaciendo el camino, puesto que el regreso por la acequia Nueva es impracticable por la vegetación. Es una pena puesto que, en el camino de ida, parecía que la acequia era "pateable".
Dos valientes más y yo mismo decidimos continuar la ruta circular siguiendo el rastro de dos "guiris" que nos llevan un cuarto de hora de ventaja.
Desde la fábrica mora hay un tramo de fuerte pendiente en zig-zag entre piedras y lascas que es lo más duro del recorrido. Son unos centenares de metros hasta recuperar cierta "horizontalidad" de la vereda en su recorrido hacia el cortijo de las Umbrías, punto de inflexión de la ruta.
Una vez adelantados los guiris, que se habían tumbado al sol para disfrutar de las vistas del encajonado valle del río Grande, empezamos pasar por zonas características: cortijos en ruinas, zonas de bancales, aparantemente con la finalidad de permitir el cultivo, zonas de derrumbes de lajas, ... Todo ello sin apartar la mirada de la pared este del valle por la que sabíamos habríamos de ascender, pero de la que no se apreciaba ni rastro de senda o vereda.
Al divisar el cortijo de las Umbrías, la vereda comienza a bajar al río en estrechas idas y venidas. El río se cruza por un paso hecho con piedras (ver foto) de cuya utilidad dudamos mucho en tiempos de deshiele (primavera). Por el momento, cumplió su función de sobras.
Al cruzar a la vertiente este del valle, la ruta cambia por completo. Pasamos de una zona de árboles de hoja caduca y piedras vivas a pinares muy húmedos con firmes más terrosos.
Aunque parezca mentira, el sendero está muy bien señalizado y es perfectamente viable. Eso sí, en invierno debe hacer un frío respetable.
La subida se prolonga durante poco más de una hora, con vistas al característico Tajo del Reyecillo desde una perspectiva espectacular en el que se aprecia la gran caída del mismo. Dice la leyenda que desde aquí se arrojó el caudillo morisco con su caballo dejando en la roca marcadas sus huellas, en lo que se conoce como la "Patá".
No fuimos a ver las marcas puesto que suponía un gran desvío de nuestra ruta y queríamos, además, llegar a las casas rurales a tiempo del arroz con bogavante... materialista que es uno.
Una vez alcanzados casi los 1.800m de altitud, comenzamos a salir del pinar y a enfilar la bajada al río Grande, cerca de la zona de El Gandul (ver cartografía). Este tramo, pese a ser el más pesado al discurrir por una zona sin árboles, compensa con las espectaculares vistas a Bérchules, una constante en toda la bajada.
Llegado un punto, el sendero empalma con la señalización del GR7 (marcas blancas y rojas) que viene de Mecina Bombarón. Desde aquí la senda se marca con pintura roja, amarilla y blanca.
Al alcanzar un pequeño muro de piedra, la pendiente de bajada aprieta, hasta el punto que parece imposible superar el desnivel que nos separa del río Grande. Otra vez, la sabiduría de los antiguos pobladores nos sorprende al ofrecernos una bajada perfectamente viable, aunque dura y algo peligrosa.
Una vez en el río, contentos por dejar de bajar, cruzamos por un puente que nos vuelve a meter en una zona de arboleda y humedad exhuberantes que nos acompaña hasta el fin del sendero en el casco urbano de Bérchules.
Ruta espectacular con tres tramos muy bien diferenciados: Bérchules-Cortijo de las Umbrías, Cortijo-El Gandul. El Gandul-Bérchules.
Presenta pocas oportunidad de aguada además de los cruces del Río Grande y no hay cobertura de teléfono en los tramos más profundos del río Grande. Por ello hay que ir pertrechados y acompañados, especialmente en invierno y verano.
Ruta familiar hasta la Junta de los Ríos, siendo dura, que no compleja técnicamente, para los niños en el tramo de regreso por los Tajos del Reyezuelo.
¡Nos vemos en el campo!
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Comments (9)
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Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta con unas vistas espectaculares y muy bien señalizado.
Bien que la disfrutamos.
Preciosa ruta y fotos espectaculares que añadida la descripción nos hace que la apuntemos en la agenda para hacerla alguna vez.
Enhorabuena Grabie.
Cargar con la réflex ha válido la pena, ja ja ja.
Gracias por tu valoración y comentario, Javier. Un abrazo.
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta bien señalizada.
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Easy to follow
Scenery
Easy
Muy bonita y fácil de seguir
Algo de dificultad para atravesar el río en la parte alta porque estaba el río un poco alto
Gracias por vuestras valoraciones y comentarios, Alex y Elías.
Ruta muy bonita, la hemos hecho hoy pero a la inversa de como aparece en el track. No recomiendo la parte campo a través, es preferible seguir por la pista. El resto perfecto.
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta interesante bien señalizada.