Iglesia del Complejo Residencial Espinardo (Campus de Espinardo)

¡ATENCIÓN: ESTA RUTA ENTRA EN UN TERRENO VALLADO DE ACCESO PROHIBIDO POR PATRIMONIO DE LA REGIÓN DE MURCIA!

Llevaba mucho tiempo viendo desde la carretera de Molina la trasera de una iglesia en el Campus de Espinardo, y hoy ha sido el día de visitarla.

Aunque para ello ha habido que hacer trampas. Está ubicada a la espalda del Parque Científico Murcia, y se trata de todo un complejo residencial construido en la década de los sesenta del siglo XX, ultimos años franquistas.

Al llegar a determinado punto me encuentro una puerta y una valla que impide el acceso, así como carteles de prohibido el paso. Sin embargo, junto a la puerta, en la alambrada, un gran agujero me permite pasar y acceder al interior, así que me la juego.

Lo cierto es que pocas veces he sentido tanta tensión, ya que en todo el campus hay mucha vigilancia y cámaras de seguridad, pero la curiosidad es demasiado grande, así que me arriesgo y voy hasta la iglesia.

En estos metros encuentro varios edificios destartalados: todo el complejo está abandonado desde hace años. Una cámara en la esquina de uno de esos edificios me pone en alerta, pero ya que estoy aquí no voy a echarme atrás, sólo estoy a cincuenta metros de mi meta. Hay un coche aparcado, seguro que de un guarda de seguridad.

Al llegar a una especie de placeta me planto ante la iglesia. La fachada es impresionante, con un Pantocrátor en relieve flanqueado por los cuatro evangelistas. El edificio es modernista, todo un tesoro arquitectónico que es único en su género en toda la Región de Murcia. De hecho el acceso está vallado precisamente porque está en proyecto su restauración.

La pena es que no he podido entrar en la iglesia, porque debe ser impresionante estar ahí dentro, según he visto en fotos.

A la izquierda de la iglesia hay un teatro o salón de actos.

Me dispongo a volver con la esperanza de haber pasado desapercibido, pero el vigilante me sale al paso y me informa de lo que ya sé: "está prohibido acceder a este lugar". Le pido mil disculpas y me deja marchar, pero no le ha hecho ninguna gracia la intromisión. Y no le culpo.

Salgo de allí dando gracias por mi suerte, algún día voy a tener un disgusto.

No recomiendo entrar, ni mucho menos. De hecho recomiendo no hacerlo. De hecho, si no elimino la ruta es para dejar constancia de la importancia del lugar, desconocido para la inmensa mayoría.

Esperemos que a no mucho tardar se acometa la restauración y podamos disfrutar de este complejo residencial. Podéis encontrar información muy interesante en un par de artículos de La Verdad si buscáis en Google iglesia campus Espinardo.