Impresionantes fotos de la roca Picachilla frente al monte Ulia, leyenda negra de innumerables naufragios.
near Ategorrieta, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Habiendo oído tantas veces hablar de la historia de Picachilla (no la cervecería de la Zurriola frente al Kursaal, por cierto muy recomendable para tomarse una buena cerveza entre su variado surtido) sino la de una roca misteriosa pasado Monpas camino a cala Murgita, un punto negro de nuestro litoral que ha producido el hundimiento de numerosas embarcaciones..
Así que en la mañana soleada de hoy, 29 de septiembre, aprovechando las mareas vivas de San Miguel, con la bajamar a las 11.30, me dirijo hacia Ulia con Ernesto y Jesús Mari.
Picachilla, al parecer, es una roca alargada de unas decenas de metros que no se ve durante todo el año pero delata su presencia la abundante espuma que genera en su entorno, especialmente estos días de finales de septiembre.
Tomamos imágenes de la roca en tres puntos del camino de la costa, situándonos finalmente en el mirador de la fuente de la Kutralla, lugar más cercano a la roca, desde el que obtenemos las mejores fotos.
Picachilla se deja ver solo en décimas de segundo, instante en el que tienes que sacar la foto, cosa nada fácil, ya que no puedes al mismo tiempo ver la roca en directo y obtener la imagen. Pero bueno, con los buenos cámaras de Ernesto y Jesús Mari ha sido muy divertido y además conectados con José Mari desde su embarcación...experiencia irrepetible.
José Mari, hermano de Ernesto, estaba en un bote blanco junto a la roca, conectado siempre con nosotros a través de un talkie walkie, cuya presencia con ropa de color rojo se aprecia perfectamente en algunas de las fotos.
ME PERDONARÁN LOS PROFESIONALES DE LA FOTOGRAFÍA, por mostrar tantas imágenes similares, pero no iguales, con sus kayaks y embarcaciones. ESPERO QUE ME ENTIENDAN, pues finalmente hemos conseguido las fotos tan ansiadas desde hacía tantos años.
Así que la excursión la hemos acabado, como no podía ser de otra forma, brindando felices con aperitivo en una de las terrazas de la calle Zabaleta del barrio de Gros.
A continuación el reportaje del incombustible JM Alquézar.
PICACHILLA, la roca sumergida en el mar ante ULIA, un accidente orográfico que raramente se dejar ver, y es un peligro para los barcos si se aproximan a la costa.
Entre Animetako muturra (Punta Monpas) y el balcón de la fuente de la Kutralla, hay una larga roca traicionera casi imposible de verla, pero que se adivina por la espuma de las olas que chocan contra ella. Los barcos que faenan cerca de los acantilados de Ulía la temen, y se han producido muchos accidentes, el último en el año 2017, el pesquero ”Berriz Patxiku” chocó contra ella. Al contrario que en otros lares, como en Bretaña que hay muchas, en el nuestro es el único accidente orográfico de este estilo.
Se dice que todos los barcos se escapan de la Picachilla, porque es un bajo que todos los patrones de pesca la conocen muy bien, pero hay algunos que son atrapados por esta alargada roca. La historia de esta cuchilla, larga y estrecha, escondida bajo el agua es larga y es interesante acudir a la
hemeroteca para conocerla.
Es difícil verla emerger, normalmente solo se ve un remolino de olas alrededor, pero siempre hay algún rasgo en el mar que la identifica para saber de su existencia y del lugar. Su nombre es la suma de dos palabras: corta la quilla y da una idea del peligro que supone.
Para poder observar la roca y fotografiarla bien y desde la cima de los acantilado de Ulia, es necesario acudir en marea baja y especialmente, para ver la roca en todo su esplendor, cuando las olas chocan con violencia, hay que ir en las mareas vivas, especialmente en las de septiembre.
Estos días de finales de septiembre 2019 han sido los más apropiados para apostarse desde los diferentes miradores del monte, aunque el mejor es el balcón atalaya de la fuente de la Kutralla.
Desde allí el espectáculo está asegurado, al ser el punto de vista más cercano a la roca Picachilla. Hay que esperar con la cámara en ristre y preparada para el disparo a que esta roca aflore en la superficie marina y es como aguardar la salida de una ballena.
El domingo 29 de septiembre, con una jornada soleada con la marea baja a las 11,30 y un nivel de 0,22, allí se situaron Carlos Pérez Olozaga, Ernesto Alberich y Jesús Mª Alquézar, aficionados y especialistas del monte Ulia, para descubrir y para observar nuevamente este fenómeno, que ha sido el mejor visionado, la roca ha emergido como un anfibio, con los kayaks y barcos que se acercaban para verlo de cerca, siendo referencia para las fotos que adjuntamos y decir que el remolino ha sido más violento que en otras ocasiones.
¡¡¡Hay que ir!!! todavía esta semana pues hay que aprovechar el nivel de las mareas.
Así que en la mañana soleada de hoy, 29 de septiembre, aprovechando las mareas vivas de San Miguel, con la bajamar a las 11.30, me dirijo hacia Ulia con Ernesto y Jesús Mari.
Picachilla, al parecer, es una roca alargada de unas decenas de metros que no se ve durante todo el año pero delata su presencia la abundante espuma que genera en su entorno, especialmente estos días de finales de septiembre.
Tomamos imágenes de la roca en tres puntos del camino de la costa, situándonos finalmente en el mirador de la fuente de la Kutralla, lugar más cercano a la roca, desde el que obtenemos las mejores fotos.
Picachilla se deja ver solo en décimas de segundo, instante en el que tienes que sacar la foto, cosa nada fácil, ya que no puedes al mismo tiempo ver la roca en directo y obtener la imagen. Pero bueno, con los buenos cámaras de Ernesto y Jesús Mari ha sido muy divertido y además conectados con José Mari desde su embarcación...experiencia irrepetible.
José Mari, hermano de Ernesto, estaba en un bote blanco junto a la roca, conectado siempre con nosotros a través de un talkie walkie, cuya presencia con ropa de color rojo se aprecia perfectamente en algunas de las fotos.
ME PERDONARÁN LOS PROFESIONALES DE LA FOTOGRAFÍA, por mostrar tantas imágenes similares, pero no iguales, con sus kayaks y embarcaciones. ESPERO QUE ME ENTIENDAN, pues finalmente hemos conseguido las fotos tan ansiadas desde hacía tantos años.
Así que la excursión la hemos acabado, como no podía ser de otra forma, brindando felices con aperitivo en una de las terrazas de la calle Zabaleta del barrio de Gros.
A continuación el reportaje del incombustible JM Alquézar.
PICACHILLA, la roca sumergida en el mar ante ULIA, un accidente orográfico que raramente se dejar ver, y es un peligro para los barcos si se aproximan a la costa.
Entre Animetako muturra (Punta Monpas) y el balcón de la fuente de la Kutralla, hay una larga roca traicionera casi imposible de verla, pero que se adivina por la espuma de las olas que chocan contra ella. Los barcos que faenan cerca de los acantilados de Ulía la temen, y se han producido muchos accidentes, el último en el año 2017, el pesquero ”Berriz Patxiku” chocó contra ella. Al contrario que en otros lares, como en Bretaña que hay muchas, en el nuestro es el único accidente orográfico de este estilo.
Se dice que todos los barcos se escapan de la Picachilla, porque es un bajo que todos los patrones de pesca la conocen muy bien, pero hay algunos que son atrapados por esta alargada roca. La historia de esta cuchilla, larga y estrecha, escondida bajo el agua es larga y es interesante acudir a la
hemeroteca para conocerla.
Es difícil verla emerger, normalmente solo se ve un remolino de olas alrededor, pero siempre hay algún rasgo en el mar que la identifica para saber de su existencia y del lugar. Su nombre es la suma de dos palabras: corta la quilla y da una idea del peligro que supone.
Para poder observar la roca y fotografiarla bien y desde la cima de los acantilado de Ulia, es necesario acudir en marea baja y especialmente, para ver la roca en todo su esplendor, cuando las olas chocan con violencia, hay que ir en las mareas vivas, especialmente en las de septiembre.
Estos días de finales de septiembre 2019 han sido los más apropiados para apostarse desde los diferentes miradores del monte, aunque el mejor es el balcón atalaya de la fuente de la Kutralla.
Desde allí el espectáculo está asegurado, al ser el punto de vista más cercano a la roca Picachilla. Hay que esperar con la cámara en ristre y preparada para el disparo a que esta roca aflore en la superficie marina y es como aguardar la salida de una ballena.
El domingo 29 de septiembre, con una jornada soleada con la marea baja a las 11,30 y un nivel de 0,22, allí se situaron Carlos Pérez Olozaga, Ernesto Alberich y Jesús Mª Alquézar, aficionados y especialistas del monte Ulia, para descubrir y para observar nuevamente este fenómeno, que ha sido el mejor visionado, la roca ha emergido como un anfibio, con los kayaks y barcos que se acercaban para verlo de cerca, siendo referencia para las fotos que adjuntamos y decir que el remolino ha sido más violento que en otras ocasiones.
¡¡¡Hay que ir!!! todavía esta semana pues hay que aprovechar el nivel de las mareas.
Waypoints
Comments (3)
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He añadido en el último waypoint 4 fotos de la roca Picachilla, desde otra perspectiva: el bote de José Mari. MÁS IMPRESIONANTE!!!
Gracias José Mari
Bien explicado el lugar y la forma de llegar
I have followed this trail verified View more
Information
Easy to follow
Scenery
Easy
Ruta con vistas y un paisaje espectacular