Indusi-Baltzola-Bargondia-Dima-Igorres 2017-02-06

Salida condicionada por la lluvia, que no cesó en ningún momento y nos obligó a hacer cambios en el itinerario previsto. Agua en el cielo y agua en la tierra, bajando por todos los barrancos como impetuosos torrentes, que iban a parar con estruendo al Indusi y al Oba. Agua también en los caminos entre Gibeltar y la cueva, corriendo por ellos formando profundos surcos o surcándolos de lado a lado. No hubo problemas por ser un camino rocoso en el que el barro no agarra. La segunda cueva, que pensábamos atravesar, estaba también completamente inundada. Entre la cueva y Baltzola, zona más llana, también sin barro, pero con el agua formando grandes charcos, anegando someramente caminos, prados y montes, no admitiendo la tierra más agua. Por temor a encontrar barro en el tramo de San Lorenzo a Oba y, sobre todo, por temor a posibles caídas en la bajada de la iglesia de Oba hasta el río, prevista por un estrecho sendero arcilloso con una pendiente de un 15%, decidimos en San Lorenzo tomar la opción de las pistas asfaltadas, primero de San Lorenzo a Bargondia, para allí tomar un camino de tierra hasta empalmar con la pista asfaltada que va de Bargaun a Dima, uniéndose en Artabe al recorrido inicialmente previsto. En este camino de tierra intermedio entre las dos pistas, estaba la pequeña y coqueta ermita de Santa Marina, en cuyo atrio, a cubierto, pudimos tomar al bokata.
Ausencia de viento y temperatura fresca, aunque sofocados bajo los trajes de agua.
Paisajes nebulosos del valle del Oba y el macizo de Legarmendi, con el Leungane apenas visible al fondo. A partir de Dima, Oba e Indusi unen sus aguas y el valle se ensancha, permitiendo actividades de ganadería, agricultura e incluso industrias.: caseríos, prados, bosquetes y… polígonos industriales.
25 senderistas, 10 mujeres y 15 hombres, de los que cuatro hicieron la ruta llana de Dima a Igorre y de Igorre a San Andrés, en el límite con Lemoa