Integral a la Mujer Muerta desde A.R. La Panera
near Estación de El Espinar, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Exigente y muy completa ruta en la que cubriremos los 3 picos que conforman la silueta de la Mujer Muerta: Pasapán, Peña del Oso y La Pinareja desde la vertiente sur. No tiene apenas complicación técnica, más allá del cresteo entre las dos últimas cotas mencionadas, e incluso ese cresteo se puede evitar casi en totalidad siguiendo los hitos dispuestos. Lo que hará dura la ruta principalmente será la distancia y el desnivel acumulado.
Destacar que prácticamente todo el camino hay senda, hitos o pista, excepto un tramo de 1,5 kms nada más abandonar el collado de Tirobarra, en el descenso, que tendremos que ir campo a través por un bosque, pero que tampoco es excesivamente incómodo.
Partiremos desde las proximidades del parking del Área Recreativa de La Panera. Se puede dejar perfectamente el coche en el parking, pero en mi caso avancé un poco más por la carretera para dejar el coche paralelo a la misma (hay sitio de sobra) y ganar unos pocos metros.
Comenzamos la subida atravesando una portezuela verde. Ojo: según se indica en ella, está prohibido atravesarla entre el 1 de Julio y el 31 de Septiembre. Es decir, en principio (no sé las razones), durante el verano no se puede ir por este camino.
Seguimos la senda a través de un bosque. Poco a poco va subiendo y empalmaremos con la amplia pista del GR que a continuación tomaremos. Desde aquí hasta el Puerto de Pasapán transitaremos por ella muy cómodamente.
Llegamos al Puerto, donde encontraremos uno de los característicos mojones de la Sierra de Guadarrama existentes en varios puntos. En este caso, nos indicará que estamos en la "Puerta de Pasapán". También veremos un cartel indicador de diferentes sendas. Aprovecharemos para tomar un pequeño aperitivo y descansar un poco tras la subida por la pista, que aunque cómoda, nos ha hecho ganar ya bastante desnivel.
A partir de aquí, tendremos que ir siguiendo hitos y pequeñas y entrecortadas sendas. A veces también transitaremos entre bloques de piedras. Pero como decimos, en todo momento habrá hitos, así que hay que estar atentos para no despistarse e ir siguiéndolos. Haciendo esto, llegaremos sin mayor complicación hasta el Pico de Pasapán. Desde aquí ya tendremos unas magníficas vistas de Guadarrama. Especialmente al este de los picos que nos quedan, pero también en la lejanía ya divisamos Peñalara, Bola del Mundo, Siete Picos...y al oeste divisaremos perfectamente, ya que el día está muy despejado, las cumbres nevadas (aunque poco) de la Sierra de Gredos.
Estaremos muy poco rato y rápidamente descenderemos. En el collado tendremos unas preciosas vistas del Embalse del Tejo (el cual posteriormente visitaremos). También, emergiendo de un bonito mar de nubes (probablemente provocadas en gran parte por la contaminación), distinguiremos las 4 torres de la Castellana.
La subida será más larga que la del Pasapán, pero el recorrido es muy similar. Hay hitos en todo momento, y aunque haya tramos con bloques de piedra, se sube perfectamente.
En la cima estaremos un buen rato, deleitándonos con las vistas ya descritas, y sacando algunas fotillas con el característico vértice de esta cumbre: los dos ositos bajo el típico monolito.
El descenso en este caso será algo más complicado, ya que rápidamente encontraremos la zona de crestas. Pero lo cierto es que si nos fijamos en los hitos, la mayor parte de bloques se pueden rodear bien por la izquierda o bien por la derecha. En cualquier caso, son crestas sencillas y yo preferí hacer la mayor parte de las mismas, ya que siempre es divertido hacer un poco "el cabra". Una vez que acaban las crestas, ya tendremos que ponernos a realizar la subida final a La Pinareja. Esta subida es más pedregosa aún que las anteriores, pero como decimos, siempre hitada, con lo que se sube bien.
La cima consiste en un gran mojón de piedras. Aunque sopla viento y hace un poquillo de frío, aprovecharemos uno de los varios vivacs repartidos por la cima para comer el bocata y poder descansar un buen rato. Aunque se han metido las nubes en la zona de Peñalara y Cuerda Larga, aun se distinguen bien a ratos, así que también disfrutaremos de las mismas.
El descenso lo haremos por la falda oeste hacia el Collado Tirobarra. Es un descenso un poco incómodo por las piedras, pero siempre bien marcado. Ya en el collado, nos desviaremos por el sendero que sale a la derecha para a apenas unos 150 metros, abandonarlo nuevamente por la derecha por una especie de vaguada. Ahora afrontaremos el tramo sin senda que comentábamos al principio. En general, se trata de una zona de bosque que tendremos que ir descendiendo "en diagonal". Es decir, ir bajando a la vez que vamos sentido hacia el este, donde nace el camino que lleva a las canteras de Río Moros, que es el que queremos alcanzar. En mi opinión, no se transita mal por él. No son zonas de piornos supertupidos e incómodos que no te dejan apenas avanzar, o bien sales de ellos con innumerables rasguños. Pero lo cierto es que también dependerá de por dónde vaya cada uno enfilando el camino, ya que unos metros más aquí o allá e igual sí que te encuentras con zonas muy densas. En fin...que siguiendo el gps, no debería ser mucho problema.
Para enlazar con la senda, en última instancia tendremos que vadear un arroyo. En esta época baja con fuerza, pero hay varios puntos por los que se puede cruzar sin mayor problema con un poco de cuidado.
Y llegados a la senda, ya desde aquí no habrá ningún problema. De hecho, descenderemos por ella unos metros para al poco, bajar nuevamente campo a través pero sin ninguna complicación con el fin de tomar un atajo y poder alcanzar ya la ancha pista final. Se tratará de un cómodo paseo de unos 8 kms, siempre picando en descenso, por la cual iremos pasando por los dos embalses (del Espinar y Tejo), así como por varios refugios no guardados, que aparentemente, están lo suficientemente bien para pasar una noche en caso de complicación. Durante todo el recorrido disfrutaremos de la belleza del curso del Río Moros.
Finalmente la pista nos devolverá a la carretera donde transitaremos aprox. medio km antes de alcanzar el punto de partida.
Destacar que prácticamente todo el camino hay senda, hitos o pista, excepto un tramo de 1,5 kms nada más abandonar el collado de Tirobarra, en el descenso, que tendremos que ir campo a través por un bosque, pero que tampoco es excesivamente incómodo.
Partiremos desde las proximidades del parking del Área Recreativa de La Panera. Se puede dejar perfectamente el coche en el parking, pero en mi caso avancé un poco más por la carretera para dejar el coche paralelo a la misma (hay sitio de sobra) y ganar unos pocos metros.
Comenzamos la subida atravesando una portezuela verde. Ojo: según se indica en ella, está prohibido atravesarla entre el 1 de Julio y el 31 de Septiembre. Es decir, en principio (no sé las razones), durante el verano no se puede ir por este camino.
Seguimos la senda a través de un bosque. Poco a poco va subiendo y empalmaremos con la amplia pista del GR que a continuación tomaremos. Desde aquí hasta el Puerto de Pasapán transitaremos por ella muy cómodamente.
Llegamos al Puerto, donde encontraremos uno de los característicos mojones de la Sierra de Guadarrama existentes en varios puntos. En este caso, nos indicará que estamos en la "Puerta de Pasapán". También veremos un cartel indicador de diferentes sendas. Aprovecharemos para tomar un pequeño aperitivo y descansar un poco tras la subida por la pista, que aunque cómoda, nos ha hecho ganar ya bastante desnivel.
A partir de aquí, tendremos que ir siguiendo hitos y pequeñas y entrecortadas sendas. A veces también transitaremos entre bloques de piedras. Pero como decimos, en todo momento habrá hitos, así que hay que estar atentos para no despistarse e ir siguiéndolos. Haciendo esto, llegaremos sin mayor complicación hasta el Pico de Pasapán. Desde aquí ya tendremos unas magníficas vistas de Guadarrama. Especialmente al este de los picos que nos quedan, pero también en la lejanía ya divisamos Peñalara, Bola del Mundo, Siete Picos...y al oeste divisaremos perfectamente, ya que el día está muy despejado, las cumbres nevadas (aunque poco) de la Sierra de Gredos.
Estaremos muy poco rato y rápidamente descenderemos. En el collado tendremos unas preciosas vistas del Embalse del Tejo (el cual posteriormente visitaremos). También, emergiendo de un bonito mar de nubes (probablemente provocadas en gran parte por la contaminación), distinguiremos las 4 torres de la Castellana.
La subida será más larga que la del Pasapán, pero el recorrido es muy similar. Hay hitos en todo momento, y aunque haya tramos con bloques de piedra, se sube perfectamente.
En la cima estaremos un buen rato, deleitándonos con las vistas ya descritas, y sacando algunas fotillas con el característico vértice de esta cumbre: los dos ositos bajo el típico monolito.
El descenso en este caso será algo más complicado, ya que rápidamente encontraremos la zona de crestas. Pero lo cierto es que si nos fijamos en los hitos, la mayor parte de bloques se pueden rodear bien por la izquierda o bien por la derecha. En cualquier caso, son crestas sencillas y yo preferí hacer la mayor parte de las mismas, ya que siempre es divertido hacer un poco "el cabra". Una vez que acaban las crestas, ya tendremos que ponernos a realizar la subida final a La Pinareja. Esta subida es más pedregosa aún que las anteriores, pero como decimos, siempre hitada, con lo que se sube bien.
La cima consiste en un gran mojón de piedras. Aunque sopla viento y hace un poquillo de frío, aprovecharemos uno de los varios vivacs repartidos por la cima para comer el bocata y poder descansar un buen rato. Aunque se han metido las nubes en la zona de Peñalara y Cuerda Larga, aun se distinguen bien a ratos, así que también disfrutaremos de las mismas.
El descenso lo haremos por la falda oeste hacia el Collado Tirobarra. Es un descenso un poco incómodo por las piedras, pero siempre bien marcado. Ya en el collado, nos desviaremos por el sendero que sale a la derecha para a apenas unos 150 metros, abandonarlo nuevamente por la derecha por una especie de vaguada. Ahora afrontaremos el tramo sin senda que comentábamos al principio. En general, se trata de una zona de bosque que tendremos que ir descendiendo "en diagonal". Es decir, ir bajando a la vez que vamos sentido hacia el este, donde nace el camino que lleva a las canteras de Río Moros, que es el que queremos alcanzar. En mi opinión, no se transita mal por él. No son zonas de piornos supertupidos e incómodos que no te dejan apenas avanzar, o bien sales de ellos con innumerables rasguños. Pero lo cierto es que también dependerá de por dónde vaya cada uno enfilando el camino, ya que unos metros más aquí o allá e igual sí que te encuentras con zonas muy densas. En fin...que siguiendo el gps, no debería ser mucho problema.
Para enlazar con la senda, en última instancia tendremos que vadear un arroyo. En esta época baja con fuerza, pero hay varios puntos por los que se puede cruzar sin mayor problema con un poco de cuidado.
Y llegados a la senda, ya desde aquí no habrá ningún problema. De hecho, descenderemos por ella unos metros para al poco, bajar nuevamente campo a través pero sin ninguna complicación con el fin de tomar un atajo y poder alcanzar ya la ancha pista final. Se tratará de un cómodo paseo de unos 8 kms, siempre picando en descenso, por la cual iremos pasando por los dos embalses (del Espinar y Tejo), así como por varios refugios no guardados, que aparentemente, están lo suficientemente bien para pasar una noche en caso de complicación. Durante todo el recorrido disfrutaremos de la belleza del curso del Río Moros.
Finalmente la pista nos devolverá a la carretera donde transitaremos aprox. medio km antes de alcanzar el punto de partida.
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