Integral a La Serrota desde Pradosegar

Si hace 15 días debutábamos en la Sierra de la Paramera, hoy hacemos igualmente el debut en la sierra "vecina" de La Serrota, donde hollaremos, entre otros, el pico que le da el nombre.

Aspecto importante a destacar: aunque la ruta es bonita y tiene unas vistas geniales de la Paramera y Gredos, si no te gusta o no te apetece ir campo a través, esta no es tu ruta. Se puede decir que se va por senda aproximadamente el 60% del trayecto, pero a veces incluso esa senda no es muy visible, y está bastante difusa. De todas formas, salvo un tramo que después comentaré y que sí que es un auténtico suplicio ir por él, el resto de zonas de campo a través son con piornos pequeños y se transita bien. Pero ahora iremos analizando cada parte del recorrido.

La salida la hacemos pasado Barrio de Arriba, pasado Pradosegar. En concreto, tomaremos la pista más a la derecha que nos encontramos y la recorremos hasta que vemos un paso canadiense. Lo cruzamos con el coche y justo tras hacerlo, vemos a la izquierda un pequeño prado donde podremos dejar tranquilamente el coche.

Desde aquí, desandamos apenas 10 metros el camino, atravesando de nuevo el paso canadiense, y observamos un hito que indica que sale un camino a nuestra izquierda. Lo tomamos y lo iremos siguiendo con mucha atención, ya que la senda es más o menos intermitente. Tendremos que fijarnos mucho en los hitos. Como es fácil perder la senda, recomiendo estar muy atento a ellos, y tratar de ir divisándolos a lo lejos para tener claro el camino y poder retomarla siempre. En general, se puede decir que se sigue bien.

Llegamos a un punto donde tenemos que vadear un arroyo (sin ningún problema). Desde aquí, sale un sendero muy marcado y sencillo de seguir. El "problema" es que esta es la senda para ir hacia el Cerro Pajarote, lugar que nosotros abordaremos a la vuelta, pero no a la ida, y yo me confié y seguí por él unos metros de más (se puede ver en el track que tuve que desandar algo así como 20 metros que subí "extra"). Queda señalado este punto con el waypoint de "Abandono de pista". Y aquí tendremos que abandonar la comodidad de la pista para afrontar la peor parte, con diferencia, de toda la ruta. Desde este punto, hasta un poco antes del que señalo como "Arroyo", subiremos campo a través total. Pero además, con zonas de piornos y escobas que me sacaban la cabeza (lo cual tampoco es muy difícil, la verdad), pero que hacían que el avanzar fuera realmente penoso. Esta lógicamente es la parte a la que me refería como un "suplicio" en el segundo párrafo. Quizás haya, a la derecha o la izquierda, una mejor manera de subir. Recomiendo cualquier opción menos hacerlo por donde yo lo hice.

Eso sí, en la parte final de esa subida, la cosa va mejorando, y llegado como digo a la parte del arroyo, está mucho más despejado. A partir de ahí, ya no hay escobales y transitaremos por terreno herboso. Cierto es que no hay senda como tal, pero se avanza sin ningún problema.

Siempre bordeando el arroyo que vemos en el mapa, llegaremos a la base de Peña Pajarita. La subida no tiene mayor complicación, y desde abajo se puede ver bien por donde es más recomendable ir subiendo, para tratar de evitar las zonas de vegetación más densas. Pero ya no será nada parecido a esa parte horrible que he descrito anteriormente.

Iremos subiendo por donde mejor veamos, hasta que vamos viendo un pequeño promontorio de rocas. Esa es Peña Pajarita. La subida no tiene ninguna complicación. Hay unos pocos hitos que nos marcarán el camino por la parte derecha. Realizando alguna minitrepada sin importancia, se llega a la cima. Las vistas de la propia Serrota, así como de la parte principal de Gredos, con el Almanzor al frente, son magníficas.

Tras un ratillo descansando (aquí ya habremos acumulado casi unos 800 mts de desnivel), descendemos las rocas y tomamos el cordal hacia La Serrota. Aquí ya se agradecerá ver perfectamente la senda, también con bastantes hitos, lo cual harán que esta parte sea muy llevadera. En el camino subimos a unas rocas que marcan la Peña de Belesar. Lo cierto es que porque está indicado en el mapa topográfico, pero si no, podrían pasar como unas rocas "cualesquiera". Pero ya que está marcado, y por la cosa de hacer todos los dosmiles que nos encontremos a nuestro paso, subimos a la roca para cumplir con el "que no se diga".

Seguimos el camino hacia La Serrota. En la parte de ascensión a esta alguna vez perdemos un poco el hilo del camino, pero rápidamente volvemos a encontrar alguna minisenda o hito que nos facilitan el tránsito. Finalmente llegamos a la cumbre, coronada por una curiosa minitorre sobre la cuál emerge el vértice geodésico. También en la base de la torre encontramos, literalmente, un buzón de correos negro.

Desde aquí tendremos, aparte de la ya comentada vista privilegiada del Almanzor y todo Gredos, también otra inmejorable de la Sierra de la Paramera, donde se divisarán perfectamente el Alto de la Hoya, Risco Redondo, Zapatero...

Descansamos otro poco, disfrutando de las vistas y la tranquilidad, ya que hasta este momento no hemos visto ni un alma. Tras un ratillo, decidiremos tomar el camino que nos lleve a los dos Cerros que tenemos en la parte sur. Partiremos de la senda marcada con hitos que nos lleva prácticamente en un visto y no visto al Cerro Calamocho. Desde aquí, descenderemos un poco "por donde veamos", aunque sí que de vez en cuando voy encontrando algún camino e hito que seguir. Aquí también transitaremos por algún punto con vegetación alta, pero ni mucho menos está tan cerrada como en el "fatídico" tramo ya ampliamente comentado. Tras descender todo, comenzamos la subida sin senda fija hasta el Cerro del Santo. A epsar de la ausencia de esta, se sube sin mayores problemas entre rocas y vegetación no muy alta. En este cerro cuesta encontrar un punto de referencia como el más elevado, pero en realidad, eso da igual. Tendremos buenas vistas de la Paramera. Aparte, ya hemos visto en el camino a las primeras personas, que están alcanzando La Serrota.

Sin más dilación, comenzaremos el descenso nuevamente campo a través, hasta que comenzamos a divisar algunos hitos y ya encontramos una senda. Según vamos recorriendo, vemos que la senda está más marcada, y nos lleva sin ningún problema a La Serrota. Pero como ya la hemos subido, atajaremos el camino y abandonaremos la senda para transitar campo a través pero sin ningún problema, hasta el punto indicado como "colina con hito", el cual ya habíamos divisado perfectamente cuando estábamos en La Serrota. Aquí llegaremos y nos encontraremos con las tres personas que llegaban de dicha cima, y desde la distancia, veremos a otra persona en el vértice de la misma. Esas fueron todas las personas que vi, así que masificada desde luego no está esta ruta.

Elegí este punto como lugar principal de habituallamiento. Sentado al lado del gran hito, y disfrutando de las impagables vistas de la Paramera, aunque con algo de tristeza al ver, incluso desde la distancia, las graves secuelas del incendio acaecido allí este verano y que ya contemplé en primera persona cuando estuve por allí.

Tras dar buena cuenta del bocata y descansar un buen rato, toca volver a ponerse en marcha. Desde aquí, nos tocará descenso brusco entre piedras y vegetación sin senda fija, que no encontraremos hasta prácticamente llegar al Cerro del Pajarillo. A pesar de esto, tampoco se me hizo muy incómodo. Es vegetación baja y no espesa, y se puede ir haciendo bien con un poco de cuidado.

Una vez que descendemos, ya tomamos el ancho camino bien marcado y que tan solo abandonaremos para hollar los dos Cerros que aún nos quedan pendientes: Pajarillo y Pajarote. Aquí nos tocará hacer en ambos, especialmente en el Pajarote, alguna trepadita divertida pero sin complicación, para alcanzar la cima de ambas.

Y sin más dilación, descendemos y volvemos a tomar el marcado camino que habíamos abandonado previamente. Y desde aquí, ya sin más problema, seguiremos la senda, siempre bien marcada, hasta el final de la ruta.