Integral Alayos de Dilar y vuelta por Río Dílar

Ruta circular que recorre una zona de la baja montaña, de Sierra Nevada, sencillamente espectacular y no muy conocida: los Alayos de Dílar.
Esta ruta nos permite contemplar formaciones geológicas muy interesantes y, a la vez, nos ofrece unas vistas únicas de diferentes parajes de la sierra.
Recorremos los enclaves más importantes: Picacho Alto, Corazón de la Sandía y Castillejos. Entramos por el barranco de Poca Leña y la vuelta la hacemos bajando por la Cuesta del Pino, hasta el río Dílar. Seguimos su ribera hasta volver de nuevo al punto de partida.


Dejamos el coche en el aparcamiento del área recreativa del río Dílar y emprendemos la marcha por el carril que sube hacia el Aula de la Naturaleza. En pocos metros, sale un pequeño sendero que sube paralelo al carril. Tomamos el carril durante 2.1Kms, hasta que nos cruzamos con el barranco de Poca Leña y lo tomamos. Empezamos a avanzar por el terreno pedregoso del barranco. A partir de aquí ya comienzan las pendientes que nos acompañarán durante la subida al Picacho Alto. A 3,4 Kms nos encontramos un pequeño sendero que debemos tomar. Este sendero nos llevará a un pequeño collado (4.8km) y posteriormente a coronar Picacho Alto. La subida es continua con zonas de pendiente más acusada. Después de alcanzar el collado vemos Picacho Alto justo al frente. La última subida es la parte más dura, llegamos a la cumbre después de una fuerte de unos 400-500m. Picacho alto (1776m) (5.3Km), nos ofrece unas vistas espectaculares! La visión del Trevenque, el cerro de Huenes y las demás formaciones de los Alayos, así como la línea de los tres miles de sierra nevada desde el pico del veleta y acabando en el Pico del Caballo son increíbles. Después de un pequeño descanso, bajamos por la vertiente sur, aquí hay que extremar la precauciones porque el terreno está bastante suelo. La vereda que hay que seguir se ve perfectamente desde la cumbre. En el kilómetro 6.4km nos encontramos un cruce de veredas donde si tomamos la de la izquierda nos lleva a rambla seca y devuelta al coche. En este punto hay una formación de rocas que recuerda a un camello (ver foto). Este punto nos permite contemplar la geología de la zona: claramente podemos observar los relieves ruiniformes, sobresalen los ríos de grava dolomítica (arenales), que confieren al paisaje de la zona un aspecto singular. La zona está formada por carbonatos del período Triásico. Inicialmente son calizas y dolomías bien estratificadas, dispuestas regularmente en capas paralelas entre sí, aunque plegadas. Sobre ellas aparecen dolomías muy trituradas. Los dos conjuntos de rocas carbonatadas, el inferior, de calizas y dolomías bien estratificadas, y el superior, de dolomías masivas y muy trituradas. La zona descarnada de la parte más alta, en la que aparece el pico del Trevenque (2.079 m), pertenece al conjunto superior y su edad es Triásico superior (230 a 210 Millones de años), al igual que los Alayos de Dílar donde nos encontramos. Al fondo, al sur, afloran los esquistos de la Alta Montaña del núcleo de Sierra Nevada.
Seguimos en la misma dirección del que veníamos y en el 7.5km nos encontramos con la base el Corazón de la Sandía (1885m). La constituyen dos formaciones gemelas. Se puede subir, pero extremando las precauciones. Nosotros decidimos no hacerlo. Volvemos unos metros sobre nuestros pasos para retomar la vereda que sobre el 9.5km nos deja a los Castillejos justo a nuestra izquierda. Decidimos tampoco coronarlos. A nuestra izquierda tenemos unas formaciones llamadas los Gallos. Continuamos hasta el collado del Pino donde hacemos el bien merecido el almuerzo (10.4Km). Desde aquí podemos observar, en dirección al cauce del río Dílar, el puntal de los Mecheros y a nuestra derecha el cerro del Espinar. Un poco más abajo se puede observar la vereda que debemos tomar para bajar al cauce del río Dílar, a través de la cuesta del Pino. En el 10.8km nos encontramos un cruce de veredas, tomamos la dirección en la que ya íbamos (río Dílar). La vereda por esta zona es preciosa, una gran densidad de pinos con bastante matorral mediterráneo. Hoy zonas donde la luz no pasa y la humedad es muy alta. Hay mucho árbol caído con gran cantidad de madera seca en el suelo. En el 12,1Km no encontramos con otro cruce de veredas. Rectos nos llevará el Rambla Seca, faldeo de los Alayos. O bien al río Dílar, esta es la opción que tomamos, y tras 1 km (13.1Km) llegamos a la estación de bombeo de la toma del canal de la Espartera. Seguimos la vereda que continua pegada al cauce del río, que desemboca en una pista que también seguimos. En el 14.5km nos encontramos un puente de madera. Lo atravesamos y seguimos al vereda, al principio es un carril que luego se va estrechando. Sólo nos queda seguir el cauce del río e ir intuyendo la vereda que va cruzándose con el río en varias ocasiones. En función del caudal del río tendremos que descalzarnos o no, nosotros no tuvimos que hacerlo. A nuestra izquierda quedan las formaciones de los Atalayones, luego cerro Hueco. Bastante impresionantes por la altitud y la orografía. En el 19.8km nos encontramos con la central eléctrica de Nuestra señora de las Angustias (y a sus espaldas el impresionante conducto de agua que alimenta sus tubinas). Y devuelta al parking continuando por el mismo carril en poco más de 200m. En total 21.1Km.
Una ruta bastante recomendable!!!!!!