Integral de las Sierras de Horconera y Alhucema (2022)
near Carcabuey, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
El objetivo de esta integral era hollar las tres montañas más altas de la provincia de Córdoba: Tiñosa con 1568 msnm, Bermejo con 1474 y Cresta Alhucema con 1431; pero, sobre todo, sacarle todo el jugo a estas sierras, sin duda las más agrestes y bonitas de la provincia. Dividiré la crónica en tres partes. Los atrevidos que quieran seguirla pongan especial atención a la última parte, pues hicimos 1 km monte a través, y otros pocos por senderos intermitentes y difíciles de seguir. Por tanto, hemos prometido volver el año que viene para afinarla. Esta integral la disfrutarán los montañeros amantes de la piedra, de las pendientes de vértigo, de las crestas afiladas y de los hermosos paisajes. No es en absoluto recomendable para gente no habituada a la dureza de la montaña pura y virgen. No siempre hay camino, no siempre es fácil la orientación, no siempre es segura. Desaconsejo totalmente emprender la aventura si la caliza no está totalmente seca, porque puede ser una tortura muy peligrosa. Por otro lado, el IBP de la ruta es 160, por lo que será una ruta dura incluso para los bien preparados; y esto sin contar lo técnica que es la integral. El desnivel salió por encima de 1700 en los relojes, por lo que queda un poco corto el marcado en Wikiloc.
Parte 1. Desde el inicio hasta el Puerto del Cerezo: Pico Bermejo
Hay varias formas de subir al Bermejo, para mí el pico más bonito de Córdoba. En mi opinión, la más coqueta es la subida por la Garganta del Arroyo de las Labores y el Jardín del Moro. Estacionamos en un apartadero de la carretera de Los Villares, cerca del Cortijo del Cerezo. Los primeros 5 km son casi llanos, pero muy bellos, ya que circundamos la mole del Bermejo por noroeste. El piso es cómodo pues vamos por el GR-7 hasta las ruinas de Vichira (hay una fuente en funcionamiento en este punto). Aquí giramos bruscamente a la izquierda para buscar la Garganta del Arroyo de las Labores, uno de los puntos estrella de la ruta. La garganta apenas dura unos cientos de metros, pero la belleza del encajonamiento merece muy mucho el rodeo que se da hasta llegar a ella. La pendiente es alta y por eso es clave que la caliza esté seca, pues andamos por roca viva. Una vez superada la parte más dura, el valle se abre y nos deja a nuestras espaldas unas vistas más impresionantes si cabe, con el pico Sierra Alta de Rute descollando entre las dos moles de la garganta. No mucho tardamos en tirar monte arriba hasta la ruinas almohades del Jardín del Moro, donde se conservan los restos de una muralla y un aljibe. La subida hasta ellas es muy dura y sin sendero definido, pero la vegetación es benévola.
Después de la breve visita, seguimos a media ladera casi sin sendero, pero con orientación fácil: buscamos el Collado de la Aguja (llamado así por una formación pétrea muy fina y alta) que nos sirve para transponer nuestro camino hacia la mole este del Bermejo, donde se encuentra el geodésico. Desde el collado el sendero es claro y de difícil pérdida; de hecho la pendiente se relaja conforme nos vamos acercando a la cumbre. Desde arriba fantásticas vistas a la majestuosa Cresta de Alhucemas y la reina Tiñosa, y gracias a lo claro del día incluso se vislumbran las nieves de Sierra Nevada que disfrutaremos mejor cuanto más avanza el día. Deshacemos nuestros pasos pero sin bajar hasta el collado, no perdiendo el sendero que traemos y buscando el mejor paso para trasponer nuestro camino hasta el valle que formará el Arroyo del Puerto del Cerezo, entre el Bermejo y Alhucema. En el Puerto del Cerezo termina la primera parte de esta integral. Aquí está el primer escape de la ruta, pues desde el puerto sale un camino que nos baja cómodamente al coche si así lo deseamos o necesitamos.
Parte 2. Desde el Puerto del Cerezo hasta Puerto Mahina: Cresta Alhucema
Aquí comienza la parte más vertiginosa y divertida de la integral, pero también la más peligrosa. Desde el puerto comenzamos una subida inmisericorde, corta pero con una pendiente de 45º de media, hasta una cornisa en diagonal que nos deja a la entrada de la Cresta Alhucema. Dicha cornisa no se ve desde abajo si no se la conoce, pero tomándose como referencia la horrible malla que parte desde el puerto, es difícil no terminar dándose de bruces con ella. La cornisa es lo suficientemente ancha para auparse a la cresta sin riesgo...pero este precisamente comienza aquí. Ya el primer vistazo asusta: hay que subir una mole caliza imponente, pero bastante fácil ayudándonos con las manos. Una vez arriba, tenemos el paso más peligroso de toda la ruta. Solo son algo menos de diez metros, pero las caída a uno y otro lado son mortales (ver fotos). Mis compañeros pasaron de pie como si nada, pues la anchura así lo permite. Yo, no obstante, preferí echar culo a piedra y avanzar despacio. Pasado este paso aéreo y expuesto la dificultad baja, pues siempre hay escapatoria a la izquierda. No es sencillo, conste, pero si se tiene paciencia siempre se encuentra paso. Poco a poco la cresta se va abriendo. Relajamos la marcha para tomar fotografías que, hacia atrás, resultan imponentes. Incluso el montañero más avezado y/o humilde se enorgullece cuando echa la mirada atrás y ve por donde ha pasado con éxito. Los buitres siguen volando por debajo nuestra, pero ya no hay más riesgo que el caminar por la montaña. El sendero es claro y de buen piso ahora. Cuando llegamos a la vertical de Puerto Mahina, empezamos a descender para enlazar con la tercera parte de la ruta. La bajada es pronunciada, de las que hacen sufrir las rodillas, pero casi todo el tiempo encontramos buen piso, incluso veredas para acercarnos al puerto. Desde Puerto Mahina tenemos el segundo y último escape de la ruta, bajando por el camino hasta el Cortijo de la Peñuela y después por los olivares buscando el Arrimadizo y el Cortijo del Cerezo.
Parte 3. Desde el Puerto Mahina hasta el final: La Tiñosa
Elegimos para coronar el techo de Córdoba la subida desde Puerto Mahina, archiconocida. Muy pendiente, pero marcada con hitos que hacen fácil la orientación. Pasamos por la cueva del Morrión y por la bella y cómoda cuerda de la Tiñosa, paladendo que ya teníamos a mano la tercera, última y más alta cima de esta integral. Además, la claridad de la atmósfera nos permitió disfrutar de unas preciosas vistas a Sierra Nevada, hasta arriba de nieve gracias a la últimas precipitaciones. Para bajar elegí hacerlo por las Lomas de la Tiñosa, sin más problema que perder de vez en cuando el sendero, pero la vegetación y la pendiente no nos pusieron más dificultad hasta llegar al Collado de San Antonio.
¡¡¡OJO!!! A partir de aquí tuvimos problemas. Confiaba en que el track que siguieron los corredores en la Tiñosa Trail de noviembre de 2021 estuviera en condiciones para devolvernos a las cercanías de Puerto Mahina. Pero no fue así y el supuesto sendero se perdía constantemente, por lo que nuestro avance fue lento y erróneo. Así las cosas, decidimos arramblar monte a través hasta el Cortijo de la Peñuela y la realidad es que el km de monte hasta llegar al olivar se nos hizo eterno. Además, tuvimos que saltar un par de mallas, una algo más complicada que otra. Por tanto, y aunque la hicimos sin más consecuencias que los típicos arañazos que nos regaló la vegetación, no recomiendo esta parte de la bajada y volveré el año que viene para afinarla aunque se me vaya a más de 25 km (es más seguro, cómodo e incluso rápido si hubiéramos seguido bajando desde el Collado de San Antonio hasta encontrar camino). Ya en la Peñuela todo fue miel sobre hojuelas, pues no nos salimos de los caminos entre olivares y visitamos el precioso manantial del Arrimadizo y su fuente, poco antes de los últimos repechos inesperados que nos pusieron en camino del Cortijo del Cerezo, a tiro de piedra del punto de inicio y final de esta inolvidable integral por las sierras más agrestes, duras y bonitas de la provincia de Córdoba.
Parte 1. Desde el inicio hasta el Puerto del Cerezo: Pico Bermejo
Hay varias formas de subir al Bermejo, para mí el pico más bonito de Córdoba. En mi opinión, la más coqueta es la subida por la Garganta del Arroyo de las Labores y el Jardín del Moro. Estacionamos en un apartadero de la carretera de Los Villares, cerca del Cortijo del Cerezo. Los primeros 5 km son casi llanos, pero muy bellos, ya que circundamos la mole del Bermejo por noroeste. El piso es cómodo pues vamos por el GR-7 hasta las ruinas de Vichira (hay una fuente en funcionamiento en este punto). Aquí giramos bruscamente a la izquierda para buscar la Garganta del Arroyo de las Labores, uno de los puntos estrella de la ruta. La garganta apenas dura unos cientos de metros, pero la belleza del encajonamiento merece muy mucho el rodeo que se da hasta llegar a ella. La pendiente es alta y por eso es clave que la caliza esté seca, pues andamos por roca viva. Una vez superada la parte más dura, el valle se abre y nos deja a nuestras espaldas unas vistas más impresionantes si cabe, con el pico Sierra Alta de Rute descollando entre las dos moles de la garganta. No mucho tardamos en tirar monte arriba hasta la ruinas almohades del Jardín del Moro, donde se conservan los restos de una muralla y un aljibe. La subida hasta ellas es muy dura y sin sendero definido, pero la vegetación es benévola.
Después de la breve visita, seguimos a media ladera casi sin sendero, pero con orientación fácil: buscamos el Collado de la Aguja (llamado así por una formación pétrea muy fina y alta) que nos sirve para transponer nuestro camino hacia la mole este del Bermejo, donde se encuentra el geodésico. Desde el collado el sendero es claro y de difícil pérdida; de hecho la pendiente se relaja conforme nos vamos acercando a la cumbre. Desde arriba fantásticas vistas a la majestuosa Cresta de Alhucemas y la reina Tiñosa, y gracias a lo claro del día incluso se vislumbran las nieves de Sierra Nevada que disfrutaremos mejor cuanto más avanza el día. Deshacemos nuestros pasos pero sin bajar hasta el collado, no perdiendo el sendero que traemos y buscando el mejor paso para trasponer nuestro camino hasta el valle que formará el Arroyo del Puerto del Cerezo, entre el Bermejo y Alhucema. En el Puerto del Cerezo termina la primera parte de esta integral. Aquí está el primer escape de la ruta, pues desde el puerto sale un camino que nos baja cómodamente al coche si así lo deseamos o necesitamos.
Parte 2. Desde el Puerto del Cerezo hasta Puerto Mahina: Cresta Alhucema
Aquí comienza la parte más vertiginosa y divertida de la integral, pero también la más peligrosa. Desde el puerto comenzamos una subida inmisericorde, corta pero con una pendiente de 45º de media, hasta una cornisa en diagonal que nos deja a la entrada de la Cresta Alhucema. Dicha cornisa no se ve desde abajo si no se la conoce, pero tomándose como referencia la horrible malla que parte desde el puerto, es difícil no terminar dándose de bruces con ella. La cornisa es lo suficientemente ancha para auparse a la cresta sin riesgo...pero este precisamente comienza aquí. Ya el primer vistazo asusta: hay que subir una mole caliza imponente, pero bastante fácil ayudándonos con las manos. Una vez arriba, tenemos el paso más peligroso de toda la ruta. Solo son algo menos de diez metros, pero las caída a uno y otro lado son mortales (ver fotos). Mis compañeros pasaron de pie como si nada, pues la anchura así lo permite. Yo, no obstante, preferí echar culo a piedra y avanzar despacio. Pasado este paso aéreo y expuesto la dificultad baja, pues siempre hay escapatoria a la izquierda. No es sencillo, conste, pero si se tiene paciencia siempre se encuentra paso. Poco a poco la cresta se va abriendo. Relajamos la marcha para tomar fotografías que, hacia atrás, resultan imponentes. Incluso el montañero más avezado y/o humilde se enorgullece cuando echa la mirada atrás y ve por donde ha pasado con éxito. Los buitres siguen volando por debajo nuestra, pero ya no hay más riesgo que el caminar por la montaña. El sendero es claro y de buen piso ahora. Cuando llegamos a la vertical de Puerto Mahina, empezamos a descender para enlazar con la tercera parte de la ruta. La bajada es pronunciada, de las que hacen sufrir las rodillas, pero casi todo el tiempo encontramos buen piso, incluso veredas para acercarnos al puerto. Desde Puerto Mahina tenemos el segundo y último escape de la ruta, bajando por el camino hasta el Cortijo de la Peñuela y después por los olivares buscando el Arrimadizo y el Cortijo del Cerezo.
Parte 3. Desde el Puerto Mahina hasta el final: La Tiñosa
Elegimos para coronar el techo de Córdoba la subida desde Puerto Mahina, archiconocida. Muy pendiente, pero marcada con hitos que hacen fácil la orientación. Pasamos por la cueva del Morrión y por la bella y cómoda cuerda de la Tiñosa, paladendo que ya teníamos a mano la tercera, última y más alta cima de esta integral. Además, la claridad de la atmósfera nos permitió disfrutar de unas preciosas vistas a Sierra Nevada, hasta arriba de nieve gracias a la últimas precipitaciones. Para bajar elegí hacerlo por las Lomas de la Tiñosa, sin más problema que perder de vez en cuando el sendero, pero la vegetación y la pendiente no nos pusieron más dificultad hasta llegar al Collado de San Antonio.
¡¡¡OJO!!! A partir de aquí tuvimos problemas. Confiaba en que el track que siguieron los corredores en la Tiñosa Trail de noviembre de 2021 estuviera en condiciones para devolvernos a las cercanías de Puerto Mahina. Pero no fue así y el supuesto sendero se perdía constantemente, por lo que nuestro avance fue lento y erróneo. Así las cosas, decidimos arramblar monte a través hasta el Cortijo de la Peñuela y la realidad es que el km de monte hasta llegar al olivar se nos hizo eterno. Además, tuvimos que saltar un par de mallas, una algo más complicada que otra. Por tanto, y aunque la hicimos sin más consecuencias que los típicos arañazos que nos regaló la vegetación, no recomiendo esta parte de la bajada y volveré el año que viene para afinarla aunque se me vaya a más de 25 km (es más seguro, cómodo e incluso rápido si hubiéramos seguido bajando desde el Collado de San Antonio hasta encontrar camino). Ya en la Peñuela todo fue miel sobre hojuelas, pues no nos salimos de los caminos entre olivares y visitamos el precioso manantial del Arrimadizo y su fuente, poco antes de los últimos repechos inesperados que nos pusieron en camino del Cortijo del Cerezo, a tiro de piedra del punto de inicio y final de esta inolvidable integral por las sierras más agrestes, duras y bonitas de la provincia de Córdoba.
Waypoints
Comments (3)
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Ruta exigente hay que contar al menos con 8 horas.
I have followed this trail View more
Information
Easy to follow
Scenery
Very difficult
👏👏👏👏
Un aplauso se queda corto para ésta maravillosa y exigente ruta que te has marcado, felicidades