Integral MORTI: Camino Algarrobos-Cueva y Morrón Moneda-Morrón Redondo-Cueva Lagarto Cipriano-Morrón Largo-Pistacheros

Ruta realizada en solitario el 20 de septiembre de 2023

La semana pasada realicé recorrido por la parte meridional de Sierra Espuña, siguiendo la Senda de los Algarrobos desde la Casa Forestal Morti, pero después de revisar la cartografía y analizar diferentes sugerencias del compañero Antonio M. Cano, decido repetir el recorrido aportando pequeñas mejoras y ampliando el trazado con la subida al Morrón Redondo, que se sitúa en el centro del valle que define la Rambla del Arco. Es una ruta de largo recorrido (mi reloj Garmin marcó 17,93 kms), que no tiene dificultad técnica, pero exige buena forma y capacidad de sacrificio, pues se atraviesan tres zonas de campo a través: 1) Subida al Morrón de la Moneda, 2) Subida por la arista del Morrón Redondo y 3) Recorrido por la plataforma superior del Morrón Redondo hasta llegar a la Cueva del Lagarto Cipriano. Es por ello, que este recorrido sólo lo aconsejo para montañeros habituales.

Aparcamos poco antes de la Casa Forestal Morti, justo al inicio del Camino de los Jaboneros, donde tenemos buen aparcamiento. Discurrimos junto a la carretera para pronto desviarnos por sendero próximo al ramblizo que discurre entre la Casa Forestal y el Cabezo del Mortero. Cómodo inicio que nos conduce al Camino de los Algarrobos, próximo a la explotación agrícola de Casa del Barbas. Entramos en la zona protegida del Parque Regional y seguimos por la pista de tierra que discurre paralela a la Rambla de los Arcos. En esta ocasión estoy más atento y efectivamente, reparo en algunos algarrobos que no vi la semana pasada, aunque reitero que hay más pinos, almendros y acebuches.

Tras cruzar un par de ramblizos, llegamos al tramo final de la Rambla de los Arcos, donde se encuentra la Fuente del Algarrobo, que abastece a una pequeña balsa de servicio para animales salvajes y para riego de la bonita Casa de los Algarrobos, donde su propietario cultiva naranjos y hortalizas, además de disponer de diversas colmenas de abejas.

Poco más adelante, en el Collado de las Chaparras, abandonamos la pista (Camino de los Algarrobos) para seguir una bien marcada senda, que circundando el Morrón Redondo (881), conduce al Collado de la Moneda. Es importante llegar al WP y seguir los hitos de piedra perfectamente dispuestos. Cómo era la segunda vez que lo hacía, me dejé llevar por mis sensaciones, lo que fue un error. Tuve que recomponerme para llegar a la Cueva de la Moneda, que no se ve hasta que estás en la misma entrada. La boca de la cueva se sitúa a 748 metros y no es muy grande, con una caída vertical de 8 metros que requiere material especial para descender a una primera sala. Al parecer, existe una segunda sala de grandes dimensiones más al interior. Magnífica vista desde la boca de entrada, donde disponemos de un cobijo natural para reponer fuerzas.

Sigo ascendiendo por senderos marcados por el ganado, hasta llegar a la explanada superior del Morrón de la Moneda, donde suelen pastar cabras tal como delatan sus abundantes excrementos. Llegamos al acantilado este, que se sitúa sobre la Rambla de la Sisquilla, subimos a su vértice superior (785), donde disfrutamos de excelentes vistas sobre el Morrón Redondo, al que nos dirigimos a continuación.

Para subir al Morrón Redondo sigo los buenos consejos de Antonio M. Cano, que utiliza senderos poco marcados, por lo que hay que estar atento al GPS. La subida es cómoda y vamos junto al cortado oeste del Morrón, desde donde tenemos excelentes vistas sobre el Morrón Largo, entorno de la Iglesia de Santa Eulalia de Mérida, patrona de Totana y la escultura del Corazón de Jesús. Desde la cima, observamos con claridad la Casa de los Algarrobos y el valle que forma el Barranco de los Arcos.

Sin novedad reseñable, llegamos al VG del Morrón Largo (Caballón del Diablo) y luego a la Torre de Vigilancia Forestal, donde tenemos una fantástica vista sobre el skiline formado por Pedro López (1568), Morrón de Espuña (1583), Morra de las Moscas (1502) y Morrón de Alhama (1444). También sobre la localidad de Aledo, que en esta ocasión pude fotografiar porque el móvil no falló.

Iniciamos ahora recorrido por Senda Casa del Peñón, bastante clara hasta llegar a dicha propiedad privada, donde encontramos una valla que dice “se encuentra usted en una senda no oficial, para retornar a la oficial, siga esta valla”. Es curioso, ningún problema en respetar la propiedad privada y que la antigua casa pueda ser rehabilitada, pero la senda es un sendero tradicional que también debería ser respetado. Es tan sencillo como limpiar y habilitar el tramo de 100 metros que sigue junto a la valla y no basar sus pretensiones en la fuerza de dos perros agresivos, que intimidan al senderista.

Tras la Casa del Peñón accedemos a la prolongada Senda de los Pistacheros, que nos lleva sin complicaciones hasta la Casa Forestal Morti. Buenas vistas sobre Santa Eulalia de Mérida y la escultura del Corazón de Jesús. Tramo prolongado que con el calor se puede hacer sufrido.

Finalmente llegamos a la Casa Forestal Morti, uno de los siete viveros construidos a finales del siglo XIX (Huerta Espuña, La Bermeja, Las Alquerías, Barranco de Enmedio, Prado Negro, Cuesta de los Cojos y Morti) y utilizados para la repoblación forestal de más de 5.000 hectáreas de esta sierra, con trabajos que comenzaron hace 132 años, realizando una actividad pionera en su época, que no es debidamente conocida ni valorada como merece, siquiera por los propios murcianos.