Intento de Zalama en crudo invierno con paragüas desde San Pelayo

Vivir una aventura cerca de casa es sencillo.
Una nueva borrasca se acerca desde el atlántico y vamos a intentar disfrutar de la nieve antes de que desaparezca acercándonos a la segunda cumbre más alta de Bizkaia, el Zalama.

Vamos a intentar la ascensión express que realicé hace cuatro años desde el barrio de San Pelayo. Una ascensión de apenas nueve kilómetros entre subida y bajada por pistas bastante cómodas. Pero con la peculiaridad de realizar la subida con nieve a partir del tercer kilómetro de ruta.
Los dos primeros kilómetros nos conducen por anchas pistas en terreno despejado bajo una fina lluvia de la que nos protegernos con el paraguas. Nos internamos en un precioso bosque de pinos. El silencio nos rodea roto por el sonido de la lluvia sobre el paraguas.

Llegados a un punto giramos a la izquierda y encaramos una subida prolongada por un cortafuegos que nos lleva directamente hacia la cumbre. A poco de comenzar la subida la nieve empieza a hacer acto de presencia y la marcha se ralentiza.
El paisaje se va tiñendo de blanco más y más y podemos descubrir las huellas de animales que cruzan nuestro camino, corzos, jabalíes, conejos,... está claro que están ahí pero no se dejan ver.
Alcanzamos el final del bosque y a nuestro frente se presenta una explanada blanca que nos llevará hasta la cima del cordal. El viento nos azota lateralmente y la nieve empieza a caer. La marcha se vuelve complicada pero seguimos avanzando. Divisamos la valla que se alza en la cima de la cresta protegiendo un área de tuberías y llegamos hasta ella. Se divisa la cumbre a unos doscientos metros avanzando por el cordal pero a los pocos metros nos hundimos en la nieve hasta las ingles. Parece que no llevamos el equipamiento adecuado y la ventisca arrecia así que decidimos retirarnos.
Aceleramos la bajada intentando encontrar nuestras huellas de subida que están desapareciendo cubiertas por la nieve que ahora cae densamente.
Se nota que la nieve a bajado su cota pero cuando retornamos y superamos el bosque de bajada la nieve se vuelve de nuevo lluvia y el viento afloja.
Sólo queda regresar al coche y dar por concluida la ruta con sensación de haber vivido una aventura.

No recomendable para todo el mundo