Invernal Maroma desde Robledal

Comenzamos nuestra jornada haciendo una aproximación desde la Venta La Alcaicería, punto en donde el termómetro de nuestro 4X4 ya señalaba una temperatura de 5,5 grados bajo cero. Llegamos al Robledal donde ya había un par de vehículos con senderistas preparándose para la ruta. Nosotros nos pertrechamos con nuestras polainas, gorros y todo el material necesario para el día que nos esperaba. Estamos a 1100m de altitud y comenzamos a caminar (hito 001), a las 8:50h, por la pista entre pinos revestidos de líquenes y llegamos hasta la cadena que impide el paso de coches. Junto a los pinos se desarrollan grupos de cedros. Después de trazar una curva y recorrer algo más de un kilómetro llegamos a una bifurcación (hito 002). El carril principal sigue al frente hacia los Barracones. Nosotros seguiremos por el de la izquierda, algo más estrecho. Nos adentramos en un espeso encinar y encontramos los primeros manchones de nieve y grandes charcos helados. Tras una corta y pronunciada subida finaliza el carril en los llamados Corrales de Martín (hito 003). A partir de ahora el sendero se asoma a la Cañada de Presillejos llegando a una zona conocida como El Contadero (hito 004) ya que se utilizaba para contar al ganado al ser un paso tan estrecho que debían pasar en fila india. Ya la nieve se hace más frecuente y empezamos a encontrar las primeras placas de hielo. Afrontamos un fuerte repecho que nos asoma a un mirador natural (hito 005) con panel informativo incluido. Regresamos al sendero y seguimos avanzando siempre en constante subida pasando ahora por una amplia loma despejada de vegetación. Ahora la nieve es ya la dominadora del sendero por lo que decidimos ponernos nuestros flamantes crampones. Gran invento los crampones. Pasamos por una suave depresión del terreno conocida como Collado de Rojas (hito 006). Frente a nosotros podemos apreciar unas espectaculares cascadas de hielo. Remontamos una pronunciada cuesta que nos deja junto a unos bellos tejos (hito 007), con su panel informativo, que antiguamente sería numerosos y dieron nombre a esta sierra. Transitamos ya debajo de los cortados del Salto del Caballo. El paraje con la nieve es espectacular. Pueden verse algunos carámbanos colgados de las umbrías paredes. Además el suelo helado dificulta el caminar y sin crampones corremos el riesgo de resbalar y caer por el talud. Superamos el Salto del Caballo y accedemos a una pequeña dolina (hito 008) donde encontramos un señalizador de madera casi totalmente tapado por la nieve. Debe haber aquí unos 30 cm de nieve. Avanzamos hacia el sur y enganchamos con el sendero que viene de las Llanadas de Sedella por la fuente de La Tacita de Plata. Pasamos por el Tajo Volaero (hito 009), pero hoy no vemos las impresionantes vistas ya que la niebla se está echando encima. Vemos como una impresionante nube negra está tapando nuestro objetivo. Empezamos a subir hacia la meseta y el camino cada vez se hace más difícil. La visibilidad es prácticamente nula. Después de darnos cuenta que caminábamos en dirección equivocada, tenemos que orientarnos con nuestro GPS y gracias a él conseguimos llegar a la cima de la Maroma (hito 010). Hace un frío que pela. La temperatura es de 7 grados bajo cero y hacemos la foto de rigor y decidimos volver sin comer porque las condiciones se están poniendo muy difíciles. Comenzamos a volver y empieza a nevar. No vemos un pijo pero con nuestro GPS conseguimos bajar hasta el Tajo Volaero donde volvemos a tener visibilidad. Las nubes definitivamente no nos van a dar tregua así que seguimos nuestro camino hasta las inmediaciones del Collado de Rojas donde paramos para almorzar (hito 011). Mientras comemos nos cae una nevada de aúpa pero la disfrutamos como niños. Seguimos bajando sin incidencias hasta llegar al Robledal (hito 012). En resumen, día para archivarlo en nuestra memoria y lleno de adrenalina que es lo que nos gusta.