Ipuliño, por alto de San Anton

Alto de San Antón en la carretera GI-2130 desde Berastegi hacia Leitza –la ermita de San Antón se sitúa a la izquierda, poco antes del alto, y la de San Sebastián a la derecha en una colina–. En el cruce del alto, subimos por la carretera que enlaza con la autopista A-15. Cruzamos bajo la autopista y tomamos una pista asfaltada, con un paso canadiense, que gana altura rápidamente hacia el SE. Inmediatamente, una revuelta nos orienta al NO para continuar subiendo. Junto a una fuente, el asfalto deja paso al cemento y, cuando la pendiente disminuye, el cemento se convierte en grava en un tramo casi llano, paralelo a la autovía. Tomamos un desvío cementado a la derecha (ESE) que nos lleva hasta un grupo de pequeños chalés.
Aquí volvemos a girar a la izquierda (NO) y seguimos la pista hasta el final del cemento. La pista, ahora de tierra, gana altura en dirección NO hacia un pinar –poco antes de alcanzarlo, a la derecha en una campa, vemos las ruinas de una gran borda–. El camino se orienta al N y prosigue su ascenso por el pinar. Cruzamos una puerta metálica y continuamos el ascenso por un bonito hayedo. Seguimos remontando en la misma dirección hacia el cordal y, justo antes de alcanzarlo, por la izquierda, se nos une la pista que utilizaremos en el descenso. Un minuto después alcanzamos el pequeño paso de Arrateka –indicadores de piedra, hacia Ipuliño y Larre (San Lorenzo)–.
Continuamos a la derecha (ESE) por un sendero entre hayas, en suave ascenso al principio. Muy pronto se empina y se orienta al SE, al tiempo que empieza a aflorar la roca. Alcanzado un alto en el cordal, la pendiente se suaviza y el sendero recorre la loma cimera entre hayas, a la derecha, y pinos, a la izquierda. Finalmente, salimos a terreno despejado justo antes de la cumbre de Ipuliño.
En el descenso, variamos levemente la ruta después del paso Arrateka. Nada más bajar, encontramos el desvío donde dejamos la ruta de subida para tomar el camino (derecha, SO) que desciende por el hayedo. Enseguida nos orientamos al NO y con comodidad descendemos hasta la pista de cemento paralela a la autopista. Cruzamos un paso canadiense y recorremos la pista en suave descenso (S). Pasamos junto a una fuente y el desvío hacia los chalés, donde confluimos con la ruta de subida. Recorremos el tramo final hasta el alto de San Antón.