Irún-Hernani

El camino vasco del interior fue utilizado en los siglos XI, XII y XIII para evitar los ataques de los vikingos en la costa y de los musulmanes en la ruta del camino francés.
Se reconoce también como el de Bayona, o del túnel de San Adrián.
Es un ramal que se está revitalizando, pero muy poco recorrido. Tan solo hemos visto tres peregrinos hasta Santo Domingo de la Calzada.
Iniciamos nuestro camino en Irún, desde el puente de Santiago en el estuario del Bidasoa.
Seguimos las orillas del río para llegar a la Iglesia de Nuestra Señora del Juncal, con portada barroca, aunque de construcción gótica.
Pasamos por el palacio de Arbeláiz y dejando el pórtico del ayuntamiento, por la calle Mayor continuamos hasta llegar a la biblioteca municipal y al polideportivo para cruzar sobre la autopista A-8 y despedirnos de la población.
A partir de aquí iniciamos un rompepiernas de subidas y bajadas entre bosques frondosos y caseríos.
Llegamos a Lizardi y cruzamos varias veces el río Urdiñegiko para seguir entre robles y castaños.
Atravesamos los caseríos de Iturburu, Tellería y Txirripa para subir por una pronunciada cuesta hasta ver Gurutze y acceder a Oiartzum.
Descendemos por la empinadísima calle de San Juan, vemos la ermita de Fátima a la izquierda, llegamos al antiguo hospital de peregrinos (hoy día es la Biblioteca de Manuel Lekuona ) y visitamos la iglesia de San Esteban de estilo gótico.
Tras la plaza del Ayuntamiento pasamos por el lavadero y más adelante por la torre de Iturrioz , dejando la población y cruzamos el regato de Arbide.
Nos detenemos en la ermita de Santa Engracia en Sorrozarreta y ascendemos por un buen repecho que nos hace aminorar el ritmo.
Entre pinos pasamos por una torre de alta tensión y accedemos a Listorreta, donde hacemos un alto para descansar y comer unos bocadillos para reponer fuerzas. Lo agradecimos mucho, tras el esfuerzo realizado de subidas y bajadas.
Desde este punto continuamos para llegar, desviándonos unos metros del camino marcado (merece la pena para ver las vistas sobre San Sebastián y el mar Cantábrico), a la ermita de Santiagomendi.
Continuamos por una pista asfaltada y dejando el caserío de Alorre, llegamos a Astigarraga. Un montón de sidrerías aparecen a lo largo de la población, con un monumento de una cuba en una rotonda, ante el que hicimos unas fotos.
Por la población llegamos al río Urumea, que lo cruzamos por un precioso puente.
Desde aquí, algo cansados por las numerosas cuestas de la etapa, entre naves industriales y al lado de la vía del tren seguimos notando ya el cansancio al andar por asfalto.
Pasamos por un túnel bajo las vías de tan solo 1.30m, lo que nos hace ir muy agachados. Por las calles del barrio de la Florida de Hernani llegamos al convento de San Agustín, situado en la plaza del mismo nombre, donde finalizamos esta bonita etapa.