Irún-San Sebastián

Iniciamos nuestro recorrido en la Plaza de San Juan de Irún, frente al Ayuntamiento.
Siguiendo la señalización del Camino en la calle Mayor no desviamos por la calle de los Fueros para alcanzar el paseo de Colón, ya que en este punto se bifurcan el camino de la costa y el del interior, que hicimos el año pasado.
Siguiendo por la calle Fuenterrabía y tras pasar por algunas rotondas llegamos a las inmediaciones del aeropuerto de San Sebastián y por el margen izquierdo del canal de Amuteko, drenaje de las marismas de Txingudi que acoge numerosas aves migratorias, llegamos al barrio de Arkolla.
Pasamos al lado de la ermita de Santiago y por pistas sombreadas ascendemos por un fuerte repecho hasta el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
Desde esta ermita hay unas vistas sobre la bahía de Txingudi, que no pudimos ver ya que se celebraba una misa en las afueras del Santuario y no pudimos acceder al mirador.
Seguimos y llegamos a una señalización donde se bifurca el camino por la cresta de la montaña Jaizkibel o por una pista forestal (que es el itinerario oficial), siendo esta última opción la que elegimos.
La pista discurre entre castaños y coníferas. A la izquierda tenemos unas vistas impresionantes del Bidasoa y las poblaciones españolas (Hondarribia e Irún) y francesa (Hendaya) de su desembocadura en el Cantábrico.
Más adelante llegamos a la carretera Gi 3440 y la dejamos para iniciar un prolongado descenso con gran desnivel.
Vemos desde lo alto Pasai Donibane, Pasai San Pedro, Pasai Antxo y Trintxerpe.
En el descenso pasamos al lado de la basílica del Santo Cristo de Bonanza.
Accedemos a la población por unas empinadas escaleras. Paseamos por sus bonitas calles hasta llegar al embarcadero y cruzamos la ría en una motora.
Ya en Pasai San Pedro decidimos parar a comer unos bocadillos, pues se nos hacía tarde para llegar a San Sebastián. Cruzamos sus calles medievales y llegamos a la monumental Iglesia de San Pedro.
Desde aquí ascendemos por unas escaleras junto al cementerio para continuar el recorrido.
Este desvío es provisional y está bien indicado, pues el camino oficial iba por el margen izquierdo de la ría hasta el faro que está frente al castillo de Santa Isabel. Pero el camino está en obras y desde hace tiempo se continúa por el cementerio y la carretera que accede al faro de la Plata.
Ascendemos por dicha carretera y paramos en un mirador para ver de nuevo desde lo alto la ría de Pasaia y lasa bonitas casas de Pasai Donibane junto al embarcadero.
Más adelante vemos el camino de acceso desde el faro de la Ría señalizado con unas cintas de plástico para indicarnos que está prohibido el paso. En este punto se uniría la ruta.
Llegamos a la explanada desde la que se accede al faro de la Plata y nos desviamos unos metros al mirador para hacer unas bonitas fotos de mar Cantábrico.
Dejamos a unos metros el faro de la Plata y por una senda nos encaminamos hacia San Sebastián. En todo momento vamos viendo el Cantábrico.
Dejamos las denominadas Punta Putakio, Malabajada y la ensenada Illurgita.
Pasamos junto a la fuente de los ingleses y un acueducto de la antigua conducción de agua que sigue en pie, aunque deteriorado.
Llegamos al collado de Mendiola y más adelante la senda acaba en el aparcamiento del Paseo de Ulía.
Descendemos entre los árboles del paseo y llegamos a un mirador donde nos detenemos para ver desde lo alto San Sebastián. Las vistas son magníficas.
Se aprecia la playa de Zurriola, el Kursaal, la desembocadura del Urumea y más allá la playa de la Concha. Destacan los montes Urgull e Igeldo.
Caminamos por el paseo de la playa Zurriola y cruzamos por el puente del Urumea. Dejamos a la derecha el Ayuntamiento y el casco viejo y continuamos por la playa de la Concha, viendo la Isla de Santa Clara con muchas embarcaciones a su resguardo.
Pasamos al lado del Palacio de Miramar y tras caminar por el túnel peatonal nos dirigimos a la avenida de Zumalacárregui, en las inmediaciones del parque Zubimusu donde finalizamos esta larga y bonita etapa.