Isla La Palma. El Tablado - Santo Domingo de Garafía (GR130)

Muchos adjetivos se pueden poner, y que pueden entenderse como contradictorios. Es una marcha "cabrona" y hermosa, generosa y exigente..pero que al final y después de una buena fría cerveza solo te sale decirla, "te quiero".
Hazla, si puedes.
La Palma es una isla canaria bellísima, pero salvaje. Sus colores van de negro-rojizo en el sur, donde casi no hay sombra y siempre estarás a la merced del sol y el viento, al verde intenso en el norte, donde los profundos barrancos te parecerán imposibles de superar. A veces, incluso yendo por carretera, cómodamente en tu coche, el norte te puede desesperar – detrás de cada curva habrá más curvas y detrás de cada subida, una bajada. ¿Te imaginas cómo era vivir aquí hace cien años? Si quieres hacerte una idea, visita El Tablado, uno de los caseríos del municipio de Garafía con más encanto.
Dicen que aquí parece que el tiempo se ha detenido. Salvo la carretera asfaltada, antenas de televisión y cables de luz, no veo muchas más modernidades. La mayoría de las casas son de arquitectura tradicional canaria, agarrándose firmemente a las terrazas entre dos de los mayores barrancos de la Palma – el de los Hombres y el de Facundo. ¡No me imagino lo que debió de costar asentarse aquí y sobrevivir en esta orografía y en este clima norteño hostil!

Pero allí está la gente de El Tablado, aguantándolo todo: igual de dura como hace años. Bajando en coche casi en vertical, agarrándonos al asfalto y rezando para no ir rodando hasta abajo, nos cruzamos con un abuelito que subía alegremente a paso ligero y nos saludaba con una sonrisa. Ya en el pueblo, paseamos entre las huertas donde crecen hortalizas para consumo propio. ¡Cuánto esfuerzo para trabajar esta tierra llena de piedras en una pendiente brutal!